Afganistán: asesinan a personal de organización de caridad
Kabul, AP
Los extremistas mataron el martes a nueve afganos que trabajaban para una organización de caridad checa, dijeron las autoridades. Simultáneamente un informe de una universidad estadounidense afirmó que unas 100.000 personas han muerto en Afganistán desde la invasión estadounidense del 2001.
El ataque del martes ocurrió en el distrito de Zari en el norte de la provincia de Balkh a eso de las 2 de la mañana, cuando los pistoleros irrumpieron en los dormitorios de los trabajadores y los asesinaron mientras dormían, dijo Abdul Basset Ayni, director del departamento de desarrollo rural de la provincia.
El ataque dejó nueve muertos, incluso una mujer, que trabajaban en proyectos de reconstrucción. Todos ellos eran empleados de la organización checa Gente Necesitada: cinco trabajadores de proyectos, dos guardias y dos choferes, dijo el director Ross Hollister a The Associated Press.
Hollister agregó que trabajaban en proyectos de infraestructura para el Programa Nacional de Solidaridad del gobierno afgano, que supervisa proyectos de desarrollo rural en todo el país.
"Estaban construyendo escuelas, hospitales, proyectos hidráulicos", precisó. Dijo que su organización trabaja en Afganistán desde hace doce años y tiene proyectos en todos los 104 pueblos de Zari.
El presidente afgano Ashraf Ghani condenó el ataque calificándolo obra de terroristas. La organización de caridad afirmó que el ataque "no tuvo precedentes por su brutalidad" y anunció que suspendía sus trabajos en Afganistán.
Todos los muertos eran afganos, dijo Ayni, y agregó que se ha despachado al área un equipo de investigación. Se desconocía el motivo de los atacantes y ningún grupo se atribuyó el ataque por el momento.
Balkh se ha visto convulsionada recientemente por actividad insurgente y por un aumento de la violencia desde que el Talibán lanzó su ofensiva a fines de abril.
El Talibán ha atacado en las últimas semanas los hoteles donde se alojan los extranjeros. Catorce personas murieron en el Hotel Park Palace a mediados de mayo, inclusive nueve extranjeros. El Talibán ha dicho que las instalaciones donde hay extranjeros son blancos prioritarios en momentos en que la guerra de 13 años se intensifica en todo el país.
Los insurgentes están enviando muchos más hombres al campo de batalla para controlar y retener territorio y, según las autoridades afganas, se han aliado con otros grupos antigubernamentales y extremistas, incluso el Movimiento Islámico de Uzbekistán y el Movimiento Independentista del Este del Turkestán.
Simultáneamente, un estudio de la Universidad de Brown advirtió que casi 100.000 personas han muerto después del derrocamiento del régimen del Talibán que suscitó la insurgencia. El estudio, Costos de la Guerra, producido por el Instituto Watson de Estudios Internacionales de la universidad, rastreó los muertos, heridos y desplazados en Afganistán y Pakistán desde el 2001 hasta el año pasado, cuando las fuerzas internacionales de combate salieron de Afganistán.
Además de los muertos, dijo que 100.000 personas han resultado heridas. Para ambos países, las bajas entre militares y civiles ascienden a casi 149.000 muertos y 162.000 heridos graves, según Neta Crawford, autora del informe, quien advirtió que la guerra en Afganistán "está empeorando" con un aumento en las cifras de muertos y heridos.
El estudio está respaldado por cifras de las Naciones Unidas, según las cuales las bajas civiles en Afganistán subieron el 16% en el primer cuatrimestre del 2015 con 97 muertos y 1.963 heridos.
Aunque se conoce con precisión la muerte de militares, aclaró, las cifras de los civiles muertos son difíciles de precisar. Las cifras del informe se basan en estadísticas de la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en Afganistán y otras fuentes, aclaró.
La mayoría de las muertes civiles ocurrieron después del 2007, con más de 17.700 civiles muertos según la ONU entre 2009 y 2014. La mayoría de los civiles murió a manos de los milicianos, agregó.
El informe dice que 26.270 afganos murieron y 29.900 resultaron heridos como consecuencia directa de la guerra.
La tendencia a la baja en las muertes civiles que comenzó el 2008 se ha revertido, indicó Crawford, y el año pasado se hizo evidente que los insurgentes no distinguían entre civiles y combatientes. Las muertes imposibles de atribuir también han comenzado a subir.
Como consecuencia, "el sistema del cuidado de la salud sigue agobiado por la guerra debido a la destrucción de infraestructura y la incapacidad de reconstruir en algunas regiones", añadió.
El informe dice que la crisis humanitaria se ha visto exacerbada por los ataques de los extremistas a los trabajadores que efectúan tareas humanitarias.
Los extremistas mataron el martes a nueve afganos que trabajaban para una organización de caridad checa, dijeron las autoridades. Simultáneamente un informe de una universidad estadounidense afirmó que unas 100.000 personas han muerto en Afganistán desde la invasión estadounidense del 2001.
El ataque del martes ocurrió en el distrito de Zari en el norte de la provincia de Balkh a eso de las 2 de la mañana, cuando los pistoleros irrumpieron en los dormitorios de los trabajadores y los asesinaron mientras dormían, dijo Abdul Basset Ayni, director del departamento de desarrollo rural de la provincia.
El ataque dejó nueve muertos, incluso una mujer, que trabajaban en proyectos de reconstrucción. Todos ellos eran empleados de la organización checa Gente Necesitada: cinco trabajadores de proyectos, dos guardias y dos choferes, dijo el director Ross Hollister a The Associated Press.
Hollister agregó que trabajaban en proyectos de infraestructura para el Programa Nacional de Solidaridad del gobierno afgano, que supervisa proyectos de desarrollo rural en todo el país.
"Estaban construyendo escuelas, hospitales, proyectos hidráulicos", precisó. Dijo que su organización trabaja en Afganistán desde hace doce años y tiene proyectos en todos los 104 pueblos de Zari.
El presidente afgano Ashraf Ghani condenó el ataque calificándolo obra de terroristas. La organización de caridad afirmó que el ataque "no tuvo precedentes por su brutalidad" y anunció que suspendía sus trabajos en Afganistán.
Todos los muertos eran afganos, dijo Ayni, y agregó que se ha despachado al área un equipo de investigación. Se desconocía el motivo de los atacantes y ningún grupo se atribuyó el ataque por el momento.
Balkh se ha visto convulsionada recientemente por actividad insurgente y por un aumento de la violencia desde que el Talibán lanzó su ofensiva a fines de abril.
El Talibán ha atacado en las últimas semanas los hoteles donde se alojan los extranjeros. Catorce personas murieron en el Hotel Park Palace a mediados de mayo, inclusive nueve extranjeros. El Talibán ha dicho que las instalaciones donde hay extranjeros son blancos prioritarios en momentos en que la guerra de 13 años se intensifica en todo el país.
Los insurgentes están enviando muchos más hombres al campo de batalla para controlar y retener territorio y, según las autoridades afganas, se han aliado con otros grupos antigubernamentales y extremistas, incluso el Movimiento Islámico de Uzbekistán y el Movimiento Independentista del Este del Turkestán.
Simultáneamente, un estudio de la Universidad de Brown advirtió que casi 100.000 personas han muerto después del derrocamiento del régimen del Talibán que suscitó la insurgencia. El estudio, Costos de la Guerra, producido por el Instituto Watson de Estudios Internacionales de la universidad, rastreó los muertos, heridos y desplazados en Afganistán y Pakistán desde el 2001 hasta el año pasado, cuando las fuerzas internacionales de combate salieron de Afganistán.
Además de los muertos, dijo que 100.000 personas han resultado heridas. Para ambos países, las bajas entre militares y civiles ascienden a casi 149.000 muertos y 162.000 heridos graves, según Neta Crawford, autora del informe, quien advirtió que la guerra en Afganistán "está empeorando" con un aumento en las cifras de muertos y heridos.
El estudio está respaldado por cifras de las Naciones Unidas, según las cuales las bajas civiles en Afganistán subieron el 16% en el primer cuatrimestre del 2015 con 97 muertos y 1.963 heridos.
Aunque se conoce con precisión la muerte de militares, aclaró, las cifras de los civiles muertos son difíciles de precisar. Las cifras del informe se basan en estadísticas de la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en Afganistán y otras fuentes, aclaró.
La mayoría de las muertes civiles ocurrieron después del 2007, con más de 17.700 civiles muertos según la ONU entre 2009 y 2014. La mayoría de los civiles murió a manos de los milicianos, agregó.
El informe dice que 26.270 afganos murieron y 29.900 resultaron heridos como consecuencia directa de la guerra.
La tendencia a la baja en las muertes civiles que comenzó el 2008 se ha revertido, indicó Crawford, y el año pasado se hizo evidente que los insurgentes no distinguían entre civiles y combatientes. Las muertes imposibles de atribuir también han comenzado a subir.
Como consecuencia, "el sistema del cuidado de la salud sigue agobiado por la guerra debido a la destrucción de infraestructura y la incapacidad de reconstruir en algunas regiones", añadió.
El informe dice que la crisis humanitaria se ha visto exacerbada por los ataques de los extremistas a los trabajadores que efectúan tareas humanitarias.