Después de tres semanas, reabren bancos en Grecia
Gracia, AFP
Después de tres semanas de hacer filas detrás de los cajeros automáticos, este lunes por primera vez, los griegos hicieron cola para entrar a los bancos, que reabrieron tras 21 días de cierre para evitar el colapso del sistema mientras Grecia negociaba un nuevo rescate con sus acreedores.
Sin embargo, las noticias no son del todo buenas para los griegos: las restricciones se mantienen, aunque levemente más flexible; los pagos y transferencias bancarias al extranjero aún no son posibles; y, además, aumentan los productos y servicios, ya que comenzaron a regir los incrementos en el Impuesto al Valor Agregado (IVA) exigidos por la Unión Europea. La bolsa de Atenas también permanecerá cerrada hasta nuevo aviso.
Los aumentos en el IVA en los términos del rescate que entraron en vigor implican alzas en los alimentos y el transporte público del 13 al 23 por ciento, tal como establecía el acuerdo que firmaron hace una semana el gobierno de izquierda de Alexis Tsipras y sus acreedores a cambio de un nuevo rescate de hasta 86.000 millones de euros.
Los cierres de los bancos fueron la señal más visible de la crisis que llevó a Grecia al borde de salir del euro a principios de este mes y amenazó los cimientos de la moneda común europea.
La reapertura se produce tras la aceptación por parte de Tsipras de un duro paquete de exigencias de los socios europeos a cambio del tercer rescate, pero la revuelta en el seno del partido gobernante pone en peligro la estabilidad del Gobierno heleno y representantes del Ejecutivo han indicado que podría ser necesario celebrar elecciones en septiembre u octubre.
En el centro de Atenas se formaban colas en el exterior de las sucursales bancarias, con colas de ciudadanos que querían acceder a sus depósitos después de tres semanales difíciles.
“Las cosas están mejor que en las últimas semanas. Gracias a Dios no hemos terminado con el dracma”, dijo Maria Papadopoulou, jubilada de 62 años. “Vine para pagar mis facturas y mis impuestos hoy. La semana pasada no pude y todo esto resulta muy agotador para las personas mayores como yo”, añadió.
Las nuevas reglas
Los controles de capitales se mantienen para evitar una temida fuga masiva de fondos y los límites a los retiros de efectivo se han hecho un poco más flexibles, con un límite semanal de 420 euros (60 euros por día) en lugar del límite diario anterior, situado en 60 euros.
Los griegos podrán depositar cheques pero no dinero en efectivo, pagar facturas, así como tener acceso a cajas de seguridad y retirar dinero sin una tarjeta.
En los bancos indican que podría haber interrupciones menores después de tres semanas sin los servicios, pero esperan que en general impere la normalidad.
Pago al BCE y el FMI
Además, Grecia inició el proceso para el pago de un total de 6200 millones de euros al Banco Central Europeo (BCE) y al Fondo Monetario Internacional (FMI), dijeron hoy funcionarios del Ministerio de Finanzas a la agencia Reuters.
Grecia abonará al BCE los 3500 millones de euros en bonos y los 700 millones de euros en intereses, en total 4200 millones de euros.
Por otro lado, saldará su deuda con el FMI al hacer frente a los 2000 millones que debe, 1500 millones de los tramos de crédito que vencían durante el mes de junio y 500 millones en intereses.
Debido a la asfixia financiera que atravesaba y en plenas negociaciones con los acreedores, el Ejecutivo de Alexis Tsipras solicitó agrupar todos los pagos correspondientes a junio en un único pago con vencimiento el 30 de junio.
Tras no abonar esta cantidad en el plazo previsto, Grecia entró “en mora” con el organismo internacional.
El pago de hoy al BCE se consideraba clave para que el país no incurriera en el impago, lo que podría haber supuesto el final de la liquidez que con carácter excepcional la entidad monetaria facilita a los bancos griegos a través del mecanismo de créditos de urgencia conocido como ELA.
Grecia puede hacer frente a los pagos, ya que hoy dispondrá del crédito de 7160 millones de euros de la Unión Europea, concedido para saldar los pagos más urgentes y que es fruto del acuerdo alcanzado entre el Gobierno griego y la eurozona en el Consejo Europeo de hace una semana.
Después de tres semanas de hacer filas detrás de los cajeros automáticos, este lunes por primera vez, los griegos hicieron cola para entrar a los bancos, que reabrieron tras 21 días de cierre para evitar el colapso del sistema mientras Grecia negociaba un nuevo rescate con sus acreedores.
Sin embargo, las noticias no son del todo buenas para los griegos: las restricciones se mantienen, aunque levemente más flexible; los pagos y transferencias bancarias al extranjero aún no son posibles; y, además, aumentan los productos y servicios, ya que comenzaron a regir los incrementos en el Impuesto al Valor Agregado (IVA) exigidos por la Unión Europea. La bolsa de Atenas también permanecerá cerrada hasta nuevo aviso.
Los aumentos en el IVA en los términos del rescate que entraron en vigor implican alzas en los alimentos y el transporte público del 13 al 23 por ciento, tal como establecía el acuerdo que firmaron hace una semana el gobierno de izquierda de Alexis Tsipras y sus acreedores a cambio de un nuevo rescate de hasta 86.000 millones de euros.
Los cierres de los bancos fueron la señal más visible de la crisis que llevó a Grecia al borde de salir del euro a principios de este mes y amenazó los cimientos de la moneda común europea.
La reapertura se produce tras la aceptación por parte de Tsipras de un duro paquete de exigencias de los socios europeos a cambio del tercer rescate, pero la revuelta en el seno del partido gobernante pone en peligro la estabilidad del Gobierno heleno y representantes del Ejecutivo han indicado que podría ser necesario celebrar elecciones en septiembre u octubre.
En el centro de Atenas se formaban colas en el exterior de las sucursales bancarias, con colas de ciudadanos que querían acceder a sus depósitos después de tres semanales difíciles.
“Las cosas están mejor que en las últimas semanas. Gracias a Dios no hemos terminado con el dracma”, dijo Maria Papadopoulou, jubilada de 62 años. “Vine para pagar mis facturas y mis impuestos hoy. La semana pasada no pude y todo esto resulta muy agotador para las personas mayores como yo”, añadió.
Las nuevas reglas
Los controles de capitales se mantienen para evitar una temida fuga masiva de fondos y los límites a los retiros de efectivo se han hecho un poco más flexibles, con un límite semanal de 420 euros (60 euros por día) en lugar del límite diario anterior, situado en 60 euros.
Los griegos podrán depositar cheques pero no dinero en efectivo, pagar facturas, así como tener acceso a cajas de seguridad y retirar dinero sin una tarjeta.
En los bancos indican que podría haber interrupciones menores después de tres semanas sin los servicios, pero esperan que en general impere la normalidad.
Pago al BCE y el FMI
Además, Grecia inició el proceso para el pago de un total de 6200 millones de euros al Banco Central Europeo (BCE) y al Fondo Monetario Internacional (FMI), dijeron hoy funcionarios del Ministerio de Finanzas a la agencia Reuters.
Grecia abonará al BCE los 3500 millones de euros en bonos y los 700 millones de euros en intereses, en total 4200 millones de euros.
Por otro lado, saldará su deuda con el FMI al hacer frente a los 2000 millones que debe, 1500 millones de los tramos de crédito que vencían durante el mes de junio y 500 millones en intereses.
Debido a la asfixia financiera que atravesaba y en plenas negociaciones con los acreedores, el Ejecutivo de Alexis Tsipras solicitó agrupar todos los pagos correspondientes a junio en un único pago con vencimiento el 30 de junio.
Tras no abonar esta cantidad en el plazo previsto, Grecia entró “en mora” con el organismo internacional.
El pago de hoy al BCE se consideraba clave para que el país no incurriera en el impago, lo que podría haber supuesto el final de la liquidez que con carácter excepcional la entidad monetaria facilita a los bancos griegos a través del mecanismo de créditos de urgencia conocido como ELA.
Grecia puede hacer frente a los pagos, ya que hoy dispondrá del crédito de 7160 millones de euros de la Unión Europea, concedido para saldar los pagos más urgentes y que es fruto del acuerdo alcanzado entre el Gobierno griego y la eurozona en el Consejo Europeo de hace una semana.