Las cuatro preguntas sobre el futuro de la BBC que plantea el gobierno británico
Londres, BBC
El gobierno británico se dijo dispuesto a plantear “preguntas difíciles” sobre el tamaño y ambición de la BBC como parte de una consulta sobre su futuro.
El secretario de cultura, John Whittingdale, le dijo al parlamento británico que había que decidir si la BBC todavía debía intentar hacer “de todo” o volverse más “enfocada”.
Y aunque en la presentación de la consulta Whittingdale dijo que quería verla “prosperar”, la corporación sostiene que el documento que guiará a la misma parece apuntar a “una BBC muy disminuida, menos popular”.
“Eso sería algo malo para Reino Unido y no sería la BBC que el público ha conocido y apreciado por más de 90 años”, dijo el principal medio público británico –y el más grande del mundo– en un comunicado.
Pero el ministro identificó “retos específicos” en temas como la forma en la que la corporación conecta con jóvenes y minorías étnicas.
Y también insistió en que la BBC tenía que seguir tratando de diferenciarse y no competir con sus rivales comerciales.
Whittingdale, sin embargo, negó estar interesado en acabar con programas “ligeros” de gran audiencia o cerrar las más populares de sus estaciones de radio.
Y aunque en lo que se refiere al modelo de financiamiento el secretario de cultura reconoció que no había “soluciones fáciles”, también calificó el actual modelo –en el que los hogares británicos pagan una licencia anual por el derecho a ver televisión– como “regresivo”.
El gobierno está considerando además cambios en el modelo regulatorio de la BBC, luego de una serie de incidentes en los que la corporación “no estuvo a la altura de lo esperado”.
En concreto, Whittingdale mencionó “fallos editoriales” en la cobertura del caso Jimmy Savile y los abultados pagos por indemnización hechos por la BBC a varios exdirectivos.
Y el ministro también se refirió al fracaso de una iniciativa digital que terminó costándoles a los contribuyentes británicos más de US$150 millones.
“El argumento del gobierno es que en las últimas dos décadas tanto el paisaje mediático como la BBC han experimentado profundos cambios“, explica Euston.
“La internet, la tecnología digital, los teléfonos inteligentes y la banda ancha han hecho que los grandes periódicos y la BBC ahora ocupen el mismo territorio y compitan por los mismos usuarios”.
“Y, comprensiblemente, a algunos medios comerciales les gustaría que la BBC se retirara de la escena”.
Euston hace notar sin embargo que el documento que guiará la consulta destaca mucho la visión empresarial y no considera la voz de las audiencias.
Y la BBC ya dijo que una consulta pública debía ser parte fundamental del proceso.
“La BBC no es propiedad de sus empleados ni de los políticos, sino del público”, recordó la corporación en un comunicado.
“Ellos son sus accionistas, son los que pagan la licencia. Su voz es la que debe sonar con más fuerza”, insistió, antes de anunciar planes para realizar “su consulta popular más grande hasta la fecha” con ese propósito.
Y es que, como bien explica Euston, las preguntas de la consulta van a la esencia misma de la razón de ser de la BBC.
“Y las respuestas, que deberían conocerse en aproximadamente tres meses, pueden terminar sellando su destino”.
El gobierno británico se dijo dispuesto a plantear “preguntas difíciles” sobre el tamaño y ambición de la BBC como parte de una consulta sobre su futuro.
El secretario de cultura, John Whittingdale, le dijo al parlamento británico que había que decidir si la BBC todavía debía intentar hacer “de todo” o volverse más “enfocada”.
Y aunque en la presentación de la consulta Whittingdale dijo que quería verla “prosperar”, la corporación sostiene que el documento que guiará a la misma parece apuntar a “una BBC muy disminuida, menos popular”.
“Eso sería algo malo para Reino Unido y no sería la BBC que el público ha conocido y apreciado por más de 90 años”, dijo el principal medio público británico –y el más grande del mundo– en un comunicado.
Cuatro preguntas
Según Whittingdale, la consulta iba a concentrarse en cuatro preguntas fundamentales.- ¿Cuál es el propósito general de la BBC?“La BBC es apreciada y admirada no sólo en este país sino en todo el mundo”, reconoció el secretario de Cultura en su intervención ante el parlamento.
- ¿Qué tipo de servicios y contenidos debe proporcionar?
- ¿Cómo debe ser financiada?
- ¿Cómo debe ser administrada y regulada?
Pero el ministro identificó “retos específicos” en temas como la forma en la que la corporación conecta con jóvenes y minorías étnicas.
Y también insistió en que la BBC tenía que seguir tratando de diferenciarse y no competir con sus rivales comerciales.
Y aunque en lo que se refiere al modelo de financiamiento el secretario de cultura reconoció que no había “soluciones fáciles”, también calificó el actual modelo –en el que los hogares británicos pagan una licencia anual por el derecho a ver televisión– como “regresivo”.
El gobierno está considerando además cambios en el modelo regulatorio de la BBC, luego de una serie de incidentes en los que la corporación “no estuvo a la altura de lo esperado”.
En concreto, Whittingdale mencionó “fallos editoriales” en la cobertura del caso Jimmy Savile y los abultados pagos por indemnización hechos por la BBC a varios exdirectivos.
Y el ministro también se refirió al fracaso de una iniciativa digital que terminó costándoles a los contribuyentes británicos más de US$150 millones.
“El mayor reto”
Según el editor para temas domésticos de la BBC, Mark Easton, la consulta plantea el mayor reto para la BBC y su lugar en la vida pública desde su creación en 1920.“La internet, la tecnología digital, los teléfonos inteligentes y la banda ancha han hecho que los grandes periódicos y la BBC ahora ocupen el mismo territorio y compitan por los mismos usuarios”.
“Y, comprensiblemente, a algunos medios comerciales les gustaría que la BBC se retirara de la escena”.
Euston hace notar sin embargo que el documento que guiará la consulta destaca mucho la visión empresarial y no considera la voz de las audiencias.
Y la BBC ya dijo que una consulta pública debía ser parte fundamental del proceso.
“La BBC no es propiedad de sus empleados ni de los políticos, sino del público”, recordó la corporación en un comunicado.
“Ellos son sus accionistas, son los que pagan la licencia. Su voz es la que debe sonar con más fuerza”, insistió, antes de anunciar planes para realizar “su consulta popular más grande hasta la fecha” con ese propósito.
Y es que, como bien explica Euston, las preguntas de la consulta van a la esencia misma de la razón de ser de la BBC.
“Y las respuestas, que deberían conocerse en aproximadamente tres meses, pueden terminar sellando su destino”.