La violencia del narco amenaza las elecciones al sur de México
Un comando mata al aspirante priista a la alcaldía de Chilapa, Guerrero
Un candidato a gobernador había sido encañonado en ese sitio hace unos días
Algunos partidos suspenden campañas y replantean su estrategia electoral
Verónica Calderón
México, El País
La campaña electoral en Guerrero, al sur de México, y uno de los estados más pobres del país se tiñó de sangre el viernes. Un comando alcanzó a Ulises Fabián Quiroz, candidato por el PRI y su aliado el PVEM a la alcaldía de Chilapa, a menos de una hora de la capital, Chilpancingo. Lo bajaron del coche, lo golpearon y le soltaron 15 tiros. Hoy lo enterraron.
El crimen ha levantado una condena unánime por los partidos que compiten por las alcaldías, diputaciones y la gobernatura de Guerrero en las elecciones programadas para junio de este año. El candidato de su formación al gobernador, Héctor Astudillo, asistió al funeral y suspendió sus actividades. “Esta reprobable acción nos enluta y nos obliga a reflexionar sobre el clima de inseguridad que prevale en Guerrero”, afirmó.
Chilapa es uno de los municipios más violentos del de por sí violento Guerrero, uno de los estados más pobres de México, y donde el 26 de septiembre de 2014 desaparecieron 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, uno de los crímenes que más ha cimbrado al país en los últimos años. Dos grupos delincuenciales (identificados como “Los Ardillos” y “Los Rojos”) se pelean el control de la plaza, la palabra utilizada en la jerga del narco para definir un bastión.
Solo en lo que va de este año, las autoridades han hallado fosas clandestinas con al menos 10 cuerpos en Chilapa. La aspirante a la alcaldía por el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Laura Patricia Hernández Carrillo, había anunciado un par de días antes del asesinato de Fabián que retiraba su candidatura por razones de seguridad. Los tiroteos entre la policía y los delincuentes son habituales. La semana pasada, un comando similar al que asesinó a Fabián Quiroz encañonó al candidato a gobernador de Guerrero por el Movimiento Ciudadano, Luis Walton. Su equipo suspendió la gira de campaña que había planeado en la zona.
La violencia no distingue partidos en Guerrero. Candidatos de las principales formaciones políticas del país han recibido intimidaciones y amenazas. Hoy mismo cuatro militantes del Partido Nueva Alianza fueron asesinados después de terminar un mitin en Ixcapuzalco, un municipio situado al norte de la entidad.
En marzo, un grupo de hombres armados secuestró a la precandidata del Partido de la Revolución Democrática (PRD) a la alcaldía de Ahuacotzingo, Aidé Nava González. Hallaron su cuerpo, decapitado, poco después. Ella había perdido ya a su esposo, Francisco Quiñones, que había ocupado antes el puesto al que ella aspiraba y al que mataron a tiros en junio de 2014. Uno de los hijos de la pareja está desaparecido desde 2012. Ninguno de los crímenes ha sido resuelto.
El Gobierno de Guerrero insiste que las elecciones se celebrarán. El mandatario interino guerrerense, Rogelio Ortega, aseguró el sábado que la violencia se concentra "en algunos municipios". Pero la violencia ha llevado algunos partidos a suspender actos de campaña e incluso a replantearse el horario y lugares donde celebran sus mitines.
Un candidato a gobernador había sido encañonado en ese sitio hace unos días
Algunos partidos suspenden campañas y replantean su estrategia electoral
Verónica Calderón
México, El País
La campaña electoral en Guerrero, al sur de México, y uno de los estados más pobres del país se tiñó de sangre el viernes. Un comando alcanzó a Ulises Fabián Quiroz, candidato por el PRI y su aliado el PVEM a la alcaldía de Chilapa, a menos de una hora de la capital, Chilpancingo. Lo bajaron del coche, lo golpearon y le soltaron 15 tiros. Hoy lo enterraron.
El crimen ha levantado una condena unánime por los partidos que compiten por las alcaldías, diputaciones y la gobernatura de Guerrero en las elecciones programadas para junio de este año. El candidato de su formación al gobernador, Héctor Astudillo, asistió al funeral y suspendió sus actividades. “Esta reprobable acción nos enluta y nos obliga a reflexionar sobre el clima de inseguridad que prevale en Guerrero”, afirmó.
Chilapa es uno de los municipios más violentos del de por sí violento Guerrero, uno de los estados más pobres de México, y donde el 26 de septiembre de 2014 desaparecieron 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, uno de los crímenes que más ha cimbrado al país en los últimos años. Dos grupos delincuenciales (identificados como “Los Ardillos” y “Los Rojos”) se pelean el control de la plaza, la palabra utilizada en la jerga del narco para definir un bastión.
Solo en lo que va de este año, las autoridades han hallado fosas clandestinas con al menos 10 cuerpos en Chilapa. La aspirante a la alcaldía por el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Laura Patricia Hernández Carrillo, había anunciado un par de días antes del asesinato de Fabián que retiraba su candidatura por razones de seguridad. Los tiroteos entre la policía y los delincuentes son habituales. La semana pasada, un comando similar al que asesinó a Fabián Quiroz encañonó al candidato a gobernador de Guerrero por el Movimiento Ciudadano, Luis Walton. Su equipo suspendió la gira de campaña que había planeado en la zona.
La violencia no distingue partidos en Guerrero. Candidatos de las principales formaciones políticas del país han recibido intimidaciones y amenazas. Hoy mismo cuatro militantes del Partido Nueva Alianza fueron asesinados después de terminar un mitin en Ixcapuzalco, un municipio situado al norte de la entidad.
En marzo, un grupo de hombres armados secuestró a la precandidata del Partido de la Revolución Democrática (PRD) a la alcaldía de Ahuacotzingo, Aidé Nava González. Hallaron su cuerpo, decapitado, poco después. Ella había perdido ya a su esposo, Francisco Quiñones, que había ocupado antes el puesto al que ella aspiraba y al que mataron a tiros en junio de 2014. Uno de los hijos de la pareja está desaparecido desde 2012. Ninguno de los crímenes ha sido resuelto.
El Gobierno de Guerrero insiste que las elecciones se celebrarán. El mandatario interino guerrerense, Rogelio Ortega, aseguró el sábado que la violencia se concentra "en algunos municipios". Pero la violencia ha llevado algunos partidos a suspender actos de campaña e incluso a replantearse el horario y lugares donde celebran sus mitines.