El tirador del cine de Luisiana, un hombre depresivo y violento
Houser, de 59 años, mató a dos personas. Su esposa escondía sus armas por miedo
El País
Washington, El País
La policía reveló este viernes detalles oscuros del pasado de John R. Houser, el hombre de 59 años que abrió fuego el jueves en un cine en el Estado de Luisiana, matando a dos personas e hiriendo a otras nueve. El suceso en el sur de Estados Unidos vuelve a revelar el problema de la regulación de las armas en este país y el riesgo de que recaigan en personas inestables.
La oficina del Sheriff de Phenix (Alabama), donde residía previamente Houser, explicó que sus familiares solicitaron en 2008 una orden de alejamiento contra el tirador por violencia doméstica. En el documento que presentó a las autoridades, la familia explicaba que Houser padecía una serie de enfermedades mentales, incluyendo depresión y actitudes bipolares. La esposa del autor de los disparos, que solicitó el divorcio este año, escondía las armas de su marido en su casa porque le consideraba demasiado inestable y violento, según informa la agencia de noticias AP.
El hombre era un “vagabundo” y residía temporalmente en un motel de Lafayette desde mediados de este mes, según indicó a la prensa el jefe de la policía de esa localidad, Jim Craft. Houser adquirió legalmente el año pasado el arma que empleó en la sala de cine y se considera que actuó solo.
Houser, natural de Alabama, entró al cine Grand 16 de Lafayette alrededor de las siete de la tarde del jueves. A los 20 minutos del comienzo de la película Trainwreck, se levantó de su asiento para disparar indiscriminadamente a los asistentes con una pistola de calibre 40, que más tarde utilizó para quitarse la vida al verse acorralado por la policía. Houser disparó 13 veces, causando la muerte a Mayci Breaux, de 21 años y a Jilliam Johnson, de 33, e hiriendo a otras nueve personas.
El suceso revela el problema de la regulación de las armas y el riesgo de que recaigan en personas inestables
El jefe policial Craft aseguró a la prensa que no saben los motivos que llevaron a Houser a cometer la matanza y admitió que, al haberse suicidado, quizás nunca lo sabrán. Las autoridades inspeccionaron el coche del criminal, que estaba aparcado a las afueras del cine, con un robot por si contuviera explosivos, pero no hallaron nada.
El gobernador de Luisiana, Bobby Jindal, que además aspira a la nominación republicana en las elecciones presidenciales de 2016, explicó que el tirador planeaba fugarse tras sus disparos, pero que la rápida actuación de la policía hizo que quedara acorralado en la sala del cine y entonces decidiera quitarse la vida. A preguntas de los periodistas, Jindal evitó, alegando respeto a las víctimas, valorar si deberían endurecerse los controles a la venta de armas.
El tiroteo ocurrió el mismo que día en que se emitió una entrevista de la cadena BBC al presidente Barack Obama, en la que el mandatario estadounidense aseguraba que la mayor frustración de su presidencia es no haber podido aprobar ninguna legislación que mejore el control de armas para reducir matanzas de este tipo.
“Desde el 11-S han muerto menos de 100 personas por actos terroristas en EE UU. Pero decenas de miles han fallecido a causa de las armas” precisó el presidente, que ha sido puesto al corriente de la situación en su viaje a Kenia. Tras la matanza en 2012 en una escuela en Connecticut, en que murieron 20 niños y seis adultos, Obama propuso endurecer la venta de armas, pero la iniciativa no avanzó en el Congreso tras una intensa campaña en contra de la industria armamentística.
Los familiares del tirador lo habían acusado de violencia doméstica y habían dicho que padecía enfermedades mentales
Según un estudio del diario USA Today, publicado en 2013, de media cada dos semanas tienen lugar tiroteos en EE UU con un gran número de víctimas y en lugares públicos.
El último de estos sucesos ocurrió el jueves pasado en Chattanooga (Tennessee), cuando un hombre de 24 años mató a cinco marines en una instalación militar. Un mes antes, un blanco de 19 años mató a nueve personas negras en el sótano de una iglesia en Charleston (Carolina del Sur).
Además, esta semana se ha celebrado el tercer aniversario de una matanza similar a la de Lafayette. En un cine de Aurora (Colorado), James Holmes, un estudiante de neurociencia, mató a 12 personas e hirió a 70 al abrir fuego mientras se reproducía la película de Batman El caballero oscuro: la leyenda renace en una sesión de medianoche.
Holmes está siendo juzgado esta semana y ha sido acusado de 165 cargos por asesinato, intento de asesinato y explosivos por sus acciones. Un jurado determinará si pasará el resto de sus días en la cárcel o será castigado con la pena de muerte.
El País
Washington, El País
La policía reveló este viernes detalles oscuros del pasado de John R. Houser, el hombre de 59 años que abrió fuego el jueves en un cine en el Estado de Luisiana, matando a dos personas e hiriendo a otras nueve. El suceso en el sur de Estados Unidos vuelve a revelar el problema de la regulación de las armas en este país y el riesgo de que recaigan en personas inestables.
La oficina del Sheriff de Phenix (Alabama), donde residía previamente Houser, explicó que sus familiares solicitaron en 2008 una orden de alejamiento contra el tirador por violencia doméstica. En el documento que presentó a las autoridades, la familia explicaba que Houser padecía una serie de enfermedades mentales, incluyendo depresión y actitudes bipolares. La esposa del autor de los disparos, que solicitó el divorcio este año, escondía las armas de su marido en su casa porque le consideraba demasiado inestable y violento, según informa la agencia de noticias AP.
El hombre era un “vagabundo” y residía temporalmente en un motel de Lafayette desde mediados de este mes, según indicó a la prensa el jefe de la policía de esa localidad, Jim Craft. Houser adquirió legalmente el año pasado el arma que empleó en la sala de cine y se considera que actuó solo.
Houser, natural de Alabama, entró al cine Grand 16 de Lafayette alrededor de las siete de la tarde del jueves. A los 20 minutos del comienzo de la película Trainwreck, se levantó de su asiento para disparar indiscriminadamente a los asistentes con una pistola de calibre 40, que más tarde utilizó para quitarse la vida al verse acorralado por la policía. Houser disparó 13 veces, causando la muerte a Mayci Breaux, de 21 años y a Jilliam Johnson, de 33, e hiriendo a otras nueve personas.
El suceso revela el problema de la regulación de las armas y el riesgo de que recaigan en personas inestables
El jefe policial Craft aseguró a la prensa que no saben los motivos que llevaron a Houser a cometer la matanza y admitió que, al haberse suicidado, quizás nunca lo sabrán. Las autoridades inspeccionaron el coche del criminal, que estaba aparcado a las afueras del cine, con un robot por si contuviera explosivos, pero no hallaron nada.
El gobernador de Luisiana, Bobby Jindal, que además aspira a la nominación republicana en las elecciones presidenciales de 2016, explicó que el tirador planeaba fugarse tras sus disparos, pero que la rápida actuación de la policía hizo que quedara acorralado en la sala del cine y entonces decidiera quitarse la vida. A preguntas de los periodistas, Jindal evitó, alegando respeto a las víctimas, valorar si deberían endurecerse los controles a la venta de armas.
El tiroteo ocurrió el mismo que día en que se emitió una entrevista de la cadena BBC al presidente Barack Obama, en la que el mandatario estadounidense aseguraba que la mayor frustración de su presidencia es no haber podido aprobar ninguna legislación que mejore el control de armas para reducir matanzas de este tipo.
“Desde el 11-S han muerto menos de 100 personas por actos terroristas en EE UU. Pero decenas de miles han fallecido a causa de las armas” precisó el presidente, que ha sido puesto al corriente de la situación en su viaje a Kenia. Tras la matanza en 2012 en una escuela en Connecticut, en que murieron 20 niños y seis adultos, Obama propuso endurecer la venta de armas, pero la iniciativa no avanzó en el Congreso tras una intensa campaña en contra de la industria armamentística.
Los familiares del tirador lo habían acusado de violencia doméstica y habían dicho que padecía enfermedades mentales
Según un estudio del diario USA Today, publicado en 2013, de media cada dos semanas tienen lugar tiroteos en EE UU con un gran número de víctimas y en lugares públicos.
El último de estos sucesos ocurrió el jueves pasado en Chattanooga (Tennessee), cuando un hombre de 24 años mató a cinco marines en una instalación militar. Un mes antes, un blanco de 19 años mató a nueve personas negras en el sótano de una iglesia en Charleston (Carolina del Sur).
Además, esta semana se ha celebrado el tercer aniversario de una matanza similar a la de Lafayette. En un cine de Aurora (Colorado), James Holmes, un estudiante de neurociencia, mató a 12 personas e hirió a 70 al abrir fuego mientras se reproducía la película de Batman El caballero oscuro: la leyenda renace en una sesión de medianoche.
Holmes está siendo juzgado esta semana y ha sido acusado de 165 cargos por asesinato, intento de asesinato y explosivos por sus acciones. Un jurado determinará si pasará el resto de sus días en la cárcel o será castigado con la pena de muerte.