Jefe de Banco de Japón modera advertencia, dice caída de yen no es tan perjudicial
Tokio, Reuters
El gobernador del Banco de Japón, Haruhiko Kuroda, dijo el viernes que la debilidad del yen no está causando estragos en la economía, moderando una advertencia que hizo recientemente a los mercados por una caída precipitada de la divisa.
El funcionario también desestimó la postura de algunos inversores respecto a que el banco central podría verse forzado a frenar la expansión de su política monetaria por el impacto en el yen, cuya depreciación eleva los gastos de las familias a partir del aumento de los precios de las importaciones.
"Por el momento, no creo que el declive del yen esté infligiendo un daño severo a la economía de Japón", dijo Kuroda a periodistas. "No hay absolutamente nada de cierto en la afirmación de que la debilidad del yen privará de flexibilidad a la política monetaria", explicó.
El Banco de Japón (BoJ por sus siglas en inglés) votó a favor de mantener su actual estrategia de incrementar la base de dinero a un ritmo anual de 80 billones de yenes (650.000 millones de dólares) a través de agresivas compras de activos.
La entidad también mantuvo su evaluación positiva de la economía, puesto que continúa recuperándose.
El BoJ también revisó al alza su evaluación en la inversión en vivienda para decir que "parecía estar rebotando". El mes pasado, dijo que la inversión en vivienda estaba tocando un piso con algunas señales de un rebote.
Kuroda reiteró que espera que la inflación al consumidor alcance el objetivo del BoJ de un 2 por ciento en torno a abril-septiembre del 2016, un plazo que muchos analistas creen que es demasiado optimista.
"Las condiciones de empleo e ingresos han mejorado constantemente y continuarán recuperándose", sostuvo.
Japón emergió de la recesión el año pasado por un aumento de los gastos de capital y de los consumidores, que se recuperaron de los efectos de un alza del impuesto a las ventas (IVA).
Los precios bajos del crudo han llevado a muchos analistas a dudar de que la inflación vaya a acelerarse de acuerdo a las proyecciones del Banco de Japón.
Analistas esperan que el BoJ flexibilice más su política monetaria en octubre, aunque algunos analistas ya no estiman que la autoridad tomará más medidas, después de las sólidas cifras de crecimiento del cuarto trimestre.
Algunos analistas dicen que el BoJ podría ser más cauteloso ante el alivio cuantitativo por las preocupaciones sobre la depreciación del yen, un factor que podría generar críticas entre los legisladores.
Kuroda generó una breve alza del yen la semana pasada cuando dijo al Parlamento que el tipo de cambio efectivamente estaba "demasiado bajo".
Desde entonces el yen ha cotizado en un rango de entre 121 y 124 yenes por dólar, un nivel que muchas empresas consideran apropiado.
El gobernador del Banco de Japón, Haruhiko Kuroda, dijo el viernes que la debilidad del yen no está causando estragos en la economía, moderando una advertencia que hizo recientemente a los mercados por una caída precipitada de la divisa.
El funcionario también desestimó la postura de algunos inversores respecto a que el banco central podría verse forzado a frenar la expansión de su política monetaria por el impacto en el yen, cuya depreciación eleva los gastos de las familias a partir del aumento de los precios de las importaciones.
"Por el momento, no creo que el declive del yen esté infligiendo un daño severo a la economía de Japón", dijo Kuroda a periodistas. "No hay absolutamente nada de cierto en la afirmación de que la debilidad del yen privará de flexibilidad a la política monetaria", explicó.
El Banco de Japón (BoJ por sus siglas en inglés) votó a favor de mantener su actual estrategia de incrementar la base de dinero a un ritmo anual de 80 billones de yenes (650.000 millones de dólares) a través de agresivas compras de activos.
La entidad también mantuvo su evaluación positiva de la economía, puesto que continúa recuperándose.
El BoJ también revisó al alza su evaluación en la inversión en vivienda para decir que "parecía estar rebotando". El mes pasado, dijo que la inversión en vivienda estaba tocando un piso con algunas señales de un rebote.
Kuroda reiteró que espera que la inflación al consumidor alcance el objetivo del BoJ de un 2 por ciento en torno a abril-septiembre del 2016, un plazo que muchos analistas creen que es demasiado optimista.
"Las condiciones de empleo e ingresos han mejorado constantemente y continuarán recuperándose", sostuvo.
Japón emergió de la recesión el año pasado por un aumento de los gastos de capital y de los consumidores, que se recuperaron de los efectos de un alza del impuesto a las ventas (IVA).
Los precios bajos del crudo han llevado a muchos analistas a dudar de que la inflación vaya a acelerarse de acuerdo a las proyecciones del Banco de Japón.
Analistas esperan que el BoJ flexibilice más su política monetaria en octubre, aunque algunos analistas ya no estiman que la autoridad tomará más medidas, después de las sólidas cifras de crecimiento del cuarto trimestre.
Algunos analistas dicen que el BoJ podría ser más cauteloso ante el alivio cuantitativo por las preocupaciones sobre la depreciación del yen, un factor que podría generar críticas entre los legisladores.
Kuroda generó una breve alza del yen la semana pasada cuando dijo al Parlamento que el tipo de cambio efectivamente estaba "demasiado bajo".
Desde entonces el yen ha cotizado en un rango de entre 121 y 124 yenes por dólar, un nivel que muchas empresas consideran apropiado.