Primer ministro griego dice está en etapa final de la negociación con acreedores
El primer ministro griego, Alexis Tsipras, dijo el sábado que su gobierno está en la recta final de las negociaciones con sus prestamistas internacionales sobre el acuerdo que les permitirá recibir fondos a cambio de reformas y que no implicaría más recortes de pensiones ni una austeridad más severa.
Después de cuatro meses de conversaciones con sus socios de la zona euro y el Fondo Monetario Internacional (FMI), Atenas busca un acuerdo que pueda liberar hasta 7.200 millones de euros de ayuda pendiente para evitar la bancarrota mientras se mantiene fuera de los mercados de deuda internacionales.
Las conversaciones han girado sobre pensiones, reforma laboral, objetivos fiscales y alzas en el Impuesto al Valor Agregado (IVA).
"Estamos en los pasos finales de un periodo doloroso gracias a las negociaciones del gobierno con las instituciones", dijo Tsipras a su regreso de una cumbre con líderes europeos en Riga, durante el comité central de su partido.
Tsipras, que voló a Riga para instar a la canciller alemana Angela Merkel y al presidente francés François Hollande a que den un impulso político para romper el estancamiento, encara retos políticos de la facción más izquierdista de su partido Syriza, que se opone a cualquier acuerdo de mayor austeridad.
"Descansen tranquilos, en esta negociación no aceptaremos medidas humillantes", declaró.
Tsipras indicó que la mayoría de los griegos apoyaron a su gobierno en las conversaciones con el FMI y sus socios de la zona euro, demandando una solución y no sólo un acuerdo.
Pero cargó contra algunos representantes de los acreedores quienes, afirmó, están asfixiando financieramente a su país para minar el acuerdo alcanzado el 20 de febrero en el que Atenas se comprometió a presentar un nuevo plan de reformas.
"No vamos a ceder a las demandas irracionales sobre cuestiones sobre el IVA, pensiones o mercado laboral cuando los arquitectos del programa más calamitoso de la historia de los programas del FMI insisten en (medidas) extremas que no admiten su fallo", dijo Tsipras.
Atenas ha propuesto fijar los tipos de IVA en el 7, 14 y 22 por ciento en un intento de redistribuir el impacto del aumento tributario y aliviar a los ciudadanos con ingresos más bajos. Pero los acreedores quieren tipos del 11 y el 23 por ciento y presionan para un alza del IVA sobre la energía al 23 por ciento.
"Hemos dado pasos para buscar un terreno común pero también tenemos líneas rojas", indicó. "Tenemos límites que el mandato de la gente, el sentido común y las necesidades del país nos obligan a no violar".
Tsipras dijo que el rescate de Grecia por la UE y el FMI no era un error económico sino una elección consciente de la oligarquía nacional, apoyada por los acreedores, para que el grueso de la crisis de la deuda la asuman los pensionistas, trabajadores autónomos de clase media y los pequeños negocios.
"La recesión fue en gran medida deseable para los autores intelectuales. Estamos intentando dejar atrás esto para entrar en un periodo de crecimiento (...) que sirva a los intereses de la mayoría social y no los socave para beneficiar a los intereses de una elite social y política", indicó.
Tsipras dijo que una condición para lograr un acuerdo viable era que supusiera un compromiso mutuo.
