La nueva transformación de Estado Islámico que casi imposibilita su eliminación

La organización ha ido profesionalizándose y ahora están decididos a que en caso de asesinato de sus lideres haya otros inmediatamente para continuar la lucha.

Javier Taeño | Gaceta trotamundos
En los últimos meses se ha publicado mucha información sobre la forma que tiene de reclutar a sus miembros, sobre sus operaciones, sus peligros sus debilidades o cómo se financia, pero hay un tema del que se conoce muy poco del autodenominado Estado Islámico: su organización interna.


Es este misterio en el que está envuelta la organización una de las claves que han permitido que el Daesh continúe con su carrera violenta en países como Siria e Irak pese a que los servicios de inteligencia estadounidenses y europeos tratan de evitarlo. Y ahora hay otro hecho que puede hacer que sea aún más difícil el derrotarles, tal y como cuenta New York Times.

Y es que los funcionarios de seguridad creen que el grupo está poniendo en marcha un plan que asegure la lucha aunque caigan sus principales líderes; el objetivo es que en caso de asesinato del autoproclamado califa Abu Bakr al-Baghdadi o de cualquiera de los altos cargos de la organización, Estado Islámico no solo no se resienta, sino que haya otras personas encargadas de ocupar su lugar de forma inmediata y de poder dar una respuesta adecuada al instante.

Un hecho indiscutible es que la flexibilidad del grupo ha permitido que haya mandos intermedios con una gran capacidad de autonomía y que son capaces de realizar operaciones en Siria o Irak. Este sistema se ha ido fortaleciendo cada vez más durante el último año lo que ha permitido que los combatientes no perdieran en ningún momento a sus líderes. Si un comandante caía era sustituido por otro, lo que no restaba el poder de la organización.

Ahora el mismo sistema se está implantando en la cúpula, especialmente tras las bajas que han sufrido otros grupos en la región como Al Qaeda en la Península Arábiga. En caso de que ocurra lo mismo en el Daesh ellos quieren estar preparados. De quién sustituiría al actual califa en caso de fallecimiento nada se sabe y es algo que van a mantener en secreto.

Pero la profesionalización de Estado Islámico se ve en otras áreas, por ejemplo en los estudios que hacen sobre cómo trabaja la inteligencia estadounidense. Gracias a ellos, han empezado a utilizar canales codificados para comunicarse, lo que imposibilita que los funcionarios puedan acceder a la información que se está transmitiendo y logran establecer comunicaciones seguras.

Cada nuevo paso delante de la organización dificulta enormemente las tareas de aquellos que pretenden acabar con el grupo, pese a los constantes esfuerzos por indagar más sobre ellos. Al fin y al cabo no deja de ser una partida de ajedrez en la que si alguno de los contendientes comete un error se enfrentará a un rival que no dudará en usarlo a su favor. Por eso el que mueva primero siempre va a tener la ventaja.

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