Belaunde se fue: ¿De qué se lo acusa en el Perú?


Isabel Gracia
La Paz, ANF

El empresario peruano Martín Belaunde Lossio saltó a la palestra como el hombre de Ollanta Humala y el Partido Nacionalista en la campaña electoral de 2006. Belaunde era de manera oficial el encargado de que la prensa cubriera los mítines que se desarrollaban en cada localidad y que éstos se llevaran a cabo con normalidad.
Según la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), Belaunde aportó a la campaña de Humala ese año 265 mil soles peruanos (alrededor de 600 mil bolivianos). Precisamente su participación en la campaña electoral coincidió con la fundación del diario “La Primera” que el empresario justificó como “la creación de un espacio en los medios para la izquierda peruana”.


También en 2006 vendió al congresista –y pariente de los Humala Heredia– Santiago Gastañadui una de sus empresas, Total Graph. Gastañadui nombró gerente general de la empresa a Ilan Heredia, hermano de la primera dama. Poco tiempo después se descubrió una cuenta mancomunada entre Ilan Heredia y Arturo Belaunde Guzmán, padre de Martín Belaunde. En ese tiempo Arturo Belaunde le pagó 51.840 dólares a Nadine Heredia por un estudio sobre la palma aceitera y además aportó más de 130 mil soles (280 mil bolivianos) a la campaña de Humala en el 2006.

El exministro del Interior y analista político peruano Fernando Rospigliosi afirmó que Belaunde ayudó a la pareja presidencial a lavar dinero procedente de Venezuela. En su opinión, las consultorías a Nadine Heredia y la transferencia de empresas de Martín Belaunde a familiares de la primera dama fueron para justificar el dinero que llegaba de Venezuela, como aporte del entonces presidente Hugo Chávez.

Martín Belaunde también está acusado de interceder a favor de empresas constructoras para que se beneficien con millonarios contratos con el Estado, una de ellas la firma española Antalsis, cuyo gerente general es Juan Carlos Rivera, más conocido como Chocherín, quien también fue financista de Humala. La primera dama está siendo investigada por este caso y los vínculos que podría tener en el mismo. Según el diario El Comercio de Perú, Belaunde habría tejido una red de contactos en las regiones con el objetivo de facilitar la entrega de obras a empresas vinculadas con él.

Pertenencia a organización criminal

Martín Belaunde está acusado de formar parte de la cúpula de la organización criminal liderada desde 2009 por el hoy suspendido y encarcelado presidente regional César Álvarez del departamento peruano de Ancash.

Según la fiscalía anticorrupción de Perú, César Álvarez habría liderado la organización criminal para mantenerse en el poder. El objetivo de la red era asegurar la permanencia del gobernador tras las elecciones de 2011, “valiéndose de la organización para apropiarse y disponer ilegalmente de fondos públicos y obtener dinero ilícito de las coimas, diezmos y demás actos de corrupción vinculados a millonarias obras públicas”.

Para ello se creó La Centralita, una empresa que teóricamente funcionaba como productora de videos para mejorar la imagen de César Álvarez. Sin embargo, la fiscalía determinó que se trataba de una fachada para realizar actividades delictivas como chuponeo (interceptación telefónica) y grabación de conversaciones a todos los personajes que visitaban ese lugar.

Martín Belaunde se habría encargado de crear otra empresa fachada, llamada Ilios Producciones SAC, para mantener oculta la labor de edición de información y demás actividades ilícitas de la centralita.

La organización criminal habría dispuesto el empleo de sicarios para amedrentar y eliminar a sus adversarios políticos, denunciantes o testigos, y también la compra de periodistas y el soborno de autoridades.

Solicitud de asilo en Bolivia y fuga


El 29 de mayo de 2014 la Corte Superior de Justicia del Santa (Perú) dictó prisión preventiva de 18 meses para Belaunde y otros implicados por el caso “Centralita”. Belaunde se dio a la fuga y estuvo siete meses en la clandestinidad hasta que el gobierno de Perú solicitó a la Interpol la captura internacional del empresario.

Belaunde llegó a Bolivia a través de la frontera con Desaguadero el primero de diciembre de 2014. Posteriormente pidió asilo político ante la Comisión Nacional de Refugiados de Bolivia pero le fue denegado. Desde entonces estuvo bajo detención domiciliaria en una casa del barrio de Bajo Llojeta en La Paz con fines de extradición a su país. El 24 de mayo, el gobierno boliviano confirmó que el empresario había fugado del domicilio donde estaba detenido.

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