Stanislas Wawrinka se lleva el Roland Garros
El suizo derrotó en cuatro sets al número uno del mundo Novak Djokovic
París, EFE
El suizo Stanislas Wawrinka dio la gran sorpresa este domingo al coronarse en Roland Garros al superar en cuatro sets (4-6, 6-4, 6-3 y 6-4) al serbio Novak Djokovic.
De esta manera el número uno del mundo se quedó con las manos vacías en el único torneo de Grand Slam que no atesora en sus vitrinas.
La final fue un partido de altísimo nivel, que partía con Djokovic como claro favorito. El balcánico había ganado durante la presente temporada todos los torneos grandes en los que había competido: el Open de Australia y todos los Masters 1.000 salvo Madrid, donde prefirió descansar.
El primer set respondió a las expectativas, con un Nole imponiendo su extraordinario nivel ante un Wawrinka que lo intentaba todo, pero al que le resultaba difícil encontrar recursos con los que sobrepasar al hombre que encabeza el ránking. Finalmente Djokovic se lo llevó por 6-4 haciendo valer la única rotura conseguida.
Wawrinka comenzó a brillar en la segunda manga. Mejoró todavía más su juego y llevó completamente la iniciativa. Djokovic mantenía sus saques y resistía las embestidas del helvético ante lo que comenzaba a ser un absoluto asedio. Pero finalmente no pudo aguantar. El décimo juego fue el de la rotura de Wawrinka, que ganaba el set por idéntico marcador que el anterior e igualaba el partido.
Parecida fue la tercera manga, con un Stan sobresaliente haciendo valer su única rotura ante un Djokovic sobrepasado. Ni siquiera exhibir algunas perlas de su inmensa calidad era suficiente para el balcánico. El 6-3 definitivo comenzaba a poner contra las cuerdas a Nole.
Djokovic entró en tensión y encadenó tres juegos seguidos al inicio del cuarto parcial. Sabía que era su momento. El break alcanzado parecía ponerle en disposición de volver a meterse en el partido. Pero fue un espejismo ante el impresionante nivel de Wawrinka.
Dos roturas más le hicieron ganar seis de los siete siguientes juegos, dar la vuelta al set y ganar así su primer Roland Garros sucediendo al nueve veces campeón Rafa Nadal en el palmarés y conquistando su segundo torneo del Grand Slam tras el Open de Australia de 2014.
Djokovic prolonga así su maleficio con la arena parisina, único torneo grande que nunca ha conquistado. En su tercera final vuelve a caer y se queda sin la Copa de los Mosqueteros, el trofeo que le falta para convertirse en el octavo tenista en completar el Grand Slam en toda la historia del tenis. Parecía que este era el año en el que lo tenía todo de cara. Ahora, tendrá que seguir intentándolo.
París, EFE
El suizo Stanislas Wawrinka dio la gran sorpresa este domingo al coronarse en Roland Garros al superar en cuatro sets (4-6, 6-4, 6-3 y 6-4) al serbio Novak Djokovic.
De esta manera el número uno del mundo se quedó con las manos vacías en el único torneo de Grand Slam que no atesora en sus vitrinas.
La final fue un partido de altísimo nivel, que partía con Djokovic como claro favorito. El balcánico había ganado durante la presente temporada todos los torneos grandes en los que había competido: el Open de Australia y todos los Masters 1.000 salvo Madrid, donde prefirió descansar.
El primer set respondió a las expectativas, con un Nole imponiendo su extraordinario nivel ante un Wawrinka que lo intentaba todo, pero al que le resultaba difícil encontrar recursos con los que sobrepasar al hombre que encabeza el ránking. Finalmente Djokovic se lo llevó por 6-4 haciendo valer la única rotura conseguida.
Wawrinka comenzó a brillar en la segunda manga. Mejoró todavía más su juego y llevó completamente la iniciativa. Djokovic mantenía sus saques y resistía las embestidas del helvético ante lo que comenzaba a ser un absoluto asedio. Pero finalmente no pudo aguantar. El décimo juego fue el de la rotura de Wawrinka, que ganaba el set por idéntico marcador que el anterior e igualaba el partido.
Parecida fue la tercera manga, con un Stan sobresaliente haciendo valer su única rotura ante un Djokovic sobrepasado. Ni siquiera exhibir algunas perlas de su inmensa calidad era suficiente para el balcánico. El 6-3 definitivo comenzaba a poner contra las cuerdas a Nole.
Djokovic entró en tensión y encadenó tres juegos seguidos al inicio del cuarto parcial. Sabía que era su momento. El break alcanzado parecía ponerle en disposición de volver a meterse en el partido. Pero fue un espejismo ante el impresionante nivel de Wawrinka.
Dos roturas más le hicieron ganar seis de los siete siguientes juegos, dar la vuelta al set y ganar así su primer Roland Garros sucediendo al nueve veces campeón Rafa Nadal en el palmarés y conquistando su segundo torneo del Grand Slam tras el Open de Australia de 2014.
Djokovic prolonga así su maleficio con la arena parisina, único torneo grande que nunca ha conquistado. En su tercera final vuelve a caer y se queda sin la Copa de los Mosqueteros, el trofeo que le falta para convertirse en el octavo tenista en completar el Grand Slam en toda la historia del tenis. Parecía que este era el año en el que lo tenía todo de cara. Ahora, tendrá que seguir intentándolo.