Segura tiene la manzana rodeada en la AFA
Buenos Aires, Clarín
El predio que la Conmebol tiene en Luque, en las afueras de Asunción, es muy particular. Cuenta con un hotel de cinco estrellas, el Bourbon Conmebol Convention, uno de los más lujosos que ofrece la capital paraguaya. Y en días de tanta convulsión por los escándalos judiciales que involucran a varios dirigentes americanos, puede ofrecerse como un lugar muy apetecible para muchos: desde 1997 tiene inmunidad diplomática aprobada por el Congreso paraguayo, como si se tratara de una embajada, lo que impide su registro o su allanamiento. En ese lugar, el 4 de marzo pasado, el fútbol sudamericano había unificado una postura de cara a las elecciones en la FIFA: aun con grietas, el bloque iba a destinarle su voto a Joseph Blatter, tal como se había hecho en los cuatro comicios anteriores, bajo el monitoreo de Julio Grondona.
Con esa premisa viajó la delegación argentina a Zurich, a principios de la semana pasada. Claro que en el medio voló la paz por los aires: dirigentes detenidos, empresarios prófugos y dudas por el rumbo que debía tomar el bloque. La unidad se rompió y Argentina votó al jordano Alí bin Hussein. "Al sheik", como admitió Rodolfo D'Onofrio. El presidente de River fue el único que habló en Suiza. El resto de la comitiva de la AFA optó por el silencio: el secretario general, Miguel Silva (quien puso el voto), el secretario de Finanzas y Hacienda, José Lemme, y el presidente, Luis Segura. Ellos, en especial Segura, deberán dar explicaciones en Viamonte 1366 sobre lo ocurrido en Zurich: la decisión de no votar a Blatter, no haber consensuado una posición con Brasil y haber difundido el voto.
En el ajedrez de bodevil en que se ha convertido la AFA en los últimos tiempos, Segura afronta un jaque difícil de superar. Ya ni siquiera importa la duda de si, efectivamente, el sobre portado por Silva tenía el nombre de Hussein o el de Blatter, por lo secreto del voto. Sus detractores en la AFA fueron concluyentes: "El penoso papel de Argentina en Suiza es un fin de ciclo". Desde ese sector aseguran que no habrá explicación válida que alcance y que se le pedirá el adelantamiento de las elecciones, programadas para la segunda quincena de octubre. Interpretan que le será muy difícil mantener sus aspiraciones para seguir en el sillón que fuera de Grondona por 35 años. Incluso hoy mismo Segura hablará con dirigentes del Ascenso, aliados suyos en la interna: quieren escuchar de boca del propio ex titular de Argentinos por qué se apoyó al Príncipe. "Más que por seguir a Chile y a Uruguay, le tuvieron miedo a que los salpicara la condena mediática de Blatter en la Argentina", dijo un dirigente de muchos años en la AFA.
Ese punto despertó la ira de Julio Ricardo Grondona. El hijo de Don Julio no va a la AFA y ni siquiera tiene allí una representación de confianza por su club, Arsenal, ya que su relación con Miguel Silva no pasa por el mejor momento. Julito, quien en estas horas se mantuvo en silencio, está que trina con Segura. Julito (quien un par de semanas atrás almorzó con Marcelo Tinelli, en un encuentro que el conductir publicitó en redes sociales) no irá a la AFA a pedirle la renuncia, pero le hará llegar el mensaje de alguna manera. Definitivamente, Segura no está bien visto en la familia Grondona: Humberto, con ironía, también lo maltrató públicamente porque no terció en favor de la Selección Sub 20 ante la negativa de River de ceder a tiempo para el Mundial a Mammana y a Driussi. "Espero que el presidente de la AFA interceda en favor de la Selección como hacía el anterior presidente", soltó Humbertito, picante.
Segura se había ido a Zurich dejando un gesto político: el martes 19, antes de la reunión de Comité Ejecutivo en la que Daniel Angelici renunció a la Vicepresidencia segunda por el escándalo de la Libertadores con River, se reunió con dirigentes de los diez clubes recién ascendidos y les subió un 50% la cuota mensual en concepto de derechos de televisión. Sólo después se lo informó al tesorero Eduardo Spinosa, a quien debía llevar a Zurich y terminó subiendo a Lemme a la comitiva oficial. Otro gesto político de Segura antes del viaje a Suiza fue el acuerdo que alcanzó con José Luis Meiszner (otro que integró la delegación argentina en la FIFA): éste se bajaba de su aspiración en AFA para apoyar al actual presidente, lo que a Segura le garantizaba el apoyo del Ascenso, donde Meiszner tiene en Javier Pipo Marín (titular de Acassuso) un aliado.
Hay algunos que temen que las causas en Estados Unidos (por lavado de dinero y coimas) y Suiza (por la presunta compra de votos de Rusia y Qatar) tengan más derivaciones. De hecho, y mientras los Grondona se mantienen tranquilos por posibles consecuencias familiares ("Que investiguen", dijo ayer Humbertito en Nueva Zelanda), hay dudas sobre el nombre del Co-Conspirador #8 que consta en la investigación del FBI, un secretario general de Conmebol. En ese cargo hubo, en las últimas dos décadas, dos argentinos: Eduardo Deluca y Meiszner, quien se mantiene allí.
El revuelo es grande. Para mañana al mediodía se está convocando a una reunión de los mismos clubes que se encontraron dos semanas atrás en el Hotel Sheraton, encabezados por Armando Pérez. Ese día estuvieron representantes de Independiente, Racing, Newell's, Godoy Cruz, San Martín, Estudiantes, Unión, Atlético de Rafaela, Crucero del Norte, Douglas Haig, Atlético Tucumán e Instituto. Aseguran que mañana habrá nuevos miembros.
La economía de la AFA cruje, y no sólo por culpa de Segura sino de toda la dirigencia, tanto que están emitiendo cheques a 90 días por falta de liquidez. La política está enardecida por la interna por la sucesión y la reunión de Comité Ejecutivo de mañana será caliente. Además, los dirigentes no volverán a reunirse en ese cuerpo hasta después de la Copa América, el 7 o el 14 de julio, según se acomode el calendario por la suerte de la Selección en el torneo que se jugará en Chile del 11 de junio al 4 de julio. Segura está complicado, mientras quienes se paran en la vereda opuesta se mantienen expectantes. Tinelli, por caso, desde el miércoles hasta ayer mantuvo estricto silencio sobre el escándalo FIFA y sus derivaciones. En su programa y en su cuenta de Twitter, donde hizo múltiples comentarios sobre San Lorenzo, Messi, su familia y gestos solidarios, pero ninguno sobre lo ocurrido en Zurich.
El predio que la Conmebol tiene en Luque, en las afueras de Asunción, es muy particular. Cuenta con un hotel de cinco estrellas, el Bourbon Conmebol Convention, uno de los más lujosos que ofrece la capital paraguaya. Y en días de tanta convulsión por los escándalos judiciales que involucran a varios dirigentes americanos, puede ofrecerse como un lugar muy apetecible para muchos: desde 1997 tiene inmunidad diplomática aprobada por el Congreso paraguayo, como si se tratara de una embajada, lo que impide su registro o su allanamiento. En ese lugar, el 4 de marzo pasado, el fútbol sudamericano había unificado una postura de cara a las elecciones en la FIFA: aun con grietas, el bloque iba a destinarle su voto a Joseph Blatter, tal como se había hecho en los cuatro comicios anteriores, bajo el monitoreo de Julio Grondona.
Con esa premisa viajó la delegación argentina a Zurich, a principios de la semana pasada. Claro que en el medio voló la paz por los aires: dirigentes detenidos, empresarios prófugos y dudas por el rumbo que debía tomar el bloque. La unidad se rompió y Argentina votó al jordano Alí bin Hussein. "Al sheik", como admitió Rodolfo D'Onofrio. El presidente de River fue el único que habló en Suiza. El resto de la comitiva de la AFA optó por el silencio: el secretario general, Miguel Silva (quien puso el voto), el secretario de Finanzas y Hacienda, José Lemme, y el presidente, Luis Segura. Ellos, en especial Segura, deberán dar explicaciones en Viamonte 1366 sobre lo ocurrido en Zurich: la decisión de no votar a Blatter, no haber consensuado una posición con Brasil y haber difundido el voto.
En el ajedrez de bodevil en que se ha convertido la AFA en los últimos tiempos, Segura afronta un jaque difícil de superar. Ya ni siquiera importa la duda de si, efectivamente, el sobre portado por Silva tenía el nombre de Hussein o el de Blatter, por lo secreto del voto. Sus detractores en la AFA fueron concluyentes: "El penoso papel de Argentina en Suiza es un fin de ciclo". Desde ese sector aseguran que no habrá explicación válida que alcance y que se le pedirá el adelantamiento de las elecciones, programadas para la segunda quincena de octubre. Interpretan que le será muy difícil mantener sus aspiraciones para seguir en el sillón que fuera de Grondona por 35 años. Incluso hoy mismo Segura hablará con dirigentes del Ascenso, aliados suyos en la interna: quieren escuchar de boca del propio ex titular de Argentinos por qué se apoyó al Príncipe. "Más que por seguir a Chile y a Uruguay, le tuvieron miedo a que los salpicara la condena mediática de Blatter en la Argentina", dijo un dirigente de muchos años en la AFA.
Ese punto despertó la ira de Julio Ricardo Grondona. El hijo de Don Julio no va a la AFA y ni siquiera tiene allí una representación de confianza por su club, Arsenal, ya que su relación con Miguel Silva no pasa por el mejor momento. Julito, quien en estas horas se mantuvo en silencio, está que trina con Segura. Julito (quien un par de semanas atrás almorzó con Marcelo Tinelli, en un encuentro que el conductir publicitó en redes sociales) no irá a la AFA a pedirle la renuncia, pero le hará llegar el mensaje de alguna manera. Definitivamente, Segura no está bien visto en la familia Grondona: Humberto, con ironía, también lo maltrató públicamente porque no terció en favor de la Selección Sub 20 ante la negativa de River de ceder a tiempo para el Mundial a Mammana y a Driussi. "Espero que el presidente de la AFA interceda en favor de la Selección como hacía el anterior presidente", soltó Humbertito, picante.
Segura se había ido a Zurich dejando un gesto político: el martes 19, antes de la reunión de Comité Ejecutivo en la que Daniel Angelici renunció a la Vicepresidencia segunda por el escándalo de la Libertadores con River, se reunió con dirigentes de los diez clubes recién ascendidos y les subió un 50% la cuota mensual en concepto de derechos de televisión. Sólo después se lo informó al tesorero Eduardo Spinosa, a quien debía llevar a Zurich y terminó subiendo a Lemme a la comitiva oficial. Otro gesto político de Segura antes del viaje a Suiza fue el acuerdo que alcanzó con José Luis Meiszner (otro que integró la delegación argentina en la FIFA): éste se bajaba de su aspiración en AFA para apoyar al actual presidente, lo que a Segura le garantizaba el apoyo del Ascenso, donde Meiszner tiene en Javier Pipo Marín (titular de Acassuso) un aliado.
Hay algunos que temen que las causas en Estados Unidos (por lavado de dinero y coimas) y Suiza (por la presunta compra de votos de Rusia y Qatar) tengan más derivaciones. De hecho, y mientras los Grondona se mantienen tranquilos por posibles consecuencias familiares ("Que investiguen", dijo ayer Humbertito en Nueva Zelanda), hay dudas sobre el nombre del Co-Conspirador #8 que consta en la investigación del FBI, un secretario general de Conmebol. En ese cargo hubo, en las últimas dos décadas, dos argentinos: Eduardo Deluca y Meiszner, quien se mantiene allí.
El revuelo es grande. Para mañana al mediodía se está convocando a una reunión de los mismos clubes que se encontraron dos semanas atrás en el Hotel Sheraton, encabezados por Armando Pérez. Ese día estuvieron representantes de Independiente, Racing, Newell's, Godoy Cruz, San Martín, Estudiantes, Unión, Atlético de Rafaela, Crucero del Norte, Douglas Haig, Atlético Tucumán e Instituto. Aseguran que mañana habrá nuevos miembros.
La economía de la AFA cruje, y no sólo por culpa de Segura sino de toda la dirigencia, tanto que están emitiendo cheques a 90 días por falta de liquidez. La política está enardecida por la interna por la sucesión y la reunión de Comité Ejecutivo de mañana será caliente. Además, los dirigentes no volverán a reunirse en ese cuerpo hasta después de la Copa América, el 7 o el 14 de julio, según se acomode el calendario por la suerte de la Selección en el torneo que se jugará en Chile del 11 de junio al 4 de julio. Segura está complicado, mientras quienes se paran en la vereda opuesta se mantienen expectantes. Tinelli, por caso, desde el miércoles hasta ayer mantuvo estricto silencio sobre el escándalo FIFA y sus derivaciones. En su programa y en su cuenta de Twitter, donde hizo múltiples comentarios sobre San Lorenzo, Messi, su familia y gestos solidarios, pero ninguno sobre lo ocurrido en Zurich.