Manifestantes en Macedonia planean ocupar las calles hasta que primer ministro dimita
Skopje, Reuters
Los manifestantes contra el gobierno en Macedonia, congregados el domingo, aseguran que ocuparán el centro de la ciudad de Skopje hasta que el primer ministro conservador Nikola Gruevski dimita, después de una gran serie de revelaciones sobre escuchas.
Los oponentes políticos de Gruevski esperan movilizar a decenas de miles de personas en frente del despacho del primer ministro a partir de las 1400 horas (1200 GMT), acusándole de pisotear la democracia.
"Las protestas continuarán", dijo el líder de la oposición socialdemócrata, Zoran Zaev, a última hora del sábado en una entrevista con la cadena de retransmisión por internet Nova TV. "En torno a 4.600 activistas, la mayoría gente joven, han dicho vamos a quedarnos aunque tú no lo hagas. Por eso decidimos quedarnos".
Desde febrero, Zaev ha ido dando a conocer multitud de grabaciones que asegura que fueron realizadas secretamente por el gobierno de Gruevski a unos 20.000 aliados, opositores, periodistas, jueces y otras personalidades durante sus nueve años de mandato.
Las grabaciones parecen poner de manifiesto el férreo control del gobierno sobre los medios de comunicación, los tribunales y los procesos electorales. Gruevski afirma que las cintas fueron elaboradas por espías extranjeros y que fueron manipuladas. Zaev ha sido acusado de "violencia" contra el Estado. El gobierno ha convocado su propia manifestación para el lunes por la tarde.
El suceso ha generado miedo a la inestabilidad en la empobrecida ex-república yugoslava, que evitó por poco caer en una guerra civil cuando vivió un episodio de insurgencia étnica albanesa en 2001.
Macedonia quiere unirse a la OTAN y la Unión Europea, pero su progreso se ha visto interrumpido durante años por una larga disputa con la vecina Grecia sobre el nombre del país, un tiempo durante el cual los críticos afirman que Gruevski ha virado a la derecha, alimentando el nacionalismo y monopolizando el poder.
Los diplomáticos occidentales en Skopje están intentando encontrar una solución mediada a la crisis, y han cuestionado el compromiso del gobierno con la democracia y los valores europeos.
El 9 y 10 de mayo, una redada policial en un vecindario albanés en el norte del país dejó 18 muertos, ocho de ellos policías y diez albaneses descritos como "terroristas" por el gobierno. Gruevski dijo que la policía había desarticulado una trama terrorista, pero los albaneses y algunos analistas extranjeros han sugerido por el momento en que sucedió que el gobierno estaba intentando levantar una cortina de humo..
"No tengo intención de dimitir, ni de aceptar un gobierno interino", dijo Gruevski en la televisión Sitel TV, afín al gobierno, el sábado. "Si me echo atrás sería un movimiento cobarde. Afrontaré los ataques".
Echando más leña al fuego, este sábado el Ministerio de Exteriores de Rusia acusó a los "organizadores occidentales" de intentar fomentar una revolución en el país.
El ministro, Sergei Lavrov, dijo el viernes que sospechaba que había una conexión con la negativa de Macedonia a secundar las sanciones europeas contra Rusia en torno a Ucrania, y su posible papel como país de tránsito para el gas ruso a través de Turquía.
Los manifestantes contra el gobierno en Macedonia, congregados el domingo, aseguran que ocuparán el centro de la ciudad de Skopje hasta que el primer ministro conservador Nikola Gruevski dimita, después de una gran serie de revelaciones sobre escuchas.
Los oponentes políticos de Gruevski esperan movilizar a decenas de miles de personas en frente del despacho del primer ministro a partir de las 1400 horas (1200 GMT), acusándole de pisotear la democracia.
"Las protestas continuarán", dijo el líder de la oposición socialdemócrata, Zoran Zaev, a última hora del sábado en una entrevista con la cadena de retransmisión por internet Nova TV. "En torno a 4.600 activistas, la mayoría gente joven, han dicho vamos a quedarnos aunque tú no lo hagas. Por eso decidimos quedarnos".
Desde febrero, Zaev ha ido dando a conocer multitud de grabaciones que asegura que fueron realizadas secretamente por el gobierno de Gruevski a unos 20.000 aliados, opositores, periodistas, jueces y otras personalidades durante sus nueve años de mandato.
Las grabaciones parecen poner de manifiesto el férreo control del gobierno sobre los medios de comunicación, los tribunales y los procesos electorales. Gruevski afirma que las cintas fueron elaboradas por espías extranjeros y que fueron manipuladas. Zaev ha sido acusado de "violencia" contra el Estado. El gobierno ha convocado su propia manifestación para el lunes por la tarde.
El suceso ha generado miedo a la inestabilidad en la empobrecida ex-república yugoslava, que evitó por poco caer en una guerra civil cuando vivió un episodio de insurgencia étnica albanesa en 2001.
Macedonia quiere unirse a la OTAN y la Unión Europea, pero su progreso se ha visto interrumpido durante años por una larga disputa con la vecina Grecia sobre el nombre del país, un tiempo durante el cual los críticos afirman que Gruevski ha virado a la derecha, alimentando el nacionalismo y monopolizando el poder.
Los diplomáticos occidentales en Skopje están intentando encontrar una solución mediada a la crisis, y han cuestionado el compromiso del gobierno con la democracia y los valores europeos.
El 9 y 10 de mayo, una redada policial en un vecindario albanés en el norte del país dejó 18 muertos, ocho de ellos policías y diez albaneses descritos como "terroristas" por el gobierno. Gruevski dijo que la policía había desarticulado una trama terrorista, pero los albaneses y algunos analistas extranjeros han sugerido por el momento en que sucedió que el gobierno estaba intentando levantar una cortina de humo..
"No tengo intención de dimitir, ni de aceptar un gobierno interino", dijo Gruevski en la televisión Sitel TV, afín al gobierno, el sábado. "Si me echo atrás sería un movimiento cobarde. Afrontaré los ataques".
Echando más leña al fuego, este sábado el Ministerio de Exteriores de Rusia acusó a los "organizadores occidentales" de intentar fomentar una revolución en el país.
El ministro, Sergei Lavrov, dijo el viernes que sospechaba que había una conexión con la negativa de Macedonia a secundar las sanciones europeas contra Rusia en torno a Ucrania, y su posible papel como país de tránsito para el gas ruso a través de Turquía.