Escrachan al cazador que dio muerte al famoso león de Zimbabue
Washington
El dentista estadounidense Walter James Palmer que admitió haber matado a Cecil, el león más famoso de Zimbabue, sufrió miles de críticas en las redes sociales y la condena de gran parte de la sociedad de Minesota, donde vive.
Tan fuerte fue la repercusión negativa de la noticia de la muerte de Cecil, que el odontólogo, que pagó 55.000 dólares para darle caza, debió cerrar su consultorio por el repudio de la gente que llegó a dejarle peluches de animales salvajes en su puerta, aseguró el diario The New York Times.
"Sos un cobarde y un asesino", decía uno de los carteles exhibidos en la puerta del consultorio. Varios chicos también acercaron sus juguetes y peluches con forma de animales hasta su oficina. Inclusive, adjuntaron cartas de repudio y carteles preguntándole porqué había cazado a Cecil.
Palmer se defendió de las críticas y afirmó que actuó convencido de que la cacería en la que participó era legal y que contaba con "todos los permisos" necesarios. "Que yo sepa, todo lo relacionado con el viaje fue legal y adecuadamente gestionado y conducido", indicó Palmer, en un comunicado divulgado hoy por varios medios estadounidenses.
Palmer subrayó también que "no tenía ni idea" de que Cecil fuera el león más famoso de Zimbabue y que se basó en la "experiencia" de los guías profesionales locales para garantizar una "cacería legal".
"Lamento profundamente que el ejercicio de una actividad (la caza) que amo y practico de forma responsable y legal resultara en la muerte de este león", concluye Palmer. La muerte de Cecil ha suscitado una gran polémica entre los conservacionistas locales porque consideran que el safari se organizó de forma ilegal.
Según la Fuerza Especial para la Conservación de Zimbabue (ZCTF, en inglés), Palmer participó el pasado 6 de julio en una cacería nocturna en el Parque Nacional de Hwange, en el oeste del país.
Muerte del león
El león Cecil, de 13 años de edad, fue atraído con una presa amarrada a un vehículo como cebo para abatirlo fuera del parque, de modo que técnicamente ya no sería ilegal cazarlo.
"Palmer disparó a Cecil con un arco y una flecha, pero este disparo no lo mató. Lo rastrearon hasta que lo volvieron a encontrar, 40 horas más tarde, y le volvieron a disparar con un arma", explicó el presidente de la ZCTF, Johnny Rodrigues, a medios locales.
Los cazadores intentaron sin éxito disimular el emisor GPS del león, instalado en el marco de un programa de investigación de la universidad de Oxford. A continuación, Cecil fue despedazado y su cabeza no se halló por el momento, afirmaron las autoridades.
La muerte de Cecil ha provocado indignación en todo el mundo y ha reavivado los llamamientos a prohibir la caza de leones en Zimbabue.
El cazador profesional Theo Bronkhorst, quien dirigió la cacería, y el agricultor Honesto Ndlovu, en cuyas tierras se dio alcance a Cecil, tienen previsto comparecer hoy en los tribunales de la turística ciudad de Victoria Falls en relación con la muerte de Cecil.
En Zimbabue, la caza solamente es autorizada en reservas privadas y respetando ciertas cuotas, pero no así en los parques nacionales como el de Hwange, que el año pasado acogió a unos 50.000 visitantes, de los cuales 23.000 extranjeros.
El dentista estadounidense Walter James Palmer que admitió haber matado a Cecil, el león más famoso de Zimbabue, sufrió miles de críticas en las redes sociales y la condena de gran parte de la sociedad de Minesota, donde vive.
Tan fuerte fue la repercusión negativa de la noticia de la muerte de Cecil, que el odontólogo, que pagó 55.000 dólares para darle caza, debió cerrar su consultorio por el repudio de la gente que llegó a dejarle peluches de animales salvajes en su puerta, aseguró el diario The New York Times.
"Sos un cobarde y un asesino", decía uno de los carteles exhibidos en la puerta del consultorio. Varios chicos también acercaron sus juguetes y peluches con forma de animales hasta su oficina. Inclusive, adjuntaron cartas de repudio y carteles preguntándole porqué había cazado a Cecil.
Palmer se defendió de las críticas y afirmó que actuó convencido de que la cacería en la que participó era legal y que contaba con "todos los permisos" necesarios. "Que yo sepa, todo lo relacionado con el viaje fue legal y adecuadamente gestionado y conducido", indicó Palmer, en un comunicado divulgado hoy por varios medios estadounidenses.
Palmer subrayó también que "no tenía ni idea" de que Cecil fuera el león más famoso de Zimbabue y que se basó en la "experiencia" de los guías profesionales locales para garantizar una "cacería legal".
"Lamento profundamente que el ejercicio de una actividad (la caza) que amo y practico de forma responsable y legal resultara en la muerte de este león", concluye Palmer. La muerte de Cecil ha suscitado una gran polémica entre los conservacionistas locales porque consideran que el safari se organizó de forma ilegal.
Según la Fuerza Especial para la Conservación de Zimbabue (ZCTF, en inglés), Palmer participó el pasado 6 de julio en una cacería nocturna en el Parque Nacional de Hwange, en el oeste del país.
Muerte del león
El león Cecil, de 13 años de edad, fue atraído con una presa amarrada a un vehículo como cebo para abatirlo fuera del parque, de modo que técnicamente ya no sería ilegal cazarlo.
"Palmer disparó a Cecil con un arco y una flecha, pero este disparo no lo mató. Lo rastrearon hasta que lo volvieron a encontrar, 40 horas más tarde, y le volvieron a disparar con un arma", explicó el presidente de la ZCTF, Johnny Rodrigues, a medios locales.
Los cazadores intentaron sin éxito disimular el emisor GPS del león, instalado en el marco de un programa de investigación de la universidad de Oxford. A continuación, Cecil fue despedazado y su cabeza no se halló por el momento, afirmaron las autoridades.
La muerte de Cecil ha provocado indignación en todo el mundo y ha reavivado los llamamientos a prohibir la caza de leones en Zimbabue.
El cazador profesional Theo Bronkhorst, quien dirigió la cacería, y el agricultor Honesto Ndlovu, en cuyas tierras se dio alcance a Cecil, tienen previsto comparecer hoy en los tribunales de la turística ciudad de Victoria Falls en relación con la muerte de Cecil.
En Zimbabue, la caza solamente es autorizada en reservas privadas y respetando ciertas cuotas, pero no así en los parques nacionales como el de Hwange, que el año pasado acogió a unos 50.000 visitantes, de los cuales 23.000 extranjeros.