Directora de Unitas: el gobierno tiene la intención de no dejar que la sociedad se manifieste abiertamente y sin temor

La Paz, ANF
Son usuales las declaraciones del presidente Evo Morales contra el trabajo de ONG y fundaciones. La expulsión de IBIS Dinamarca, por razones poco claras, dejó a estas entidades en situación de inermidad, a lo que se suma la Ley 351 de Otorgación de Personalidades Jurídicas y su decreto reglamentario, el 1987, que fuerzan a todas las entidades de la sociedad civil a reinscribirse y orientar sus planes a las políticas gubernamentales. Incluso las iglesias cristianas y evangélicas han señalado que esta norma está orientada a lograr su control. El relator de derechos humanos de las NNUU criticó esta norma y dijo que es violatoria de las libertades. El relator Maina Kiai dijo que esa ley y el DS 1597 “injustificadamente restringen el derecho de asociación según normas, estándares y principios internacionales”.


Para analizar la situación de las ONG, ANF realizó una entrevista a Susana Eróstegui, directora de Unitas, red nacional que agrupa a 26 instituciones de la sociedad civil.

Eróstegui dijo que existe un “un contexto” de “no dejar que la sociedad civil, en sus diferentes vertientes, se manifieste abiertamente y sin temor”, al tiempo que agregó que “las ONG se apegan al marco de la legalidad y en ese entendido deberían poder desarrollar sus acciones libremente”.

Expresó que “han surgido declaraciones que amedrentan y frenan el trabajo de las organizaciones”. Respecto de la amenaza del presidente Evo Morales, de expulsar a las ONG y fundaciones que se oponen a la explotación de petróleo en las áreas protegidas, la directora de Unitas dijo que en “una sociedad democrática, las amenazas son innecesarias”. Expresó también que “el contexto más bien demanda que no estemos en esta lógica de persecución” y que la tensión “no le hace daño a las ONG en sí, le hace daño la sociedad en su conjunto”.

Finalmente criticó la expulsión de la ONG IBIS-Dinamarca, resuelta por el gobierno. Agregó que tras esa determinación, “la situación de vulnerabilidad (de las ONG) es muy amplia”.