Ollanta Humala solo cuenta con el 10% de apoyo social

El presidente de Perú vive sus horas más bajas tras criticar a la Corte de Derechos Humanos y el matrimonio gay

Jacqueline Fowks
Lima, El País
Desde el Gobierno de Alejandro Toledo (2001-2006) las cifras de aprobación presidencial no caían tanto como ahora: una encuesta urbana nacional de GfK difundida ayer por el diario La República indica que solo un 10% de los peruanos aprueba la forma en que el presidente Ollanta Humala conduce su Gobierno. En la misma semana, otra encuesta, de Datum, ha revelado que crece la preferencia por el autoritarismo en el país: cuatro de cada 10 peruanos simpatiza con recortar la libertad de expresión, limitar el ingreso de productos extranjeros, controlar la homosexualidad, y una mayor participación del Estado en todas las cuestiones.


En este contexto, mientras algunos analistas políticos expresaban su preocupación por el aumento de esa tendencia, el presidente peruano volvió a mostrar empatía con posiciones autoritarias. El viernes, en declaraciones a la prensa en Ayacucho (sierra sur) anunció que posiblemente no cumplirá una sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) si ordena al Estado peruano una indemnización a familiares de un miembro del grupo terrorista Movimiento Revolucionario Túpac Amaru que fue ejecutado extrajudicialmente al final del rescate de los rehenes de la casa del embajador de Japón en abril de 1997.

“No le voy a soltar ni un sol a los terrucos (terroristas) que asesinaron, ni a sus familiares, así mande lo que mande la Corte”, dijo el jefe de Estado acerca de la sentencia que el ente supranacional emitirá sobre el caso Chavín de Huántar, nombre del grupo de élite del Ejército a cargo de la exitosa operación de rescate. Según peritajes forenses y la defensa de la parte civil, Eduardo Cruz, el emerretista alias Tito, recibió un disparo en la nuca después del enfrentamiento, fuera del edificio principal, y cuando ya se había rendido. En 2002, el ministro de Defensa, Aurelio Loret de Mola denominó “gallinazos” a los agentes del Servicio de Inteligencia Nacional que entraron al lugar 14 minutos después del final de la Operación Chavín de Huántar armados y con los rostros cubiertos por pasamontañas. El proceso judicial en Perú exculpó a los comandos Chavín de Huántar de esta muerte, pero aunque el caso sigue abierto, aún no han sido citados los agentes.

Con su anuncio, Humala reforzó una tensión iniciada a mitad de semana entre el ministro de Justicia, Gustavo Adrianzén, y el nuevo magistrado de la CIDH, Francisco Eguiguren, quien en una entrevista comentó que el Estado peruano tiene las de perder en este caso en la Corte. Adrianzén replicó que él era optimista: “Será una buena sentencia si conseguimos que de ninguna manera se toque a nuestros héroes comandos Chavín de Huántar y se establezca contra el Estado el pago de reparaciones a familiares de presuntas víctimas”, añadió el sábado el ministro de Justicia.

Ese día, consultado por la prensa acerca del matrimonio igualitario aprobado por la Corte Suprema de EEUU, el jefe de Estado peruano volvió a hacer un guiño al sector conservador y autoritario. “Yo tengo una opinión, pero tengo que respetar los temas de asuntos internos de cada país, no puedo criticar eso. Cada país tiene sus particularidades y sus propias realidades y no necesariamente una cosa que funciona en un país puede funcionar en nuestro país y viceversa, somos realidades distintas”, comentó.

La caída de Humala en las encuestas, al igual que su esposa, Nadine Heredia, coincide con las investigaciones fiscales de depósitos bancarios sospechosos en las cuentas de Heredia y sus familiares desde 2005, un año antes de que entrara con su esposo en política.

Según la encuesta GfK, para el 73% de los peruanos ser honesto en política consiste en “cumplir con lo que se promete”, y un 24% lo entiende como “no robar”. El director de la encuestadora señala que la caída en la aprobación se debe a que Humala ofreció ser un político diferente, “pero ahora el nacionalismo (el partido de Humala) en el ojo ciudadano es un grupo más de los ya conocidos”.

La misma encuesta presenta a Keiko Fujimori con la mayor intención de voto para las elecciones presidenciales de 2016, con un 30% de las preferencias.

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