Las 5 claves que le han dado la Liga al Barça de Messi
Madrid, As
Si hay que resumir el campeonato del Barça en cinco claves, es imposible que en las mismas no aparezcan Messi y Luis Enrique. El peso del argentino, sobre cuyo ánimo descansa el Barça, estuvo a punto de hacer saltar el club por los aires después de la derrota de Anoeta a principios de 2015. Él decidió pisar el freno en su pulso con el asturiano y el acelerador en el césped con sus socios, Neymar y Luis Suárez. El Barça se regeneró en mitad del curso, se reinventó y levantó la Liga, la número 23 de su historia. Por bandera, el mejor jugador del mundo. Pero por debajo, con una colección de pequeñas cosas que Luis Enrique fue recuperando para hacer al Barça campeón. Entre otras muchas, estas fueron cinco de las claves que han hecho campeón al Barcelona.
1. La catarsis de Anoeta. Es imposible entender el título de Liga del Barça sin el episodio de principios de año. Luis Enrique concedió más días de vacaciones a los sudamericanos de la plantilla como es habitual todos los años. En el primer entrenamiento de vuelta, Messi y Luis Enrique tuvieron un encontronazo. El argentino pidió una falta al asturiano, que arbitraba un partidillo. No se la concedió. Intercambiaron pareceres. El asunto quedó ahí, pero a Luis Enrique, con el Madrid a tiro después de su derrota horas antes en Valencia, no se le ocurrió otra cosa que dejar en el banquillo a Messi y Neymar en Anoeta. El Barça perdió 1-0 (Jordi Alba en propia puerta) y aquello se convirtió en un polvorín. Messi llegó a plantear un pulso entre él mismo y el entrenador y Bartomeu se puso de su parte. Pareció que Luis Enrique tendría las horas contadas y que el Barça tiraba la temporada al aire. Pero alguien debió (Xavi, cuentan) quitar la idea de la cabeza a Messi, que se calmó. Cada uno por su lado, Messi y Luis Enrique arreglaron al equipo. El Barça ganó al Atlético (3-1) y desde entonces sólo volvió a perder contra el Málaga. Una apisonadora.
2. Las rotaciones. Luis Enrique fue muy censurado a partir de la derrota del Bernabéu en la primera vuelta por darle vueltas al equipo. Por quitar a Rakitic en los partidos importantes (PSG de primera fase de Champions y Madrid), por no saber si Xavi era un argumento residual en la plantilla o indiscutible, por dar demasiados minutos de descanso a Iniesta quien parecía jugador bajo sospecha… En definitiva, por no tener un once definido. Sin embargo, el tiempo dio la razón al entrenador asturiano. El Barça llegó con un plus físico respecto al resto de equipos, sin lesionados y pudiendo utilizar el once de gala en los partidos clave de Liga y Champions.
3. Messi y socios. Que Messi volvió del Mundial otra persona se vio en el partido de presentación. En el Gamper ya pareció más liviano, como si se hubiese quitado un peso de encima. Durante la temporada se ha sabido que volvió a reconducir sus hábitos de alimentación, que contrató los servicios de un dietista en Italia y que estaba de vuelta. Hasta él admitió que 2014 fue un año “difícil”. Pero el Messi de 2015 ha sido un ciclón, con exhibiciones en campos de España y Europa. Además, Messi ha sido más Messi gracias a Neymar y a Suárez. Hubo que esperar a final de octubre para ver al tridente juntos. Sin embargo, aquella foto después del 3-1 ante el Atlético, con el tridente festejando eufórico el tercer gol, demostró una complicidad tremenda. La base del campeón. Messi ha vuelto a sus orígenes en la derecha. Desde allí decide ir al corazón del área para hacer daño con su disparo o simplemente tener el balón y esperar las diagonales de Neymar y Jordi Alba en una de las jugadas que más se han repetido durante el campeonato. Ver 0-1.
4. Bravo y el esfuerzo defensivo. El Barça ha estado más de la mitad de los partidos de temporada sin encajar goles. Lo del inicio pareció casual. El Barça concedía cantidad de ocasiones desaprovechadas por los rivales, los dos primeros partidos serios (3-2 contra el PSG en el Parque de los Príncipes y 3-1 en el Bernabéu) animaron a los más críticos a proclamar que la vida seguía igual. Sin embargo el Barça ha demostrado manejar nuevos conceptos defensivos. Mantiene momentos de intensidad en la presión alta pero se sabe plantar mejor atrás y sobre todo ha experimentado una importante mejora en el juego defensivo a balón parado.
5. Hambre y físico. A pesar de la Liga de los 100 puntos, el último tramo de la Liga de Tito Vilanova ya encendió las alertas en el Barça. Un equipo que se entrenaba menos y a menor intensidad que en la época de Guardiola. Los síntomas se mantuvieron con Martino. El Barça compitió algo mejor pero no ganó títulos y llegó demacrado al final del campeonato. Este curso se ha visto un equipo vivo, capaz de ganar en muchos grandes campos gracias a la intensidad, la frescura, el contragolpe. La recuperación del nivel físico en jugadores como Piqué, Alves, Iniesta o Busquets, la incorporación de un todoterreno como Rakitic y la fiabilidad de los tres puntas ha activado de nuevo al Barça, hambriento como hacía años que no se le recordaba. El cocktail perfecto para el regreso del campeón.
Si hay que resumir el campeonato del Barça en cinco claves, es imposible que en las mismas no aparezcan Messi y Luis Enrique. El peso del argentino, sobre cuyo ánimo descansa el Barça, estuvo a punto de hacer saltar el club por los aires después de la derrota de Anoeta a principios de 2015. Él decidió pisar el freno en su pulso con el asturiano y el acelerador en el césped con sus socios, Neymar y Luis Suárez. El Barça se regeneró en mitad del curso, se reinventó y levantó la Liga, la número 23 de su historia. Por bandera, el mejor jugador del mundo. Pero por debajo, con una colección de pequeñas cosas que Luis Enrique fue recuperando para hacer al Barça campeón. Entre otras muchas, estas fueron cinco de las claves que han hecho campeón al Barcelona.
1. La catarsis de Anoeta. Es imposible entender el título de Liga del Barça sin el episodio de principios de año. Luis Enrique concedió más días de vacaciones a los sudamericanos de la plantilla como es habitual todos los años. En el primer entrenamiento de vuelta, Messi y Luis Enrique tuvieron un encontronazo. El argentino pidió una falta al asturiano, que arbitraba un partidillo. No se la concedió. Intercambiaron pareceres. El asunto quedó ahí, pero a Luis Enrique, con el Madrid a tiro después de su derrota horas antes en Valencia, no se le ocurrió otra cosa que dejar en el banquillo a Messi y Neymar en Anoeta. El Barça perdió 1-0 (Jordi Alba en propia puerta) y aquello se convirtió en un polvorín. Messi llegó a plantear un pulso entre él mismo y el entrenador y Bartomeu se puso de su parte. Pareció que Luis Enrique tendría las horas contadas y que el Barça tiraba la temporada al aire. Pero alguien debió (Xavi, cuentan) quitar la idea de la cabeza a Messi, que se calmó. Cada uno por su lado, Messi y Luis Enrique arreglaron al equipo. El Barça ganó al Atlético (3-1) y desde entonces sólo volvió a perder contra el Málaga. Una apisonadora.
2. Las rotaciones. Luis Enrique fue muy censurado a partir de la derrota del Bernabéu en la primera vuelta por darle vueltas al equipo. Por quitar a Rakitic en los partidos importantes (PSG de primera fase de Champions y Madrid), por no saber si Xavi era un argumento residual en la plantilla o indiscutible, por dar demasiados minutos de descanso a Iniesta quien parecía jugador bajo sospecha… En definitiva, por no tener un once definido. Sin embargo, el tiempo dio la razón al entrenador asturiano. El Barça llegó con un plus físico respecto al resto de equipos, sin lesionados y pudiendo utilizar el once de gala en los partidos clave de Liga y Champions.
3. Messi y socios. Que Messi volvió del Mundial otra persona se vio en el partido de presentación. En el Gamper ya pareció más liviano, como si se hubiese quitado un peso de encima. Durante la temporada se ha sabido que volvió a reconducir sus hábitos de alimentación, que contrató los servicios de un dietista en Italia y que estaba de vuelta. Hasta él admitió que 2014 fue un año “difícil”. Pero el Messi de 2015 ha sido un ciclón, con exhibiciones en campos de España y Europa. Además, Messi ha sido más Messi gracias a Neymar y a Suárez. Hubo que esperar a final de octubre para ver al tridente juntos. Sin embargo, aquella foto después del 3-1 ante el Atlético, con el tridente festejando eufórico el tercer gol, demostró una complicidad tremenda. La base del campeón. Messi ha vuelto a sus orígenes en la derecha. Desde allí decide ir al corazón del área para hacer daño con su disparo o simplemente tener el balón y esperar las diagonales de Neymar y Jordi Alba en una de las jugadas que más se han repetido durante el campeonato. Ver 0-1.
4. Bravo y el esfuerzo defensivo. El Barça ha estado más de la mitad de los partidos de temporada sin encajar goles. Lo del inicio pareció casual. El Barça concedía cantidad de ocasiones desaprovechadas por los rivales, los dos primeros partidos serios (3-2 contra el PSG en el Parque de los Príncipes y 3-1 en el Bernabéu) animaron a los más críticos a proclamar que la vida seguía igual. Sin embargo el Barça ha demostrado manejar nuevos conceptos defensivos. Mantiene momentos de intensidad en la presión alta pero se sabe plantar mejor atrás y sobre todo ha experimentado una importante mejora en el juego defensivo a balón parado.
5. Hambre y físico. A pesar de la Liga de los 100 puntos, el último tramo de la Liga de Tito Vilanova ya encendió las alertas en el Barça. Un equipo que se entrenaba menos y a menor intensidad que en la época de Guardiola. Los síntomas se mantuvieron con Martino. El Barça compitió algo mejor pero no ganó títulos y llegó demacrado al final del campeonato. Este curso se ha visto un equipo vivo, capaz de ganar en muchos grandes campos gracias a la intensidad, la frescura, el contragolpe. La recuperación del nivel físico en jugadores como Piqué, Alves, Iniesta o Busquets, la incorporación de un todoterreno como Rakitic y la fiabilidad de los tres puntas ha activado de nuevo al Barça, hambriento como hacía años que no se le recordaba. El cocktail perfecto para el regreso del campeón.