Santos pide un cambio en la lucha global contra las drogas
El presidente colombiano promueve una estrategia que “produzca mejores resultados que los que se han alcanzado”
Javier Lafuente
Bogotá, El País
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, pidió este martes un cambio en el enfoque de la lucha contra las drogas a nivel mundial que implique la promoción de una cultura de la legalidad para "superar el todo vale, el culto a la mafia y a la violencia". El mandatario aseguró que para ello hay que "trabajar en la prevención del consumo y en la atención en salud a los consumidores".
Durante el discurso inaugural de la Conferencia Internacional de Control de Drogas, celebrada en Cartagena de Indias ante representantes de 106 países, Santos admitió el fracaso de la política actual de erradicación al recordar que hace 54 años, con la firma de la Convención Única de la ONU sobre Estupefacientes "el mundo inició una guerra y no se ha ganado todavía". "Hemos gastado billones de dólares en una guerra con resultados importantes –sin duda– pero insuficientes; billones que deberían haberse invertido en hospitales, colegios, viviendas para los más pobres y generación de empleo...", añadió Santos, para quién lo que se necesita "más que una guerra, es la suma de unas medidas inteligentes, bien diseñadas, bien ejecutadas y centradas en la gente, que produzcan mejores resultados que los que hemos alcanzado hasta ahora".
Las palabras del presidente van en la misma línea que la posición que, desde hace años, mantienen algunos exmandatarios latinoamericanos, como el colombiano César Gaviria, el brasileño Fernando Henrique Cardoso o el mexicano Ernesto Zedillo, o intelectuales como el Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa. Todos ellos abogan por abordar la legalización para tratar de erradicar el narcotráfico. También el presidente colombiano se ha mostrado en más de una ocasión proclive a modificar la estrategia en la lucha contra el narcotráfico. Santos fue el impulsor del Informe sobre el Problema de las Drogas a partir del cual, hace dos años, la Organización de Estados Americanos (OEA) recomendó que se despenalizara el consumo de drogas en América
El llamamiento de Santos se produce dos semanas después de que el Consejo Nacional de Estupefacientes de Colombia, a sugerencia del presidente, suspendiese las fumigaciones de cultivos de coca con glifosato, un herbicida considerado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como un posible causante del cáncer. La medida, muy criticada entre la oposición al considerarla una cesión ante la guerrilla de las FARC en el marco de las negociaciones que se desarrollan en La Habana desde hace casi tres años. La guerrilla se ha comprometido, en caso de que se firme un acuerdo de paz, a romper sus vínculos con el narcotráfico, una medida que fue en su día aplaudida por Estados Unidos. Sin embargo, la decisión de suspender las fumigaciones supuso un giro en la lucha contra las drogas en Colombia, especialmente ante Estados Unidos, que considera el glifosato una sustancia segura.
"Es evidente que cuando hablamos de la guerra contra las drogas estamos dejando de lado muchos elementos para construir una política integral de drogas", incidió Santos. El mandatario considera que el nuevo camino que se ha de tomar implica "atacar el vínculo entre las drogas y el circuito financiero, previniendo la entrada de dinero ilícito a la economía. Parte de la discusión que los expertos y los científicos deben dar es si la descriminalización o la regulación del consumo de drogas tendrían efectos positivos, negativos o neutros.
Colombia ha estado durante décadas inmersa en la lucha contra el narcotráfico, que llegó a ser una amenaza a la estabilidad nacional. En su intervención, Santos recordó que el fin de los cárteles generó "un proceso de transformación del crimen, interno y externo". El presidente aportó varios datos significativos: desde 1993 hasta hoy se produjeron 995.000 capturas por narcotráfico; desde agosto de 2010, en Colombia se han incautado 820 toneladas de cocaína. "Esto significa que, a precios de mercado en Estados Unidos, los narcotraficantes dejaron de percibir ganancias por algo más de 24.000 millones de dólares", recalcó.
Javier Lafuente
Bogotá, El País
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, pidió este martes un cambio en el enfoque de la lucha contra las drogas a nivel mundial que implique la promoción de una cultura de la legalidad para "superar el todo vale, el culto a la mafia y a la violencia". El mandatario aseguró que para ello hay que "trabajar en la prevención del consumo y en la atención en salud a los consumidores".
Durante el discurso inaugural de la Conferencia Internacional de Control de Drogas, celebrada en Cartagena de Indias ante representantes de 106 países, Santos admitió el fracaso de la política actual de erradicación al recordar que hace 54 años, con la firma de la Convención Única de la ONU sobre Estupefacientes "el mundo inició una guerra y no se ha ganado todavía". "Hemos gastado billones de dólares en una guerra con resultados importantes –sin duda– pero insuficientes; billones que deberían haberse invertido en hospitales, colegios, viviendas para los más pobres y generación de empleo...", añadió Santos, para quién lo que se necesita "más que una guerra, es la suma de unas medidas inteligentes, bien diseñadas, bien ejecutadas y centradas en la gente, que produzcan mejores resultados que los que hemos alcanzado hasta ahora".
Las palabras del presidente van en la misma línea que la posición que, desde hace años, mantienen algunos exmandatarios latinoamericanos, como el colombiano César Gaviria, el brasileño Fernando Henrique Cardoso o el mexicano Ernesto Zedillo, o intelectuales como el Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa. Todos ellos abogan por abordar la legalización para tratar de erradicar el narcotráfico. También el presidente colombiano se ha mostrado en más de una ocasión proclive a modificar la estrategia en la lucha contra el narcotráfico. Santos fue el impulsor del Informe sobre el Problema de las Drogas a partir del cual, hace dos años, la Organización de Estados Americanos (OEA) recomendó que se despenalizara el consumo de drogas en América
El llamamiento de Santos se produce dos semanas después de que el Consejo Nacional de Estupefacientes de Colombia, a sugerencia del presidente, suspendiese las fumigaciones de cultivos de coca con glifosato, un herbicida considerado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como un posible causante del cáncer. La medida, muy criticada entre la oposición al considerarla una cesión ante la guerrilla de las FARC en el marco de las negociaciones que se desarrollan en La Habana desde hace casi tres años. La guerrilla se ha comprometido, en caso de que se firme un acuerdo de paz, a romper sus vínculos con el narcotráfico, una medida que fue en su día aplaudida por Estados Unidos. Sin embargo, la decisión de suspender las fumigaciones supuso un giro en la lucha contra las drogas en Colombia, especialmente ante Estados Unidos, que considera el glifosato una sustancia segura.
"Es evidente que cuando hablamos de la guerra contra las drogas estamos dejando de lado muchos elementos para construir una política integral de drogas", incidió Santos. El mandatario considera que el nuevo camino que se ha de tomar implica "atacar el vínculo entre las drogas y el circuito financiero, previniendo la entrada de dinero ilícito a la economía. Parte de la discusión que los expertos y los científicos deben dar es si la descriminalización o la regulación del consumo de drogas tendrían efectos positivos, negativos o neutros.
Colombia ha estado durante décadas inmersa en la lucha contra el narcotráfico, que llegó a ser una amenaza a la estabilidad nacional. En su intervención, Santos recordó que el fin de los cárteles generó "un proceso de transformación del crimen, interno y externo". El presidente aportó varios datos significativos: desde 1993 hasta hoy se produjeron 995.000 capturas por narcotráfico; desde agosto de 2010, en Colombia se han incautado 820 toneladas de cocaína. "Esto significa que, a precios de mercado en Estados Unidos, los narcotraficantes dejaron de percibir ganancias por algo más de 24.000 millones de dólares", recalcó.