No es la primera vez que pasa: Makelele, Özil, Ángel Di María...
Madrid, AS
Florentino siempre vuelca sus esfuerzos y el dinero del Madrid en fichar a sus galácticos de cada verano. En cambio, escatima al valorar a aquellos jugadores de su plantilla que considera ‘clase media’, pilares para el entrenador de turno pero que a él no le motivan. Como Ramos.
No es la primera vez que Florentino actúa así. La marcha de Makelele en 2003 es el ejemplo perfecto de cómo piensa el presidente. El mediocentro, que era el jugador que daba equilibrio a ese Madrid galáctico cargado de estrellas con poca vocación defensiva, le pidió un aumento de sueldo: pasar de cobrar 1,8 millones netos por año a 3. Consideraba que su 13º puesto en la escala de salarios no reflejaba su rendimiento en el campo. Además, ese verano Florentino acababa de añadir un cromo más a su colección: Beckham, que cobraría 6 millones, lo que entonces ganaban Figo, Zidane, Ronaldo... Pero el presidente se negó en rotundo.
Makelele (tenía 30 años) amenazó con marcharse y se negó a entrenar. “Es imposible que vuelva a jugar con el Madrid”, dijo su agente. Tenía una oferta del Chelsea. Tras varios días de tensión (con denuncia del Madrid a la FIFA incluida), Florentino le obligó a jugar la ida de la Supercopa ante el Mallorca con la promesa de dejarle marchar, y “así no parecerá que hemos perdido el pulso”. Disputó 36 minutos y días después se fue al Chelsea por 24 millones.
“El principal cambio es la salida de Makelele, pero no hay que olvidar que ha llegado Beckham. No le echaremos de menos, no pasaba el balón más de tres metros”, declaró Florentino a France Football. Resumen de su libro de estilo. Pero el tiempo demostró su error. La salida del francés supuso el derrumbe del Madrid galáctico...
Diez años después, Özil también acabó yéndose. Quería pasar de cobrar cinco millones a siete. Florentino, que necesitaba el dinero para pagar el fichaje de Bale (101), acabó vendiéndole al Arsenal por 45. Y el verano pasado, Di María, pieza básica para Ancelotti en la Décima, también pidió una mejora y acabó en el United. Florentino le vendió por 75 millones, que paliaron los 80 millones de gasto en el fichaje de James...
Florentino siempre vuelca sus esfuerzos y el dinero del Madrid en fichar a sus galácticos de cada verano. En cambio, escatima al valorar a aquellos jugadores de su plantilla que considera ‘clase media’, pilares para el entrenador de turno pero que a él no le motivan. Como Ramos.
No es la primera vez que Florentino actúa así. La marcha de Makelele en 2003 es el ejemplo perfecto de cómo piensa el presidente. El mediocentro, que era el jugador que daba equilibrio a ese Madrid galáctico cargado de estrellas con poca vocación defensiva, le pidió un aumento de sueldo: pasar de cobrar 1,8 millones netos por año a 3. Consideraba que su 13º puesto en la escala de salarios no reflejaba su rendimiento en el campo. Además, ese verano Florentino acababa de añadir un cromo más a su colección: Beckham, que cobraría 6 millones, lo que entonces ganaban Figo, Zidane, Ronaldo... Pero el presidente se negó en rotundo.
Makelele (tenía 30 años) amenazó con marcharse y se negó a entrenar. “Es imposible que vuelva a jugar con el Madrid”, dijo su agente. Tenía una oferta del Chelsea. Tras varios días de tensión (con denuncia del Madrid a la FIFA incluida), Florentino le obligó a jugar la ida de la Supercopa ante el Mallorca con la promesa de dejarle marchar, y “así no parecerá que hemos perdido el pulso”. Disputó 36 minutos y días después se fue al Chelsea por 24 millones.
“El principal cambio es la salida de Makelele, pero no hay que olvidar que ha llegado Beckham. No le echaremos de menos, no pasaba el balón más de tres metros”, declaró Florentino a France Football. Resumen de su libro de estilo. Pero el tiempo demostró su error. La salida del francés supuso el derrumbe del Madrid galáctico...
Diez años después, Özil también acabó yéndose. Quería pasar de cobrar cinco millones a siete. Florentino, que necesitaba el dinero para pagar el fichaje de Bale (101), acabó vendiéndole al Arsenal por 45. Y el verano pasado, Di María, pieza básica para Ancelotti en la Décima, también pidió una mejora y acabó en el United. Florentino le vendió por 75 millones, que paliaron los 80 millones de gasto en el fichaje de James...