Mayor demanda eléctrica obliga a consolidar inversión

Página Siete/ La Paz
Ariel Yépez, jefe de la División de Energía del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), estuvo en Bolivia y conversó con Página Siete sobre los desafíos que tienen el país y la región en materia de electricidad. Señaló que hay la necesidad de garantizar las inversiones para atender el crecimiento de la demanda que es superior al de América Latina.


¿Cuáles son los desafíos de la región en materia de energía?

Lo que vemos en América Latina es que hay un reto doble en las necesidades de atender la demanda de energía en la región. La demanda en los próximos 20 años se duplicará, eso implica que se debe duplicar la infraestructura actual. Aparte de eso, hay muchos equipos de generación térmica que están quedando obsoletos y deben ser reemplazados. Por eso es importante tener conciencia y comenzar a tomar acciones e invertir más en generación, transmisión y distribución y además generar por el lado de los gobiernos el marco institucional y regulatorio para que haya inversión e incorporar nuevas reservas de gas.

¿Esa mayor demanda de la región, es porque crece la población y hay mayor crecimiento económico?
El efecto más importante viene por la necesidad de acompañar el crecimiento económico, esa demanda que genera un crecimiento anual de 3% en cada uno de los países. Si se habla de población, también hay impacto; América Latina se caracteriza por tener una clase media en ascenso, a diferencia de África y sudeste asiático, donde la necesidad de infraestructura es darle electricidad a quienes no la tienen; en cambio, en la región una parte es eso, pero lo más importante es garantizar a la gente que ya tiene electricidad darle un flujo continuo y de calidad. Eso implica inversiones, mejores servicios, mejor atención a clientes.

¿En América Latina hay países más críticos que necesitan atraer mayor inversión?
Donde vemos que hay mayor reto es en Centro América y el Caribe, porque mucha de la capacidad que tienen es limitada y deben invertir más, además dependen de petróleo para generar electricidad; son importadores, eso tiene efectos macroeconómicos, en balanza de pagos y finanzas.

¿ Cómo está Bolivia?
Lo que se ve en Bolivia es que se ha estado invirtiendo para tener un margen de reserva razonable, ese margen es de 30%, y eso es algo que habla bien de cómo se están tomando decisiones de inversión. Pero el crecimiento de la demanda de electricidad es más grande que en el resto de países y es casi 6% y el promedio en la región es 4%. Eso implica que se debe continuar con la buena planificación para generar y distribuir electricidad y tener un buen esquema de identificación de los recursos financieros, humanos y materiales para hacer viables las inversiones.

¿Se precisa algún cambio para consolidar las inversiones que se necesitan, cambiar el marco regulatorio?
Lo que vemos es que la empresa eléctrica opera bien, lo que hemos revisado de planes de expansión en la cadena son buenos para enfrentar los retos, pero mucho depende de que se siga con ese ímpetu y que inversión crezca como ha crecido.

¿El BID qué cartera de proyectos de energía maneja en el país o apoya?
Nuestra perspectiva es apoyar al Gobierno de forma integral, eso incluye una agenda de acceso a energía y generar infraestructura necesaria para atender requerimientos que se presentarán. Por un lado está la agenda de energía renovable, muchos países están al límite, pero en Bolivia hay mucho potencial. Qué hacemos en Bolivia, tenemos un proyecto de acceso y fortalecimiento de infraestructura para generar, transmitir y distribuir. Tenemos un proyecto con la empresa eléctrica (ENDE) para generar electricidad con el proyecto Misicuni. Otro proyecto es el de acceso a electrificación rural. Ahí el país tiene un reto importante porque tienen una tasa de acceso de 80%, en cambio en la región es 95%. Hay un rezago de 20% y queda mucho trabajo y es por eso que el BID acompaña el proyecto de Electrificación Rural que ejecuta el Viceministerio de Electricidad. Además, tenemos interés de proveer recursos técnicos, humanos, financieros al Gobierno para que avance en infraestructura. También nos gustaría apoyar eficiencia energética y ver opciones que ayuden a reducir consumo de electricidad.

¿Cuál es el promedio de inversión que necesita el país en energía eléctrica?.

El estimado es de 3.500 millones de dólares para los siguientes cinco años, el margen de reserva que se tiene estaría señalando de que sí se está invirtiendo. Pero hay la meta de llegar con el 100% de cobertura hasta 2025 y eso implica 2.000 millones de dólares de inversión. El crecimiento de la demanda es de 150 MW por año que debe estar acompañado de inversión.

¿Cuánto debería invertirse por año?
Estaríamos hablando de 700 millones de dólares por año, considerando metas de Gobierno, que incluyen exportación.

¿América Latina en general cómo está en relación con el mundo en materia de energía?
Hay que invertir más en infraestructura, la región es afortunada en cuanto a diversificación de matriz energética. Tiene alta participación de energías renovables, un 50% y una participación importante de energía térmica. Existe potencial para seguir diversificando fuentes. Además para lograr acuerdos de interconexión eléctrica y de gas natural porque hay muchas reservas de gas y petróleo.

¿Para Bolivia entonces el desafío es consolidar las inversiones y planes que tiene el Gobierno?
Seguir con el mismo paso, se ha estado invirtiendo en capacidad adicional de generación, transmisión y distribución para cubrir necesidades de economía y población; se debe seguir invirtiendo, pero eso implica un reto más grande, porque la demanda no se va a duplicar en 20 años, sino en 12 o 13 años y eso requiere tener no sólo disciplina para planificar, sino habilitar los recursos financieros, humanos y materiales para que se haga la inversión a tiempo. El BID está para acompañar al Gobierno no sólo en la identificación de necesidades, sino de encontrar soluciones, en la parte técnica con cooperación y con recursos financieros.

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