Cómo nueve jueces vitalicios han modelado la sociedad de EE UU

De la esclavitud al matrimonio homosexual, la historia de este país no se entiende sin las decisiones del Tribunal Supremo

Marc Bassets
Washington, El País
Los nueve jueces del Tribunal Supremo, designados por el presidente de Estados Unidos y ratificados por el Senado, ostentan cargos vitalicios. Su influencia es con frecuencia mayor que la del presidente. Sus decisiones son inapelables, nadie puede despedirlos, no rinden cuentas. ¿Antidemocrático? No. Casi siempre, el tribunal ha mantenido la sintonía con la opinión mayoritaria de los ciudadanos. Los jueces, escribió el politólogo Robert McCloskey en su clásico The American Supreme Court (El Tribunal Supremo americano, 1960), “rara vez se han apartado demasiado de la corriente principal de la vida americana, y rara vez han sobreestimado sus propios recursos”. Así modelaron los jueces la sociedad estadounidense:


A FAVOR DE LA ESCLAVITUD. Posiblemente Dred Scott vs. Sandford, de 1857, sea la decisión más vergonzosa de la historia del Tribunal Supremo. Los jueces dictaminaron que los esclavos no eran ciudadanos y que el Congreso no podía prohibir la esclavitud en los nuevos territorios de EE UU. Cuatro años después estalló la Guerra Civil.

INTEGRACIÓN EN LAS ESCUELAS. La decisión Brown vs. Consejo educativo de Topeka, en 1954, ilegalizó la segregación racial en las escuelas. La base legal, como en la decisión que este viernes legalizó el matrimonio homosexual, es la Enmienda 14 de la Constitución, que garantiza la igualdad ante la ley.

MATRIMONIO INTERRACIAL. Mildred Jeter, una mujer blanca, y Richard Loving, un hombre negro, fueron detenidos varias veces por violar las leyes que prohibían los matrimonios entre distintas razas. En el caso Loving vs. Virginia, de 1967, los jueces dictaminaron que estas prohibiciones en varios estados eran inconstitucionales.

ABORTO LEGAL. La decisión sobre el caso Roe vs. Wade, en 1973, reconoció el derecho al aborto en todo el país, pero más de cuatro décadas después el debate sigue abierto y las divisiones entre progresistas y conservadores persisten.

RECUENTO EN FLORIDA. En el caso Bush vs. Gore, el Tribunal Supremo frenó el recuento en Florida, el estado que debía decidir las reñidas elecciones presidenciales de 2000. La consecuencia fue la victoria del republicano George W. Bush ante su rival demócrata, Al Gore.

FINANCIACIÓN ELECTORAL. En el caso Citizens United vs. FEC, de 2010, el Tribunal Supremo abrió la puerta a la financiación sin límites de campañas políticas. La decisión enfrentó a los jueces con el presidente Barack Obama.

REFORMA SANITARIA. En dos sentencias, en 2012 y 2015, el Tribunal Supremo ha avalado la reforma sanitaria, el proyecto central de la reforma sanitaria de Obama. El Supremo, adversario hace unos años, se ha convertido en su gran aliado.

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