Kifissia, el barrio de Atenas que no nota la crisis y votó sí en el referéndum

Javier Taeño | Gaceta trotamundos
Adentrarte por las calles de Kifissia, un barrio situado al norte de Atenas, es una experiencia completamente diferente a lo que puedas experimentar en cualquier otro lugar de Grecia. Tiendas de lujo, gente con enormes recursos económicos y el dinero fluyendo y fluyendo sin parar muestran que este sitio vive prácticamente ajeno a la realidad que sacude al país desde hace varios años, una crisis económica de colosales proporciones que ha provocado que miles de familias estén en una situación desesperada.


Pero Kifissia también es famosa porque ha sido uno de los pocos lugares en todo el país que ha votado por el Sí en el referéndum planteado por Syriza sobre si los griegos debían plegarse a las condiciones de rescate impuestas por las instituciones financieras y la Europa del euro. Concretamente casi el 65% de los que votaron allí se inclinaron por esa opción, algo que contrasta con lo que ocurrió en el resto del país donde la gran mayoría (más del 60%) optaron por dar su negativa.

Y es que este barrio, paraíso de la gente pudiente, refleja la otra cara de Grecia, la de aquellas personas que no se han visto tan perjudicadas por la situación económica y pueden seguir viviendo sin limitaciones, aunque evidentemente el corralito les ha afectado y ellos tampoco han podido sacar de los bancos más de los 60 euros permitidos al día.

Evidentemente esta situación anormal ha provocado que la mayoría de los griegos no se decidan a gastar gran cantidad de dinero, por lo que son los extranjeros, que no tienen ningún tipo de limitación en el cajero, los que siguen animando el mercado y posibilitando que las lujosas tiendas de Kifissia sigan teniendo una gran actividad.

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Es una relación reciproca, los extranjeros disfrutan comprando en estas tiendas y los comerciantes les necesitan para poder pagar a sus proveedores. Pero en el entorno flota la sospecha de que la gran intención de Alexis Tsipras es sacar a Grecia del euro y devolverle al dracma, por eso se oponen tan duramente a sus políticas.

Así se ve la vida desde un barrio rico de Atenas, un lugar en el que pese a haber dejado atrás la época dorada aún es capaz de sobrevivir en un país tan paralizado como el heleno.

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