ITEI denuncia que la policía usó tortura sicológica en el caso Belaunde
La Paz, ANF
El Instituto de Terapia e Investigación contra la Tortura (ITEI) denunció que en el caso de la fuga del empresario peruano Martín Belaunde la policía utilizó tortura sicológica para “quebrar” a los involucrados y obtener “confesiones”.
“El ministerio de Gobierno tenía razón, no ha habido tortura física contra ninguno de ellos (de los detenidos), pero lo que ha sido un quiebre es cuando fueron amenazados con detención. Al Curaca Blanco (Yuliano Arista) lo amenazaron con detener a su hija y familiares, eso lo quebró y lo puso dispuesto a firmar lo que sea con tal de defender a su familia”, señaló el activista y terapeuta del ITEI, Andrés Gaurtier, a Cadena A.
Indicó que similar situación ocurrió con la hija de Arista porque “cuando ella fue detenida se la amenazó para detener a su padre y llevarlo a la cárcel”.
Las conclusiones de Gautier son el resultado de seis entrevistas realizadas a familiares y parientes cercanos de Martín Belaunde, caso donde –según su criterio- “hubo detenciones por contagio” ya que “muchos no tienen nada que ver con el caso”.
El 24 de mayo, Martín Belaunde, excolaborador del presidente peruano, Ollanta Humala, y acusado en su país de corrupción, se fugó de su detención domiciliaria en La Paz. La policía, junto al ministerio Público, detuvo al menos a 12 personas, en La Paz y Santa Cruz, entre los que se encuentran familiares, amigos y hasta su abogado.
La amenaza de atacar a la familia, como lo hizo la policía en el caso Belaunde, añade Gautier, “ha sido también en tiempos dictatoriales la peor amenaza”. “Un militante podía resistir a los goles que recibía, pero cuando anunciaban que iban a atacar la familia, ahí se podría quebrar”, recordó.
Dijo que similar hecho sucedió con la detención y tortura de Juan Bascopé, implicado en el caso Apolo. “Él resistió a los goles en todas las partes del cuerpo, pero él me dijo ‘donde me quebré fue cuando el capitán Andrés me dijo: tu esposa y tu hija están en Obrajes y las estamos violando’, lo que no era verdad, pero tuvo su efecto”, relató.
La tortura física y sicológica se utiliza de forma sistemática en el país, señala el ITEI, y donde más se aplica es en la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), en presencia del fiscal, centros militares y penitenciarios.
El Instituto de Terapia e Investigación contra la Tortura (ITEI) denunció que en el caso de la fuga del empresario peruano Martín Belaunde la policía utilizó tortura sicológica para “quebrar” a los involucrados y obtener “confesiones”.
“El ministerio de Gobierno tenía razón, no ha habido tortura física contra ninguno de ellos (de los detenidos), pero lo que ha sido un quiebre es cuando fueron amenazados con detención. Al Curaca Blanco (Yuliano Arista) lo amenazaron con detener a su hija y familiares, eso lo quebró y lo puso dispuesto a firmar lo que sea con tal de defender a su familia”, señaló el activista y terapeuta del ITEI, Andrés Gaurtier, a Cadena A.
Indicó que similar situación ocurrió con la hija de Arista porque “cuando ella fue detenida se la amenazó para detener a su padre y llevarlo a la cárcel”.
Las conclusiones de Gautier son el resultado de seis entrevistas realizadas a familiares y parientes cercanos de Martín Belaunde, caso donde –según su criterio- “hubo detenciones por contagio” ya que “muchos no tienen nada que ver con el caso”.
El 24 de mayo, Martín Belaunde, excolaborador del presidente peruano, Ollanta Humala, y acusado en su país de corrupción, se fugó de su detención domiciliaria en La Paz. La policía, junto al ministerio Público, detuvo al menos a 12 personas, en La Paz y Santa Cruz, entre los que se encuentran familiares, amigos y hasta su abogado.
La amenaza de atacar a la familia, como lo hizo la policía en el caso Belaunde, añade Gautier, “ha sido también en tiempos dictatoriales la peor amenaza”. “Un militante podía resistir a los goles que recibía, pero cuando anunciaban que iban a atacar la familia, ahí se podría quebrar”, recordó.
Dijo que similar hecho sucedió con la detención y tortura de Juan Bascopé, implicado en el caso Apolo. “Él resistió a los goles en todas las partes del cuerpo, pero él me dijo ‘donde me quebré fue cuando el capitán Andrés me dijo: tu esposa y tu hija están en Obrajes y las estamos violando’, lo que no era verdad, pero tuvo su efecto”, relató.
La tortura física y sicológica se utiliza de forma sistemática en el país, señala el ITEI, y donde más se aplica es en la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), en presencia del fiscal, centros militares y penitenciarios.