“Los llevo a todos en el corazón”
Ecuador, AFP
Con cantos religiosos, miles de feligreses recibieron al papa Francisco en el Santuario de la Divina Misericordia, en la vía a la Costa, primer punto de su agenda en Guayaquil, en este lunes, su segundo día de visita a Ecuador.
El paso del Pontífice por el Santuario, como estaba previsto, fue breve. Ya en el alta invitó a todos a rezar un Ave María. También se refirió a la misa campal que a las 12:40 está prevista se realice en el Parque Samanes. “Ahora voy a celebrar misa y los llevo a todos ustedes en el corazón, voy a pedir por cada uno de ustedes. Le voy a decir al Señor: vos conocés el nombre de los que estaban allí, le voy a pedir a Jesús para cada uno de ustedes mucha misericordia, que los cubra de misericordia, que los cuide, y a la Virgen que esté siempre a lado de ustedes”.
Acto seguido dio a los presentes su bendición e incluso bromeó: “No, no les voy a cobrar nada”, apuntó.
“Le pido por favor que recen por mí, ¿me lo prometen?”, añadió antes de agradecer a Dios por la oportunidad de compartir con los feligreses y salir.
El avión de Alitalia que trasladó al Pontífice desde Quito arribó a suelo guayaquileño a las 10:42. En la Base Aérea Francisco fue recibido por el canciller Ricardo Patiño, el vicepresidente Jorge Glas, el alcalde Jaime Nebot, entre otras autoridades.
Además estuvieron 60 niños y 300 monaguillos. En los exteriores cientos de fieles aclamaron al Santo Padre. Su recorrido hacia el Santuario inició a las 11:08.
Además de la visita al Santuario, el Papa oficiará una misa campal en el Parque Samanes, y participará de un almuerzo en el Colegio Javier con la comunidad de los Jesuitas y el Séquito Papal.
En ese centro educativo lo espera el nonagenario sacerdote Francisco Cortés, conocido como ‘padre Paquito’, a quien Francisco le hizo saber, por terceros, que quería verlo después de su último encuentro hace 30 años en Buenos Aires.
El Pontífice permanecerá en Ecuador hasta el miércoles. Luego seguirá su periplo en Bolivia y Paraguay.
Con cantos religiosos, miles de feligreses recibieron al papa Francisco en el Santuario de la Divina Misericordia, en la vía a la Costa, primer punto de su agenda en Guayaquil, en este lunes, su segundo día de visita a Ecuador.
El paso del Pontífice por el Santuario, como estaba previsto, fue breve. Ya en el alta invitó a todos a rezar un Ave María. También se refirió a la misa campal que a las 12:40 está prevista se realice en el Parque Samanes. “Ahora voy a celebrar misa y los llevo a todos ustedes en el corazón, voy a pedir por cada uno de ustedes. Le voy a decir al Señor: vos conocés el nombre de los que estaban allí, le voy a pedir a Jesús para cada uno de ustedes mucha misericordia, que los cubra de misericordia, que los cuide, y a la Virgen que esté siempre a lado de ustedes”.
Acto seguido dio a los presentes su bendición e incluso bromeó: “No, no les voy a cobrar nada”, apuntó.
“Le pido por favor que recen por mí, ¿me lo prometen?”, añadió antes de agradecer a Dios por la oportunidad de compartir con los feligreses y salir.
El avión de Alitalia que trasladó al Pontífice desde Quito arribó a suelo guayaquileño a las 10:42. En la Base Aérea Francisco fue recibido por el canciller Ricardo Patiño, el vicepresidente Jorge Glas, el alcalde Jaime Nebot, entre otras autoridades.
Además estuvieron 60 niños y 300 monaguillos. En los exteriores cientos de fieles aclamaron al Santo Padre. Su recorrido hacia el Santuario inició a las 11:08.
Además de la visita al Santuario, el Papa oficiará una misa campal en el Parque Samanes, y participará de un almuerzo en el Colegio Javier con la comunidad de los Jesuitas y el Séquito Papal.
En ese centro educativo lo espera el nonagenario sacerdote Francisco Cortés, conocido como ‘padre Paquito’, a quien Francisco le hizo saber, por terceros, que quería verlo después de su último encuentro hace 30 años en Buenos Aires.
El Pontífice permanecerá en Ecuador hasta el miércoles. Luego seguirá su periplo en Bolivia y Paraguay.