Falta de cifras oficiales de pobreza en Argentina desata confusión
Buenos Aires, Notimex
La ausencia de datos oficiales sobre pobreza en Argentina ha provocado una polémica, luego de la aparición de informes privados que aseguran que casi el 30 por ciento de la población apenas si puede subsistir.
La Universidad Católica Argentina (UCA) publicó una investigación en la que mezcla una serie de indicadores para concluir que unas 11 millones de personas viven en la pobreza y dos millones en la indigencia.
Aunque el gobierno refutó las cifras, la ausencia de reportes oficiales ha favorecido la confusión, ya que desde hace dos años los niveles de pobreza se convirtieron en un misterio luego que las autoridades cancelaron los informes que solían presentar anualmente.
Los últimos datos oficiales reconocían un nivel de pobreza del 4.7 por ciento, pero estudios privados la elevan incluso más que la UCA, hasta un 36.5 por ciento.
Los datos más recientes reconocidos por el oficial Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) se refieren al primer semestre de 2012 y aseguran que la pobreza afecta a dos millones 160 mil argentinos.
La indigencia, según las últimas cifras del gobierno, también llegó a un mínimo nivel histórico y prácticamente desapareció, ya que impacta únicamente al 1.7 por ciento de la población, es decir, a unas 680 mil personas.
En Argentina, la pobreza se mide con base en la capacidad que tiene una familia tipo –madre, padre y dos hijos- para adquirir una canasta básica de alimentos, mientras que la indigencia implica que se carecen de recursos para comprarla.
El combate a la pobreza ha sido una de las principales banderas de la presidenta Cristina Fernández, quien en 2009 puso en marcha la Asignación Universal por Hijo (AUH), que es el principal programa social de su gobierno.
La mandataria presume de manera frecuente la supuesta y drástica reducción de la pobreza, ya que hace una década alcanzaba al 54 por ciento de la población, en tanto que la indigencia superaba el 20 por ciento.
Las cifras, sin embargo, son cuestionadas desde que el gobierno intervino en 2007 el Indec y opositores denunciaron que comenzó a manipular los datos estadísticos.
Por eso es que el año pasado, cuando el ministro de Economía, Axel Kicillof, canceló a último momento la presentación del informe sobre pobreza, se desató un debate nacional por la desconfianza que hay en torno a los datos oficiales.
La ausencia de datos oficiales sobre pobreza en Argentina ha provocado una polémica, luego de la aparición de informes privados que aseguran que casi el 30 por ciento de la población apenas si puede subsistir.
La Universidad Católica Argentina (UCA) publicó una investigación en la que mezcla una serie de indicadores para concluir que unas 11 millones de personas viven en la pobreza y dos millones en la indigencia.
Aunque el gobierno refutó las cifras, la ausencia de reportes oficiales ha favorecido la confusión, ya que desde hace dos años los niveles de pobreza se convirtieron en un misterio luego que las autoridades cancelaron los informes que solían presentar anualmente.
Los últimos datos oficiales reconocían un nivel de pobreza del 4.7 por ciento, pero estudios privados la elevan incluso más que la UCA, hasta un 36.5 por ciento.
Los datos más recientes reconocidos por el oficial Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) se refieren al primer semestre de 2012 y aseguran que la pobreza afecta a dos millones 160 mil argentinos.
La indigencia, según las últimas cifras del gobierno, también llegó a un mínimo nivel histórico y prácticamente desapareció, ya que impacta únicamente al 1.7 por ciento de la población, es decir, a unas 680 mil personas.
En Argentina, la pobreza se mide con base en la capacidad que tiene una familia tipo –madre, padre y dos hijos- para adquirir una canasta básica de alimentos, mientras que la indigencia implica que se carecen de recursos para comprarla.
El combate a la pobreza ha sido una de las principales banderas de la presidenta Cristina Fernández, quien en 2009 puso en marcha la Asignación Universal por Hijo (AUH), que es el principal programa social de su gobierno.
La mandataria presume de manera frecuente la supuesta y drástica reducción de la pobreza, ya que hace una década alcanzaba al 54 por ciento de la población, en tanto que la indigencia superaba el 20 por ciento.
Las cifras, sin embargo, son cuestionadas desde que el gobierno intervino en 2007 el Indec y opositores denunciaron que comenzó a manipular los datos estadísticos.
Por eso es que el año pasado, cuando el ministro de Economía, Axel Kicillof, canceló a último momento la presentación del informe sobre pobreza, se desató un debate nacional por la desconfianza que hay en torno a los datos oficiales.
