Jorge Sampaoli, el cerebro que dirigió el camino al título

El técnico de la Roja supo adaptar su estilo a las necesidades del equipo y manejó con mano firme las situaciones tensas para liderar la campaña al título.

Roberto Gálvez
El sello de Jorge Sampaoli, desde que llegó a la selección chilena, estuvo bajo la sombra de Marcelo Bielsa, pero el ex técnico de Universidad de Chile, luego del título de Copa América, logró desmarcarse para instaurar su propia escuela a un equipo ganador.


A pesar de su obsesión por el trabajo táctico, el mayor reto que vivió Sampaoli fue extrafutbolístico. Sólo dos días antes del duelo con Bolivia, el país completo se remeció con la noticia de la detención de Arturo Vidal por protagonizar un accidente automovilístico y posterior detención por comprobarse que manejaba en estado de ebriedad.

Así, en plena competencia, el debate se generó en todos lados. ¿Debía Vidal seguir en el plantel o ser marginado por su indisciplina? La repuesta del casildense fue categórica: "Cometió un error que para nosotros no es tan determinante como para excluirlo".

Como pocas veces, se pudo ver al argentino hablando en un tono más humano, al considerar que "es mucho fácil excluir que incluir en estos casos. No supo controlar su momento de descanso y será tema de corrección interna. Es mi manera de analizar la vida. No me nace excluir a alguien porque cometa un error".

El golpe de timón fue potente, ya que además Sampaoli dejó en claro que el resto del plantel no fue consultado de la decisión, a pesar de los posibles roces en la interna por el escándalo. Así controló una situación grave de forma directa y con mano dura, privilegiando lo deportivo para no perder a una de sus piezas claves en el rodaje del equipo.

Incluso, tras su enojo inicial por el hecho y el anuncio de que no permitiría más tardes libres, luego cambió esa medida y mantuvo ese premio para el plantel tras cada partido, entregando nuevamente una confianza que no volvió a traicionarse.
SELLO FUTBOLÍSTICO

Dentro de la cancha, la principal preocupación de Sampaoli antes del evento era la falta de gol. De hecho, la Roja presentaba el peor promedio de gol entre los candidatos al título tras el Mundial y se mantenía el debate sobre la utilización de un '9' de área.

El argentino se la jugó por mantener como ejes del ataque a Vargas y Sánchez y un '9' falso como Valdivia. La gran labor del 'Mago' en todo el evento le dio la razón al casildense, ya que completaron la fase de grupos con el tremendo registro de 10 goles en tres partidos. En todo el evento completaron 13 goles a favor.

El rendimiento individual de algunas figuras que se presentaban como una incógnita también fue un punto a favor de Sampaoli, que demostró tener la razón. En esta categoría se puede incluir a Mauricio Isla y Jorge Valdivia.

El 'Huaso' llegaba con escasos minutos en el Queens Park Rangers, y aunque no tuvo a un jugador que le peleara el puesto, el trabajo que hizo Sampaoli fue clave para que el volante se transformara en una de las figuras al tener confianza y protagonismo por su banda.

Lo del 'Mago' es aún más especial. Muchas veces se lo criticó por su insistencia en usar al talentoso volante a pesar de su irregularidad y constantes lesiones, pero el casildense lo ubicó como un '9' falso, y la libertad que tuvo en cancha se reflejó en su mejor expresión, con un aporte ofensivo notable. Seguramente la mayor satisfacción para el trasandino fue tener a Valdivia en dos partidos seguidos durante los 90' y en otros dos en 86' y 85', demostrando su impecable estado físico y compromiso con el sacrificio colectivo.

La línea defensiva fue la que más tocó durante el certamen. Alternó a Jean Beausejour y Eugenio Mena en la banda izquierda, y tras comenzar ante Ecuador con una línea de tres, luego se quedó con la línea de cuatro para el resto del evento. Incluso el 'Chueco' fue stopper en el debut.

El desafío en la zaga vino tras la sanción de Gonzalo Jara, que le había dado una solidez a toda prueba en el campeonato, y que le impidió estar en semifinales y la final. Ante Perú se la jugó por José Rojas y Miiko Albornoz y el equipo no se vio bien. Luego corrigió con el ingreso de Mena y Pizarro para controlar el juego y terminar con una sufrida victoria.

Las apuestas de Sampaoli dieron resultado en cada partido para llegar al título. Claro que para el técnico sus movimientos y cambios están muy lejos de ser apuestas, ya que son el fruto de un trabajo que comenzó hace muchos meses, después de quedar fuera del Mundial de Brasil, donde se aprendió de los errores y se ideó de forma meticulosa cada planteamiento.

Fue la coronación en la carrera del casildense que a Universidad de Chile dio su primer título internacional y ahora fue el turno de la Selección.

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