Estados Unidos nombra un juez antimafia para el caso de FIFA
Estados Unidos ha puesto en manos del juez Raymond Dearie, de Brooklyn, el FIFAGate. El magistrado, de 71 años, es especialista en crimen organizado amén de buen amigo de Michael García, el fiscal del Nueva York que investigó para la propia FIFA el entramado de corrupción y cuyo informe fue censurado.
Su señoría Ray Dearie no se casa con nadie. Considerado un martillo antimafia, por su tribunal han pasado algunos de los casos más sonados de las últimas décadas. Este mismo año, en un juicio con un sospechoso de colaborar con Al Qaeda permitió a los agentes británicos del Mi5 que acudieron como testigos de la fiscalía a declarar disfrazados para proteger su identidad. Llevaron pelucas y maquillaje y ordenó a los medios de comunicación dibujarles sólo con trazos genéricos y engañosos de pelo y cara. El juez Dearie es además uno de los once magistrados del Tribunal de Vigilancia de Inteligencia Extranjera, un jurado secreto con sede en Washington que se pronuncia sobre asuntos de espionaje y secretos del Gobierno de Estados Unidos. En fin, es una eminencia en lo suyo, uno de los más reputados y protegidos del país.
Esto es lo que les espera a los detenidos, o los que lo serán. En total, por ahora, catorce personas, ocho de las cuales están en Zúrich pendientes de ser extraditados a EE UU, y otros seis en busca y captura: Leoz, Warner, tres empresarios argentinos y otro brasileño.
Mientras, prosigue la investigación. El topo, Chuck Blazer, ha escupido otra tanda de acusaciones ante el FBI, que ha puesto en conocimiento de la fiscal Loretta Lynch las nuevas revelaciones. Ahora, además de los procesos de elección de las sedes de los Mundiales, está en entredicho, y mucho, el proceso de adjudicación de los derechos de televisión de la Copa América. Hay tomate.
