Socialistas españoles escogen a su líder como candidato a la presidencia del Gobierno
Madrid, Reuters
El opositor Partido Socialista Obrero Español proclamó el domingo a su líder, Pedro Sánchez, como candidato a la presidencia del Gobierno para las elecciones que se celebrarán a fines de año, en la que se prevé será una reñida carrera contra los conservadores gobernantes y nuevas agrupaciones políticas.
Sánchez, de 43 años, fue elegido secretario general del PSOE en julio del año pasado, luego de que los socialistas sufrieron una aplastante derrota frente a un nuevo partido que se opone a las medidas de austeridad en una votación al Parlamento Europeo, lo que motivó la renuncia de su veterano líder Alfredo Pérez Rubalcaba.
Los socialistas han perdido votos de manera sostenida desde la debacle electoral de las elecciones generales de 2011, cuando cedieron el poder al Partido Popular (PP) tras dos mandatos en los que el país atravesó por una de las peores crisis económicas de su historia.
El estallido de una burbuja inmobiliaria en el 2008 hizo caer a la economía del país en un bajón que se prolongó durante casi seis años y que dejó a uno de cada cuatro trabajadores sin empleo, lo que generó duras críticas contra los socialistas por su manejo de la crisis.
El gobernante PP, en tanto, ha sido golpeado duramente por una serie de escándalos de corrupción y la mayoría de los españoles dicen que no sienten que haya una recuperación económica, en la que Mariano Rajoy basa sus esperanzas para conseguir la reelección como presidente del Gobierno.
Los partidos políticos de España no proclaman necesariamente a su líder como candidato a la presidencia del Gobierno, pero Sánchez ha recibido un fuerte respaldo entre los socialistas para convertirse en su candidato.
"En la agenda de la sociedad española sigue habiendo dos problemas que se llevan nuestras fuerzas, dos desafíos que me comprometo a erradicar: el paro y la corrupción", dijo el líder socialista en su discurso ante cientos de invitados celebrado en el Teatro Circo Price de Madrid.
Sánchez ha logrado estabilizar el respaldo a su partido desde que fue escogido como líder, pero éste se ha mantenido en niveles bajos debido a que los votantes prefieren a nuevas agrupaciones.
El izquierdista Podemos y la agrupación de postura más favorable al mercado Ciudadanos han capitalizado el rechazo a las medidas de austeridad aplicadas durante la crisis y sobre todo el hastío y desengaño ante una clase política considerada alejada de los ciudadanos.
El último sondeo del Centro de Investigaciones Sociológicas publicado en mayo situó al PSOE a sólo 1,3 puntos del PP, que sería la fuerza más votada pero sin la mayoría absoluta que obtuvo hace cuatro años.
Además, una encuesta publicada el domingo en el diario El País concluyó que el aprecio de los votantes por Sánchez está subiendo y lo ubicó en segunda posición por detrás del líder de Ciudadanos, Albert Rivera.
Sánchez forma parte de una generación de jóvenes políticos que como Rivera y el líder de Podemos, Pablo Iglesias, van a enfrentarse a Mariano Rajoy en los próximos comicios, que según las encuestas muestran un panorama de fragmentación parlamentaria.
El opositor Partido Socialista Obrero Español proclamó el domingo a su líder, Pedro Sánchez, como candidato a la presidencia del Gobierno para las elecciones que se celebrarán a fines de año, en la que se prevé será una reñida carrera contra los conservadores gobernantes y nuevas agrupaciones políticas.
Sánchez, de 43 años, fue elegido secretario general del PSOE en julio del año pasado, luego de que los socialistas sufrieron una aplastante derrota frente a un nuevo partido que se opone a las medidas de austeridad en una votación al Parlamento Europeo, lo que motivó la renuncia de su veterano líder Alfredo Pérez Rubalcaba.
Los socialistas han perdido votos de manera sostenida desde la debacle electoral de las elecciones generales de 2011, cuando cedieron el poder al Partido Popular (PP) tras dos mandatos en los que el país atravesó por una de las peores crisis económicas de su historia.
El estallido de una burbuja inmobiliaria en el 2008 hizo caer a la economía del país en un bajón que se prolongó durante casi seis años y que dejó a uno de cada cuatro trabajadores sin empleo, lo que generó duras críticas contra los socialistas por su manejo de la crisis.
El gobernante PP, en tanto, ha sido golpeado duramente por una serie de escándalos de corrupción y la mayoría de los españoles dicen que no sienten que haya una recuperación económica, en la que Mariano Rajoy basa sus esperanzas para conseguir la reelección como presidente del Gobierno.
Los partidos políticos de España no proclaman necesariamente a su líder como candidato a la presidencia del Gobierno, pero Sánchez ha recibido un fuerte respaldo entre los socialistas para convertirse en su candidato.
"En la agenda de la sociedad española sigue habiendo dos problemas que se llevan nuestras fuerzas, dos desafíos que me comprometo a erradicar: el paro y la corrupción", dijo el líder socialista en su discurso ante cientos de invitados celebrado en el Teatro Circo Price de Madrid.
Sánchez ha logrado estabilizar el respaldo a su partido desde que fue escogido como líder, pero éste se ha mantenido en niveles bajos debido a que los votantes prefieren a nuevas agrupaciones.
El izquierdista Podemos y la agrupación de postura más favorable al mercado Ciudadanos han capitalizado el rechazo a las medidas de austeridad aplicadas durante la crisis y sobre todo el hastío y desengaño ante una clase política considerada alejada de los ciudadanos.
El último sondeo del Centro de Investigaciones Sociológicas publicado en mayo situó al PSOE a sólo 1,3 puntos del PP, que sería la fuerza más votada pero sin la mayoría absoluta que obtuvo hace cuatro años.
Además, una encuesta publicada el domingo en el diario El País concluyó que el aprecio de los votantes por Sánchez está subiendo y lo ubicó en segunda posición por detrás del líder de Ciudadanos, Albert Rivera.
Sánchez forma parte de una generación de jóvenes políticos que como Rivera y el líder de Podemos, Pablo Iglesias, van a enfrentarse a Mariano Rajoy en los próximos comicios, que según las encuestas muestran un panorama de fragmentación parlamentaria.
