Felipe González: “Venezuela necesita mucho diálogo”

El expresidente español visita a Antonio Ledezma, alcalde de Caracas en arresto domiciliario, y a los familiares del líder opositor preso Leopoldo López

Javier Lafuente / Alfredo Meza
Caracas, El País
El expresidente del Gobierno español Felipe González ya se encuentra en Caracas para participar en la defensa de los líderes opositores venezolanos presos Leopoldo López y Antonio Ledezma. Su primera parada fue la casa de López, en la que pasó casi cuatro horas reunido con su madre y su esposa, Lilian Tintori, y la del también opositor preso Daniel Ceballos, Patricia Gutiérrez. Al salir dijo que "Venezuela necesitaba mucho diálogo", aunque aplaudió el "buen gesto" del presidente Nicolás Maduro al mostrar su intención de convocar elecciones este año.


El político insistió en que se ha encontrado una Venezuela polarizada. “Me gustaría encontrar un país donde no hubiera buenos y malos”. González no ha querido salir al paso de las concentraciones convocadas por el oficialismo en contra de su visita. Más tarde se dirigió a la casa de Ledezma, donde el alcalde metropolitano de Caracas cumple arresto domiciliario. A su salida, calificó el encuentro de "grato" y añadió que el regidor coincidía con él en la necesidad de aumentar el diálogo en el país para "recomponer las instituciones".

El exmandatario socialista, declarado persona non grata por el Gobierno de Nicolás Maduro, no tuvo ningún problema a la hora de entrar en Venezuela, procedente de Bogotá. La visita, que ha atraído la atención internacional, ha recibido una respuesta hostil por parte del chavismo, aunque en zonas alejadas de las que visitó el expresidente de España durante sus primeras horas en el país.

Mientras González mantenía su primera reunión con los abogados de los opositores en el domicilio de la familia de Leopoldo López, en el barrio caraqueño de Sebucán, en una calle donde históricamente ha residido la oligarquía venezolana, la televisión estatal transmitía las protestas que el oficialismo había convocado en las principales ciudades de Venezuela y a las que se refería como “concentraciones patrióticas”.

En los rótulos de la transmisión se podía leer “Pueblo rechaza la injerencia de Felipe González” y la etiqueta con la que el chavismo ha impulsado la campaña contra González en las redes sociales: #VenezuelaSeRespeta. En la plaza Bolívar de la capital venezolana, se concentraron decenas de personas, sin la presencia de dirigentes nacionales. Las protestas y los mensajes contra González trascendieron, al menos en un primer momento, más a través de las redes que en las calles.

Poco después de llegar el expresidente a Venezuela, el Tribunal Supremo emitió un comunicado en el que reiteraba su “rechazo categórico a toda acción extranjera de carácter injerencista en asuntos judiciales que competen única y exclusivamente a los tribunales venezolanos”. El chavismo ha insistido en que la ley venezolana no ampara la participación del exmandatario en la defensa de los opositores presos, aunque los abogados y familiares de estos han asegurado que el papel de González será el de asesor externo, y en ningún caso el de abogado litigante.

Pese a que se especuló con que la primera parada de González en Caracas sería la residencia de los Ledezma, donde el alcalde metropolitano de Caracas cumple arresto domiciliario, el expresidente español se dirigió desde el aeropuerto, sito en la localidad de Maiquetía, en la cuenca sur del Caribe venezolano, a la casa de la madre de Leopoldo López. Allí llegaron después la esposa de López, Lilian Tintori, y la del también opositor preso Daniel Ceballos, Patricia Gutiérrez.
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Durante todo el trayecto, la comitiva estuvo escoltada por miembros del Sebin, la policía política venezolana, y la Policía Nacional Bolivariana, que cortaba el tráfico para que los casi 20 vehículos que acompañaban al exlíder socialista avanzaran sin contratiempos.

La agenda de González es un misterio. Él mismo no quiso dar muchos detalles antes de partir a Caracas. Tenía previsto acudir a una de las vistas del juicio a López, previsiblemente el miércoles, e intentaría visitar al líder de Voluntad Popular en la cárcel militar de Ramo Verde, a las afueras de Caracas, donde permanece desde febrero de 2014, acusado de instigar las protestas que desembocaron en la muerte de 43 personas.

Desde el entorno de López se informó de que González ha solicitado autorización para visitar esta semana al líder opositor. El Gobierno venezolano ya ha impedido entrar a la prisión a otros expresidentes, como el colombiano Andrés Pastrana —en dos ocasiones—, el chileno Sebastián Piñera y el boliviano Tuto Quiroga.

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