China: 5.000 personas protestan contra planta química
Shangai, AP
Al menos unos 5.000 habitantes de un suburbio de Shangai protestaron el miércoles ante los reportes de que una planta petroquímica podría ser reubicada en el vecindario, a pesar de que las autoridades desmintieron dichos rumores.
La protesta refleja la creciente preocupación del público sobre el impacto ambiental de proyectos tales como las plantas de petroquímicos, así como la arraigada desconfianza de la población en los gobiernos locales.
Durante los últimos años, los habitantes de muchas ciudades en China han tomado las calles para mostrar su oposición a proyectos ambientalmente peligrosos, un método que consideran más efectivo para influenciar a las autoridades locales, que a menudo dejan fuera a la sociedad de la toma de decisiones.
Bajo la vigilancia de la policía, miles de manifestantes se reunieron el miércoles a las afueras del complejo gubernamental en el distrito de Jinshan, cargando pancartas y gritando consignas sobre la posible reubicación de la planta de producción de paraxyleno a una zona química que se planea construir en Jinshan. El paraxyleno es un peligroso químico utilizado en la fabricación de fibras y plásticos.
El gobierno distrital emitió un comunicado en el que se informa que la planta, actualmente ubicada en el distrito de Pudong, no será reubicada, sino cerrada.
Por la mañana, el gobierno sostuvo una sesión pública en donde los funcionarios aseguraron a los habitantes de que la zona química que se planea construir, será administrada de forma adecuada. También hizo un llamado a la sociedad para que no se reúna de manera ilegal y que no crea en los rumores ni los difunda.
La exposición al paraxyleno puede provocar irritación en ojos, nariz y garganta. Seis personas fueron hospitalizadas en abril pasado debido a la exposición a la sustancia en la provincia de Fujian.
Al menos unos 5.000 habitantes de un suburbio de Shangai protestaron el miércoles ante los reportes de que una planta petroquímica podría ser reubicada en el vecindario, a pesar de que las autoridades desmintieron dichos rumores.
La protesta refleja la creciente preocupación del público sobre el impacto ambiental de proyectos tales como las plantas de petroquímicos, así como la arraigada desconfianza de la población en los gobiernos locales.
Durante los últimos años, los habitantes de muchas ciudades en China han tomado las calles para mostrar su oposición a proyectos ambientalmente peligrosos, un método que consideran más efectivo para influenciar a las autoridades locales, que a menudo dejan fuera a la sociedad de la toma de decisiones.
Bajo la vigilancia de la policía, miles de manifestantes se reunieron el miércoles a las afueras del complejo gubernamental en el distrito de Jinshan, cargando pancartas y gritando consignas sobre la posible reubicación de la planta de producción de paraxyleno a una zona química que se planea construir en Jinshan. El paraxyleno es un peligroso químico utilizado en la fabricación de fibras y plásticos.
El gobierno distrital emitió un comunicado en el que se informa que la planta, actualmente ubicada en el distrito de Pudong, no será reubicada, sino cerrada.
Por la mañana, el gobierno sostuvo una sesión pública en donde los funcionarios aseguraron a los habitantes de que la zona química que se planea construir, será administrada de forma adecuada. También hizo un llamado a la sociedad para que no se reúna de manera ilegal y que no crea en los rumores ni los difunda.
La exposición al paraxyleno puede provocar irritación en ojos, nariz y garganta. Seis personas fueron hospitalizadas en abril pasado debido a la exposición a la sustancia en la provincia de Fujian.