Racing le ganó el clásico a Independiente y hubo fiesta en el Cilindro


Buenos Aires, Olé
Avellaneda se concentró durante dos horas en apenas uno metros cuadrados. Toda una ciudad puso sus ojos en lo que pasaba en el Cilindro, la casa de Racing. Los de la Academia y los del Rojo, todos miran hacia un mismo punto. Y fue el local el que festejó en el clásico. Con gol de Diego Milito, de penal, el equipo de Diego Cocca venció 1-0 a Independiente por la decimotercera fecha del torneo doméstico y sumó una inyección de entusiasmo para afrontar la vuelta de los cuartos de final de la Copa Libertadores ante Guaraní.


El gol que abrió el partido llegó por una inocente falta de Víctor Cuesta sobre Marcos Acuña en el área de Diego Rodríguez que el árbitro Germán Delfino no dejó pasar. Milito, capitán de un Racing que piensa en la Copa, pero que no se olvida con quien está jugando por el torneo local, definió de derecha y convirtió, pese a que el arquero se tiró para el mismo lado.

Hasta entonces, el partido era emotivo, abierto y de ida y vuelta. El Rojo, tocando, como suele hacer el equipo de Jorge Almirón. Racing, buscando la espalda de los defensores y presionando bien arriba para no dejar salir a su rival. Fue el visitante el que iba a tener la primera clara. Sebastián Saja salió mal en un centro, el rebote le quedó a Matías Pisano y el ex Chacarita sacó un remate que se fue por muy poco.

Racing respondería una vez antes del gol de Milito. Gustavo Bou recibió un mal pase de Gustavo Toledo, de flojo primer tiempo, y mano a mano con el arquero remató desviado.

Tras el gol, Independiente pasaría a adueñarse de la pelota, pero sin peso en ofensiva. La más peligrosa llegó por un remate desde la derecha de Lucas Albertengo, que Saja tapó a puro reflejo cuando la pelota se metía. Pero la Academia también tendría otra chance. Milito esta vez le ganó la espalda a los centrales y molestado por Cuesta no pudo embocar el tiro cruzado que sacó casi cayéndose al suelo.

Independiente salió mejor en el segundo tiempo. Racing se replegó y decidió esperar a ver lo que tenía para entregar el equipo de Almirón. Pero el Rojo le hizo un guiño a su clásico rival con un juego tibio en ofensiva. Y la Academia buscó sacarle provecho.

Lo tuvo el paraguayo Romero con remate desde lejos que se fue apenas desviado. También Bou, ganando por la derecha, con un disparo que también se fue cerca del palo. Milito sería otro con la oportunidad de convertir el segundo. En una jugada preparada recibió de Pillud y su disparo lo tapó el Ruso Rodríguez.

Independiente entró en desesperación y se embarró un poco más. Más cerca del final, más creció Racing con las contras y hasta contó con dos chances más para convertir. Primero, un tiro libre de Bou que Rodríguez tapó abajo y centro bajo de Milito que Gastón Díaz no llegó a empujar. Y en esa desesperación del Rojo, a Federico Mancuello se le fue la pierna y tras una fuerte falta a Francisco Cerro se fue expulsado.

Racing festejó en el clásico. Se sacó la espina de la derrota sufrida en el torneo pasado, en el que fue campeón, y sumó una dosis de adrenalina pensando en el choque del próximo jueves contra Guaraní, en el que deberá remontar el 0-1 de Paraguay para meterse en semis de la Libertadores.

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