La 'generación dorada' que logró el primer título de Chile
Santiago, As
Hasta esta Copa América, la Roja sólo sabía de triunfos morales o bien, podios en algunos campeonatos. De títulos, nada. Hasta ahora.
En la previa del torneo continental varios de los jugadores se encargaron de decir que ellos eran “la mejor generación del fútbol chileno”, pero que debían demostrarlo con una corona.
Hoy, luego de su victoria ante Argentina, la selección chilena puede lucir orgullosa su primera copa en casi 105 años de historia. Todo gracias a un puñado de futbolistas que sumó individualidades y trabajo en equipo. El camino hasta aquí, eso sí, fue largo.
Claudio Bravo, Gary Medel, Alexis Sánchez, Arturo Vidal, Gonzalo Jara, Jean Beausejour, Jorge Valdivia, Matías Fernández y Mauricio Isla comenzaron la ruta al éxito cuando Marcelo Bielsa clasificó a Chile al Mundial de Sudáfrica 2010. Ahí la ilusión era grande, pero el equipo se quedó en los octavos de final.
Ya para la Copa América de Argentina 2011 varios de ellos se repitieron, aunque algunos se fueron sumando en el camino. Paulo Garcés, Felipe Gutiérrez y Francisco Silva se integraron a ese grupo, que otra vez chocó con la historia y quedó eliminado en cuartos de final.
Rumbo a Brasil se sumaron otros, como Eduardo Vargas, Charles Aránguiz, Johnny Herrera, Miiko Albornoz, Eugenio Mena, Marcelo Díaz, José Rojas, José Pedro Fuenzalida y Mauricio Pinilla. Un travesaño de este último y la tanda de penales privaron a Chile de seguir avanzando más allá de la ronda de 16 mejores.
Todos ellos, además de David Pizarro y Ángelo Henríquez, fueron los elegidos por Jorge Sampaoli para representar al país en el torneo continental de selecciones y no defraudaron. Sumaron experiencia y con buen fútbol quedaron en la historia del fútbol chileno. El de este sábado es, sin duda, el mayor logro de la Roja.
Atrás quedó el ‘se jugó bien’, ‘estuvimos a punto’. Lejos se ven los triunfos morales, las excusas por el arbitraje o ‘la primera victoria frente a…’. Muy atrás en el tiempo parecen quedar las historias en que Chile practicó el mejor fútbol de cualquier campeonato pero volvió al país con las manos vacías. Hoy la historia es de felicidad.
Es cierto, el debate puede abrirse en torno al tercer lugar de Chile en el Mundial de 1962. Lo claro, eso sí, es que esta generación, la misma que buscó en dos mundiales superar los octavos de final y que no pudo, consiguió el primer título de la historia de la Roja. Y eso no es poco decir.
Hasta esta Copa América, la Roja sólo sabía de triunfos morales o bien, podios en algunos campeonatos. De títulos, nada. Hasta ahora.
En la previa del torneo continental varios de los jugadores se encargaron de decir que ellos eran “la mejor generación del fútbol chileno”, pero que debían demostrarlo con una corona.
Hoy, luego de su victoria ante Argentina, la selección chilena puede lucir orgullosa su primera copa en casi 105 años de historia. Todo gracias a un puñado de futbolistas que sumó individualidades y trabajo en equipo. El camino hasta aquí, eso sí, fue largo.
Claudio Bravo, Gary Medel, Alexis Sánchez, Arturo Vidal, Gonzalo Jara, Jean Beausejour, Jorge Valdivia, Matías Fernández y Mauricio Isla comenzaron la ruta al éxito cuando Marcelo Bielsa clasificó a Chile al Mundial de Sudáfrica 2010. Ahí la ilusión era grande, pero el equipo se quedó en los octavos de final.
Ya para la Copa América de Argentina 2011 varios de ellos se repitieron, aunque algunos se fueron sumando en el camino. Paulo Garcés, Felipe Gutiérrez y Francisco Silva se integraron a ese grupo, que otra vez chocó con la historia y quedó eliminado en cuartos de final.
Rumbo a Brasil se sumaron otros, como Eduardo Vargas, Charles Aránguiz, Johnny Herrera, Miiko Albornoz, Eugenio Mena, Marcelo Díaz, José Rojas, José Pedro Fuenzalida y Mauricio Pinilla. Un travesaño de este último y la tanda de penales privaron a Chile de seguir avanzando más allá de la ronda de 16 mejores.
Todos ellos, además de David Pizarro y Ángelo Henríquez, fueron los elegidos por Jorge Sampaoli para representar al país en el torneo continental de selecciones y no defraudaron. Sumaron experiencia y con buen fútbol quedaron en la historia del fútbol chileno. El de este sábado es, sin duda, el mayor logro de la Roja.
Atrás quedó el ‘se jugó bien’, ‘estuvimos a punto’. Lejos se ven los triunfos morales, las excusas por el arbitraje o ‘la primera victoria frente a…’. Muy atrás en el tiempo parecen quedar las historias en que Chile practicó el mejor fútbol de cualquier campeonato pero volvió al país con las manos vacías. Hoy la historia es de felicidad.
Es cierto, el debate puede abrirse en torno al tercer lugar de Chile en el Mundial de 1962. Lo claro, eso sí, es que esta generación, la misma que buscó en dos mundiales superar los octavos de final y que no pudo, consiguió el primer título de la historia de la Roja. Y eso no es poco decir.