Manifestantes exigen renuncia del gobierno en Macedonia
Skopie, AP
Decenas de miles de manifestantes se reunieron el domingo en el centro de la capital de Macedonia para exigir la renuncia del conservador primer ministro Nikola Gruevski.
Zoran Zaev, líder de los opositores social-demócratas y orador principal en la manifestación, aseguró que más de 100.000 personas asistieron al mitin que transcurrió sin incidentes.
"Más de 100.000 ciudadanos estuvieron aquí hoy y recibimos apoyo de diferentes grupos étnicos de nuestro país. Un solo partido no hubiera tenido posibilidad de organizar esto", dijo Zaev a The Associated Press. Señaló que la manifestación fue "un mensaje enérgico a nuestro gobierno y al primer ministro para que presenten sus renuncias".
La gran mayoría de los manifestantes se retiró la noche del domingo, pero cientos de partidarios de la oposición colocaron tiendas de campaña afuera del edificio de gobierno con la intención de permanecer ahí algunos días.
"Libertad y democracia no tienen precio para nosotros, ningún precio; y no pararemos hasta que veamos que renuncia este dictador", dijo Mirjana Janov, quien apoya a la oposición.
La multitud reunida afuera del edificio de gobierno en Skopie coreó "Adiós Gruevski" y "Renuncias, Renuncias", y un cartel que mostraba a Gruevski atrás de barrotes de prisión fue colocado en lo alto.
"Hemos venido por nuestro futuro; y estoy enviando un mensaje claro: Gruevski, no andes con dilaciones, ¡vete!", dijo Zaev a la multitud. También tomaron la palabra ex diplomáticos, activistas defensores de los derechos humanos y periodistas.
Macedonios, la etnia mayoritaria, y ciudadanos de etnia albana se mezclaron en la multitud.
"Estoy aquí para decir adiós a Nikola. Quiero que este gobierno se vaya inmediatamente porque el pueblo ha sufrido durante mucho tiempo bajo el régimen de él", dijo Blagica Nikolova, de 52 años, quien estaba entre la multitud.
Mirjana Najceska, una activista por los derechos humanos, dijo que la protesta era por la libertad.
"La misma libertad por la cual mi padre tomó las armas para combatir el fascismo cuando tenía 17 años y quien ha venido aquí nuevamente ahora que tiene 90 años", indicó.
El gobierno de la pequeña nación balcánica sin salida al mar y de cerca de dos millones de habitantes está recuperándose de un escándalo por una prolongada intervención de conexiones telefónicas y por una balacera ocurrida hace una semana entre la policía y hombres armados de etnia albana en un poblado fronterizo que costó la vida a 18 personas.
En una región con una larga y sangrienta historia de conflictos étnicos e inestabilidad política, los acontecimientos han causado consternación tanto nacional como internacional.
Decenas de miles de manifestantes se reunieron el domingo en el centro de la capital de Macedonia para exigir la renuncia del conservador primer ministro Nikola Gruevski.
Zoran Zaev, líder de los opositores social-demócratas y orador principal en la manifestación, aseguró que más de 100.000 personas asistieron al mitin que transcurrió sin incidentes.
"Más de 100.000 ciudadanos estuvieron aquí hoy y recibimos apoyo de diferentes grupos étnicos de nuestro país. Un solo partido no hubiera tenido posibilidad de organizar esto", dijo Zaev a The Associated Press. Señaló que la manifestación fue "un mensaje enérgico a nuestro gobierno y al primer ministro para que presenten sus renuncias".
La gran mayoría de los manifestantes se retiró la noche del domingo, pero cientos de partidarios de la oposición colocaron tiendas de campaña afuera del edificio de gobierno con la intención de permanecer ahí algunos días.
"Libertad y democracia no tienen precio para nosotros, ningún precio; y no pararemos hasta que veamos que renuncia este dictador", dijo Mirjana Janov, quien apoya a la oposición.
La multitud reunida afuera del edificio de gobierno en Skopie coreó "Adiós Gruevski" y "Renuncias, Renuncias", y un cartel que mostraba a Gruevski atrás de barrotes de prisión fue colocado en lo alto.
"Hemos venido por nuestro futuro; y estoy enviando un mensaje claro: Gruevski, no andes con dilaciones, ¡vete!", dijo Zaev a la multitud. También tomaron la palabra ex diplomáticos, activistas defensores de los derechos humanos y periodistas.
Macedonios, la etnia mayoritaria, y ciudadanos de etnia albana se mezclaron en la multitud.
"Estoy aquí para decir adiós a Nikola. Quiero que este gobierno se vaya inmediatamente porque el pueblo ha sufrido durante mucho tiempo bajo el régimen de él", dijo Blagica Nikolova, de 52 años, quien estaba entre la multitud.
Mirjana Najceska, una activista por los derechos humanos, dijo que la protesta era por la libertad.
"La misma libertad por la cual mi padre tomó las armas para combatir el fascismo cuando tenía 17 años y quien ha venido aquí nuevamente ahora que tiene 90 años", indicó.
El gobierno de la pequeña nación balcánica sin salida al mar y de cerca de dos millones de habitantes está recuperándose de un escándalo por una prolongada intervención de conexiones telefónicas y por una balacera ocurrida hace una semana entre la policía y hombres armados de etnia albana en un poblado fronterizo que costó la vida a 18 personas.
En una región con una larga y sangrienta historia de conflictos étnicos e inestabilidad política, los acontecimientos han causado consternación tanto nacional como internacional.