Chile en una final soñada con la Argentina de sus pesadillas
Chile, BBC
Chile lo consiguió. Llegó a la gran final de la Copa América. La Roja cumplió con su parte y este sábado saltará a la cancha del estadio Nacional de Santiago para jugar el partido decisivo del torneo que organiza.
Lo hará con todo el aliento de una hinchada que sueña con conquistar el primer título internacional del país, una marea roja que se ha ido subiendo de nivel con goles y con un fútbol ofensivo al que Chile se ha entregado desde hace años en cuerpo y alma.
Enfrente estará el rival que ha definido como nadie su pasado de sufrimientos y frustraciones, Argentina, la gran favorita, que también llega con la obligación de terminar con su particular karma de pasar 22 años sin poder celebrar un título.
La tragedia del Nacional
Hace 60 años Chile sólo necesitaba de un empate para asegurar el que hubiera sido su primer título, también en la Copa América, y miles de personas se acercaron para ser testigos y formar parte de la celebración.
Pero la afluencia de personas superó ampliamente la capacidad del estadio Nacional por lo que se agotaron rápidamente las entradas. Hubo una estampida y siete personas murieron.
El partido se jugó igual y Argentina ganó por la cuenta mínima con gol de Michelli.
Chile tuvo que esperar hasta 1991 para volver a albergar el torneo y nuevamente apareció Argentina en el horizonte.
De la mano de Gabriel Omar Batistuta, Claudio Caniggia y Diego Simeone, la Albiceleste le ganó a Chile en la primera ronda y después se coronó campeón en la fase decisiva.
Nuevamente Chile se quedaba a las puertas de la gloria, la misma que le quitó Uruguay en dos ocasiones (1956 y 1987) y Paraguay (1979).
Cero ganados
Ha sido tal el dominio de Argentina sobre Chile que en los ochenta partidos en los que se han enfrentado ambos seleccionados Chile sólo ganó en seis ocasiones, ninguna de ellas fue en la Copa América.
Ni Uruguay ni Brasil han podido establecer una superioridad tan clara sobre el combinado chileno, que se aferra al único triunfo en competición oficial que recuerda hasta la fecha para alimentar su ilusión.
Fue el 15 de octubre de 2008, en Santiago, durante las eliminatorias de clasificación a la Copa del Mundo de Sudáfrica 2010.
El tanto de Fabián Orellana fue suficiente para lograr un triunfo histórico y sumar los tres puntos en un proceso en el que Chile terminó en segundo lugar por detrás de Brasil.
La victoria tuvo también un sabor especial ya que Argentina jugó con todas sus figuras, incluyendo Lionel Messi, Sergio Agüero y Gonzalo Higuaín.
Ni Uruguay ni Brasil han podido establecer una superioridad tan clara sobre el combinado chileno, que se aferra al único triunfo en competición oficial que recuerda hasta la fecha para alimentar su ilusión.
Fue el 15 de octubre de 2008, en Santiago, durante las eliminatorias de clasificación a la Copa del Mundo de Sudáfrica 2010.
El tanto de Fabián Orellana fue suficiente para lograr un triunfo histórico y sumar los tres puntos en un proceso en el que Chile terminó en segundo lugar por detrás de Brasil.
La victoria tuvo también un sabor especial ya que Argentina jugó con todas sus figuras, incluyendo Lionel Messi, Sergio Agüero y Gonzalo Higuaín.
Hilo de esperanza
Argentina ha logrado combinar dos generaciones de futbolistas que lograron los títulos juveniles de 2005 y 2007, además de las medallas de oro de los Juegos Olímpicos en 2004 y 2008.
Messi recordó tras la victoria contra Paraguay que le ha tocado jugar dos finales con la camiseta Albiceleste, perdiendo ambas. Ocurrió en la final de la Copa América de 2007, cuando llegó como favorita y fue goleada por Brasil, en el Mundial de 2014, cuando el gol de Mario Götze terminó con el sueño del tricampeonato.
A esas derrotas también hay que sumarle las sufridas contra selecciones de mucho menos cartel, como ocurrió contra Chile en 2008.
En 2009 cayó estrepitosamente ante Bolivia (6-1) y luego perdió contra Ecuador y Paraguay, mientras que en 2011 perdió por primera vez en su historia contra Venezuela.
Ataque contra ataque
Será una final con mucha tensión y presión, donde dos países estarán pendientes de lo que suceda en Santiago.
Si bien para Chile será la oportunidad de saldar la deuda con una historia escasa de títulos, la actual generación de jugadores argentinos está obligada a responder ante un país hambriento de títulos.
Las dos necesidades saltarán a la cancha este sábado, pero sólo una se satisfará.