Secretario General de la ONU pide al Consejo de Seguridad que tome cartas en Siria
Naciones Unidas, Reuters
El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, pidió al Consejo de Seguridad que lleve a cabo "acciones con urgencia" en Siria, donde tienen lugar atrocidades y violaciones de los derechos humanos a diario, advirtiendo de que, de no intervenir, el país devastado por la guerra podría caer en un caos aún mayor.
En su informe mensual al Consejo sobre el acceso de la ayuda humanitaria a Siria, al que tuvo acceso Reuters el miércoles, Ban no especificó ninguna acción concreta, pero su antigua asesora jefe, Valerie Amos, pidió en abril un embargo de armas y sanciones para aquellos que violen las leyes humanitarias.
"También pido al Consejo que lleve a cabo acciones con urgencia de cara a las continuas atrocidades y abusos a los derechos humanos que tiene lugar en Siria a diario", escribió Ban en el informe del 23 de junio.
"La falta de acción arrojaría a Siria a un caos aún mayor y privaría al país de un futuro próspero y pacífico".
El Consejo no fue capaz el pasado año de llevar la guerra de Siria, que ya se prolonga durante cuatro años, a la Corte Penal Internacional por crímenes de guerra y contra la humanidad. Rusia, aliada de Siria y con la ayuda de China, vetó la iniciativa y otras tres resoluciones que amenazaban al presidente Bashar al-Assad con sanciones.
Ban dijo que unas 12,2 millones de personas en Siria necesitaban ayuda, incluyendo a más de 5 millones de niños.
En torno a 7,6 millones de sirios han tenido que abandonar su hogar en el interior del país, y más de 4 millones se han marchado rumbo a los países vecinos y el norte de África.
El mediador de las Naciones Unidas para Siria, Staffan de Mistura, continuará las consultas con las distintas partes del conflicto a lo largo del mes de julio, y Ban describió su objetivo de encontrar una solución política a la contienda como "ambicioso, pero no debemos perderlo de vista".
La caída del gobierno sirio tras un movimiento pro-democracia en 2011 llevó a un levantamiento armado. Los miembros del Estado Islámico (EI) se han aprovechado del caos para declarar un califato en Siria e Irak.
Ban dijo que unas 422.000 personas en Siria estaban bajo asedio -228.000 por el Estado Islámico, 167.500 por las fuerzas del gobierno y 26.500 por otros grupos armados.
"El Estado Islámico continúa violando la ley humanitaria internacional y cometiendo abusos a los derechos humanos", dijo Ban.
Agregó que el 5 de mayo las Naciones Unidas recibieron informes que aseguraban que el EI había crucificado y asesinado a un joven de 15 años acusado de robar dinero y armas de un vehículo, y otro hombre fue decapitado por robo el 14 de mayo.
Ban dijo que también le preocupaba que el gobierno sirio "seguía lanzando bombas indiscriminadamente sobre civiles indefensos en barrios muy poblados" y "el uso indiscriminado e implacable de morteros y bombardeos sobre barrios residenciales por parte de grupos armados que combaten al estado".
El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, pidió al Consejo de Seguridad que lleve a cabo "acciones con urgencia" en Siria, donde tienen lugar atrocidades y violaciones de los derechos humanos a diario, advirtiendo de que, de no intervenir, el país devastado por la guerra podría caer en un caos aún mayor.
En su informe mensual al Consejo sobre el acceso de la ayuda humanitaria a Siria, al que tuvo acceso Reuters el miércoles, Ban no especificó ninguna acción concreta, pero su antigua asesora jefe, Valerie Amos, pidió en abril un embargo de armas y sanciones para aquellos que violen las leyes humanitarias.
"También pido al Consejo que lleve a cabo acciones con urgencia de cara a las continuas atrocidades y abusos a los derechos humanos que tiene lugar en Siria a diario", escribió Ban en el informe del 23 de junio.
"La falta de acción arrojaría a Siria a un caos aún mayor y privaría al país de un futuro próspero y pacífico".
El Consejo no fue capaz el pasado año de llevar la guerra de Siria, que ya se prolonga durante cuatro años, a la Corte Penal Internacional por crímenes de guerra y contra la humanidad. Rusia, aliada de Siria y con la ayuda de China, vetó la iniciativa y otras tres resoluciones que amenazaban al presidente Bashar al-Assad con sanciones.
Ban dijo que unas 12,2 millones de personas en Siria necesitaban ayuda, incluyendo a más de 5 millones de niños.
En torno a 7,6 millones de sirios han tenido que abandonar su hogar en el interior del país, y más de 4 millones se han marchado rumbo a los países vecinos y el norte de África.
El mediador de las Naciones Unidas para Siria, Staffan de Mistura, continuará las consultas con las distintas partes del conflicto a lo largo del mes de julio, y Ban describió su objetivo de encontrar una solución política a la contienda como "ambicioso, pero no debemos perderlo de vista".
La caída del gobierno sirio tras un movimiento pro-democracia en 2011 llevó a un levantamiento armado. Los miembros del Estado Islámico (EI) se han aprovechado del caos para declarar un califato en Siria e Irak.
Ban dijo que unas 422.000 personas en Siria estaban bajo asedio -228.000 por el Estado Islámico, 167.500 por las fuerzas del gobierno y 26.500 por otros grupos armados.
"El Estado Islámico continúa violando la ley humanitaria internacional y cometiendo abusos a los derechos humanos", dijo Ban.
Agregó que el 5 de mayo las Naciones Unidas recibieron informes que aseguraban que el EI había crucificado y asesinado a un joven de 15 años acusado de robar dinero y armas de un vehículo, y otro hombre fue decapitado por robo el 14 de mayo.
Ban dijo que también le preocupaba que el gobierno sirio "seguía lanzando bombas indiscriminadamente sobre civiles indefensos en barrios muy poblados" y "el uso indiscriminado e implacable de morteros y bombardeos sobre barrios residenciales por parte de grupos armados que combaten al estado".