NBA: "¿David contra Goliat? Goliat es LeBron y juega en los Cavs"
Miami, As
En el ecosistema del Oracle Arena, cuando los entrenamientos y comparecencias ante la prensa reúnen a todo el entramado de las Finales NBA, flota una extraña sensación de flacidez. La bola de energía que emanó de la cancha tras el fantástico primer partido parece haber desaparecido con la lesión de Kyrie Irving. Quien más quien menos, todo el mundo da ya el anillo a los Warriors y las cábalas se basan más en si LeBron, casi por sí solo, será capaz de ganar uno o dos partidos antes de que los Warriors sean campeones. La lógica apunta en esa dirección desde luego pero al mismo tiempo eso genera en los de la Bahía esa extraña desconfianza que combate el exceso de confianza y alimenta una rabia casi rebelde en los Cavaliers. Por eso el segundo partido es instrumental: o revolución a lomos de LeBron o un 2-0 que, ya sí, empezaría a oler a jaque mate.
LeBron: “Este es uno de mis mayores retos”
En el bando cavalier se habla desde la perspectiva de quien es especialmente peligroso porque ya no tiene nada que perder. David Blatt pone en perspectiva las ausencias con la híper motivación y la competitividad de sus jugadores: “Ya sabemos encontrar la forma de ganar partidos a pesar de los problemas. Lo hicimos en la eliminatoria contra Chicago también sin Kevin Love y con Kyrie Irving muy limitado y sin jugar un par de partidos. Y contra Atlanta, exactamente igual. Eso demuestra el trabajo que ha hecho y hace este equipo y eso hace que nos merezcamos tener todavía cierto crédito. LeBron sabe que tiene que asumir todavía más responsabilidad y ha demostrado que sabe hacerlo de la mejor manera posible. Ahora más que nunca, tenemos que ser un equipo por encima de las individualidades. Lo sabemos, lo entendemos y vamos a por todas tratando de, otra vez, encontrar una manera de salir adelante. Vamos a jugar para ganar el partido. No pedimos compasión ni la vamos a esperar. Vamos a salir a ganar. Punto”.
Desde luego, cualquier mensaje victimista haría diana en la moral de unas tropas que trabajan para reforzar su confianza. El general manager David Griffin pone de su parte: “Claro que preferiríamos tener a los jugadores con más talento pero al menos podemos dar gracias de tener la mentalidad que tenemos como equipo. Hemos superado adversidades en las anteriores rondas pero está claro que los Warriors son mejores que nuestros anteriores rivales. Aun así, me cuesta vernos como David jugando contra Goliat porque Goliat es uno de los jugadores de los Cavaliers: cuando tienes un jugador como LeBron no sé hasta qué punto llegas a ser de verdad la víctima propiciatoria de nadie”.
Y LeBron, del que todos hablan, se muestra especialmente seguro de que ni están muertos ni será fácil matarles: “Ya éramos la víctima antes de empezar la final y viendo ahora que todo el mundo nos da por muertos tras la lesión de Kyrie… Muy bien, perfecto. Mi tarea es motivar a mis compañeros y estar seguro de que estaremos preparados cuando comience el partido. Y lo vamos a estar. Lo de Kyrie me duele a nivel personal, me duele por él y me duele por mi equipo, especialmente una vez que habíamos conseguido llegar hasta aquí. En una final se trata de estar al máximo de tu capacidad, más cuando te enfrentas a un rival tan duro como los Warriors. Es una situación difícil, muy difícil, pero tenemos que dar todos un paso adelante. Personalmente, desde que empezó la temporada he repetido que iba a ser uno de mis mayores desafíos. Y todo lo que está pasando hace que lo sea todavía más, claro. Estamos muy justos de personal pero los que quedamos aceptamos el desafío. Estamos deseando pelear contra las adversidades”.
Kerr: “El reto sigue siendo gigantesco”
A los Cavs les toca reivindicarse y a los Warriors, cultivar su cautela. Steve Kerr recuerda el susto del primer partido como punto claro de arranque: “Seguimos teniendo delante un reto enorme. El otro día, en el primer partido, no jugamos especialmente bien. En realidad tenemos suerte de estar 1-0 porque estuvimos a centímetros de estar 0-1. El tiro de Shumpert casi entra. Desde mi posición de hecho yo lo vi dentro…Si ahora bajamos el ritmo y nos confiamos, será que no hemos estado a la altura ni individual ni colectivamente”.
Curry también recuerda que su presentación en el primer partido no fue la mejor: “Tenemos que jugar con disciplina desde el principio. Tenemos que entender cómo juega LeBron y no olvidar que le rodean jugadores con mucho talento. No podemos centrarnos sólo en él. Sin Kyrie van a jugar distinto. Hemos visto los partidos contra Atlanta y sabemos qué tenemos que hacer y según ese plan tenemos que salir a jugar con la máxima concentración desde el principio”.
Y Draymond Green, uno de los que más margen de mejora tiene con respecto a lo que mostró el jueves, también advierte: “Seguimos teniendo delante a un gran equipo. Incluso sin Kyrie tienen un muy buen quinteto. Van a salir a jugar al máximo. Jugará Dellavedova y jugarán otras jugadores, supongo que Mike Miller, por ejemplo. Sea como sea, van a salir a la pista a darlo todo y a competir como lo han hecho en todos los partidos. Así que nosotros tenemos que comenzar mucho más metidos en el partido de lo que lo hicimos el primer día”.
En el ecosistema del Oracle Arena, cuando los entrenamientos y comparecencias ante la prensa reúnen a todo el entramado de las Finales NBA, flota una extraña sensación de flacidez. La bola de energía que emanó de la cancha tras el fantástico primer partido parece haber desaparecido con la lesión de Kyrie Irving. Quien más quien menos, todo el mundo da ya el anillo a los Warriors y las cábalas se basan más en si LeBron, casi por sí solo, será capaz de ganar uno o dos partidos antes de que los Warriors sean campeones. La lógica apunta en esa dirección desde luego pero al mismo tiempo eso genera en los de la Bahía esa extraña desconfianza que combate el exceso de confianza y alimenta una rabia casi rebelde en los Cavaliers. Por eso el segundo partido es instrumental: o revolución a lomos de LeBron o un 2-0 que, ya sí, empezaría a oler a jaque mate.
LeBron: “Este es uno de mis mayores retos”
En el bando cavalier se habla desde la perspectiva de quien es especialmente peligroso porque ya no tiene nada que perder. David Blatt pone en perspectiva las ausencias con la híper motivación y la competitividad de sus jugadores: “Ya sabemos encontrar la forma de ganar partidos a pesar de los problemas. Lo hicimos en la eliminatoria contra Chicago también sin Kevin Love y con Kyrie Irving muy limitado y sin jugar un par de partidos. Y contra Atlanta, exactamente igual. Eso demuestra el trabajo que ha hecho y hace este equipo y eso hace que nos merezcamos tener todavía cierto crédito. LeBron sabe que tiene que asumir todavía más responsabilidad y ha demostrado que sabe hacerlo de la mejor manera posible. Ahora más que nunca, tenemos que ser un equipo por encima de las individualidades. Lo sabemos, lo entendemos y vamos a por todas tratando de, otra vez, encontrar una manera de salir adelante. Vamos a jugar para ganar el partido. No pedimos compasión ni la vamos a esperar. Vamos a salir a ganar. Punto”.
Desde luego, cualquier mensaje victimista haría diana en la moral de unas tropas que trabajan para reforzar su confianza. El general manager David Griffin pone de su parte: “Claro que preferiríamos tener a los jugadores con más talento pero al menos podemos dar gracias de tener la mentalidad que tenemos como equipo. Hemos superado adversidades en las anteriores rondas pero está claro que los Warriors son mejores que nuestros anteriores rivales. Aun así, me cuesta vernos como David jugando contra Goliat porque Goliat es uno de los jugadores de los Cavaliers: cuando tienes un jugador como LeBron no sé hasta qué punto llegas a ser de verdad la víctima propiciatoria de nadie”.
Y LeBron, del que todos hablan, se muestra especialmente seguro de que ni están muertos ni será fácil matarles: “Ya éramos la víctima antes de empezar la final y viendo ahora que todo el mundo nos da por muertos tras la lesión de Kyrie… Muy bien, perfecto. Mi tarea es motivar a mis compañeros y estar seguro de que estaremos preparados cuando comience el partido. Y lo vamos a estar. Lo de Kyrie me duele a nivel personal, me duele por él y me duele por mi equipo, especialmente una vez que habíamos conseguido llegar hasta aquí. En una final se trata de estar al máximo de tu capacidad, más cuando te enfrentas a un rival tan duro como los Warriors. Es una situación difícil, muy difícil, pero tenemos que dar todos un paso adelante. Personalmente, desde que empezó la temporada he repetido que iba a ser uno de mis mayores desafíos. Y todo lo que está pasando hace que lo sea todavía más, claro. Estamos muy justos de personal pero los que quedamos aceptamos el desafío. Estamos deseando pelear contra las adversidades”.
Kerr: “El reto sigue siendo gigantesco”
A los Cavs les toca reivindicarse y a los Warriors, cultivar su cautela. Steve Kerr recuerda el susto del primer partido como punto claro de arranque: “Seguimos teniendo delante un reto enorme. El otro día, en el primer partido, no jugamos especialmente bien. En realidad tenemos suerte de estar 1-0 porque estuvimos a centímetros de estar 0-1. El tiro de Shumpert casi entra. Desde mi posición de hecho yo lo vi dentro…Si ahora bajamos el ritmo y nos confiamos, será que no hemos estado a la altura ni individual ni colectivamente”.
Curry también recuerda que su presentación en el primer partido no fue la mejor: “Tenemos que jugar con disciplina desde el principio. Tenemos que entender cómo juega LeBron y no olvidar que le rodean jugadores con mucho talento. No podemos centrarnos sólo en él. Sin Kyrie van a jugar distinto. Hemos visto los partidos contra Atlanta y sabemos qué tenemos que hacer y según ese plan tenemos que salir a jugar con la máxima concentración desde el principio”.
Y Draymond Green, uno de los que más margen de mejora tiene con respecto a lo que mostró el jueves, también advierte: “Seguimos teniendo delante a un gran equipo. Incluso sin Kyrie tienen un muy buen quinteto. Van a salir a jugar al máximo. Jugará Dellavedova y jugarán otras jugadores, supongo que Mike Miller, por ejemplo. Sea como sea, van a salir a la pista a darlo todo y a competir como lo han hecho en todos los partidos. Así que nosotros tenemos que comenzar mucho más metidos en el partido de lo que lo hicimos el primer día”.