Detienen a Carlos Chávez y trasladan a la FELCC en Sucre
El presidente de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), Carlos Chávez, fue detenido y trasladado hoy a las celdas de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) en la ciudad de Sucre. El dirigente acudió hoy ante el Ministerio Público para prestar su declaración informativa en un proceso abierto por presuntos malos manejos de recursos que ingresaron a la entidad federativa. También fue aprehendido el secretario ejecutivo de la FBF, Alberto Lozada.
Ambos dirigentes declararon entre las 09:00 y las 17:00 en instalaciones de la Fiscalía General del Estado. Después de ocho horas la comisión a cargo del fiscal superior asignado al caso, Iván Montellano, determinó que Chávez y sus colaboradores sean detenidos.
Solo Chávez fue conducido a celdas de la FELCC en Sucre. Lozada todavía se quedó en oficinas de la Fiscalía.
El abogado de Chávez informó que esperará que la Fiscalía General emita una imputación formal contra su defendido en las próximas 24 horas para luego preparar la defensa en la audiencia cautelar que probablemente se produciría este domingo. Entre tanto Chávez continuará aprehendido en celdas de la FELCC.
De acuerdo con una investigación realizada por la Fiscalía General de EEUU, los máximos dirigentes de la Federación Internacional de Fútbol (FIFA) están involucrados en presuntos sobornos. En estos hechos también figura la acusación contra el presidente de la FBF y tesorero de la Conmebol, Carlos Chávez.
La investigación revela que en 2003, para quedarse con los derechos de transmisión y marketing de las próximas cuatro Copas América, la empresa Datisa (representante de Traffic, Torneos y Competencia y Full Play) pagó un soborno de más de 100 millones de dólares para ser repartidos entre las asociaciones miembro.
La forma de distribución del dinero se la hizo de la siguiente manera: Unos 15 millones se habría repartido al entonces presidente de la Conmebol, el uruguayo Eugenio Figueredo; una cifra igual para el fallecido líder argentino Julio Grondona y José María Marín de Brasil.
Además habrían embolsado 7,5 millones cada uno de los entonces jefes de las asociaciones del fútbol de Paraguay y Perú, y los actuales líderes de Bolivia, Chile, Ecuador, Colombia y Venezuela.
