El decreto de Maduro que alarma a Colombia

Caracas, BBC
Los colombianos -tanto del gobierno como de la oposición- están molestos con el gobierno venezolano.Todo por un decreto firmado por el presidente Nicolás Maduro que detalla las líneas fronterizas que Caracas considera necesarias para defender su soberanía.
El decreto fue emitido hace casi un mes en medio de una controversia con Guyana, un pequeño país en el frontera oriental, tras el descubrimiento y la explotación –en consorcio con la estadounidense Exxon Mobil– de un yacimiento petrolero en la zona que ambos países disputan, el territorio del Esequibo.
El decreto, sin embargo, tuvo eco al otro lado del país, en la frontera occidental, donde Venezuela también tiene una vieja disputa territorial con Colombia por el golfo de Venezuela, también conocido –por los colombianos– como el golfo de Coquibacoa.

La canciller, María Ángela Holguín, emitió el sábado una nota de protesta en la que pide a Venezuela corregir el decreto y se hace un llamado a la "sensatez" cuando se trata de temas "sensibles" como la frontera.
Y el lunes, Holguín reiteró que espera una rectificación.
En Bogotá, ahora, las alarmas están prendidas: unos hablan de un supuesto "expansionismo venezolano", mientras que otros, de un "acto de hostilidad (…) un acto de agresión clara del gobierno venezolano".
Caracas no se ha pronunciado sobre la queja de Bogotá, pero Maduro anunció que el jueves asistirá a la Asamblea Nacional para "exponer la defensa territorial del Esequibo".

El decreto

El polémico decreto 1.787, publicado en la gaceta de leyes venezolana el 26 de mayo, anuncia la creación de las Zonas Operativas de Defensa Integral Marítima e Insular, o Zodimain.
En él se detallan las longitudes y latitudes del espacio en el que el gobierno venezolano espera "conducir operaciones para la defensa".
Esto generó una fuerte reacción por parte de Guyana, que alegó una incursión en una zona en disputa.

El 8 de junio, Venezuela reimprimió el decreto con un párrafo en el que "reconoce la existencia de áreas marítimas pendientes por delimitar".
Para Caracas, estas zonas "requieren ser atendidas por el Estado venezolano hasta tanto se logre una demarcación definitiva de manera amistosa".
El párrafo bajó la tensión con Guyana.

La reacción de Colombia

Pero entonces llegó la queja de Bogotá.
Durante los últimos dos siglos Colombia y Venezuela han intentado –por las buenas y, en ocasiones, por las malas– resolver el diferendo limítrofe.
El último episodio fue en 2009, en medio de la tensa relación entre Álvaro Uribe y el fallecido Hugo Chávez, cuando se creó una comisión que no ha arrojado frutos.
La polémica estaba archivada hasta ahora.
El mensaje de Bogotá a Caracas es bastante simple: no pueden decretar, unilateralmente, una zona de defensa en un área que -dice- no es suya.
En Bogotá juega el antecedente del diferendo con Nicaragua, en el que por una reciente decisión de un tribunal en de La Haya Colombia perdió una importante zona marítima y eso significó un mal momento para presidente Juan Manuel Santos.
Hay voces en Colombia que incluso creen que la nota de protesta es insuficiente.
Uribe, que es hoy el jefe de la oposición, llamó el decreto un "decreto de invasión".
Y la exministra de Defensa Marta Lucía Ramírez, cercana al uribismo, pidió al gobierno que llame a consultas al embajador, inicie una estrategia de defensa y acuda a instancias internacionales.

Ni opositores ni chavistas ven "agresión"

La pregunta, sin embargo, es si el decreto de Caracas pretende ocupar la zona deliberadamente, o simplemente entrar en un proceso para definirla.
"Venezuela no está actuando agresivamente, este es un acto de soberanía, jurídicamente válido, que busca la definición de una zona que no está delimitada", le dice a BBC Mundo Luis Guillermo Inciarte, presidente de la Organización Nacional de Salvamento y Seguridad Marítima (ONSA), una ONG que representa la comunidad relacionada con actividades marítimas.
"Si Colombia está en desacuerdo con el decreto, puede promover amistosamente una delimitación, que se cree una comisión y se definan los límites en el marco de una negociación", explica.
Julio Cesar Pineda, internacionalista y exembajador venezolano, coincide: "Cada país tiene potestad de decretar lo que quiera y cada país puede protestar lo que quiera"."Esto lo único que hace es reavivar una discusión", afirma.
Mientras tanto, algunos venezolanos, aunque están de acuerdo en el reclamo, muestran escepticismo sobre las intenciones del gobierno.
"La nota de protesta es razonable, pero Colombia no debería caer en la provocación del régimen, que busca exacerbar ánimos nacionalistas en medio de una campaña electoral y una crisis económica", le dice a BBC Mundo Emilio Figueredo, internacionalista y exmiembro de comisiones de delimitación territorial.
La dirigente opositora María Corina Machado emitió un comunicado en el mismo sentido: "Este no es el momento ni la forma para retomar tema limítrofe con Colombia".
Pero si disienten en la forma, los venezolanos –tanto del gobierno como de la oposición– parecen estar de acuerdo en la defensa del territorio del Esequibo.

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