La corrupción espanta a los patrocinadores
La FIFA ha perdido a cinco de sus grandes mecenas y otros como Visa, que aporta 25 millones de dólares anuales, advierten de una necesidad de regenaración ética
Ladislao J. Moñino
Madrid, El País
El último congreso de la FIFA, celebrado en Sao Paulo 24 horas antes de que diera el comienzo del Mundial de Brasil, fue histórico no solo porque Joseph Blatter, contra lo que había difundido, anunciara que se presentaba a su quinta reelección. Entre bambalinas, pero con mucho ruido de fondo, las voces de algunos de los patrocinadores más potentes de FIFA se hicieron notar. Las imágenes de Brasilia, con indígenas disparando flechas en un acto de la bebida refrescante más universal del planeta, generó una corriente de protestas a Blatter de los grandes mecenas que sustentan el negocio del fútbol mundial. Algunos advirtieron que no estaban dispuestos a que sus marcas de referencia fueran asociadas a un organismo o a un evento en el que la corrupción estaba al día y las muertes de trabajadores en las obras de construcción de los estadios focalizaban la actualidad. La advertencia era ya un golpe en la línea de financiación de la FIFA.
Terminado el Mundial las amenazas de algunas de las multinacionales que desembolsaban cantidades astronómicas se han concretado porque entendían que estaban ante un patrocinio tóxico para sus intereses. La petrolera Castrol, la farmacéutica y cosmética Jonhson & Jhonson y la empresa líder de producción mundial de neumáticos Continental fueron los últimos en no renovar sus contratos. Meses antes el gigante audiovisual Sony y la gran línea aérea emergente Emirates se habían bajado del carro.
Los ingresos por patrocinios estimados por la FIFA para el último Mundial equivalía a un 10% más de los obtenidos en Sudáfrica 2010, y provenían de tres categorías de patrocinio: socios, patrocinadores internacionales y patrocinadores nacionales.
En Sudáfrica 2010, la FIFA ingresó unos 3,790 millones de dólares por derechos de televisión y patrocinadores y cifró gastos en 1,348. En Brasil 2014, esperaba facturar 4,169 millones de dólares.
Adidas, Coca-Cola, Hyundai, Emirates, Sony y Visa estaban en el primer grupo; en los patrocinadores internacionales se encontraban Budweiser Castrol, McDonald’s, Continental, Johnson & Johnson, Oi, Moypark y Yinglisolar, y en el tercero figuranab las firmas nacionales ApexBrasil, Centauro, Garoto, Itaú, Liberty Seguros, WiseUp, Fifa.com y Football for Hope.
“Como patrocinador, esperamos que FIFA tome medidas efectivas e inmediatas para resolver los problemas dentro de su organización”, advirtió Visa. “Esto comienza con la reconstrucción de una cultura con prácticas éticas fuertes para poder restaurar la reputación del deporte para los aficionados en todo el mundo”.
Coca Cola también dijo haber expresado repetidamente su preocupación sobre los alegatos y espera que FIFA le entre de lleno a los problemas, mientras que Adidas pidió a la FIFA “cumplir con los estándares de transparencia en todo lo que hagan”.
Ladislao J. Moñino
Madrid, El País
El último congreso de la FIFA, celebrado en Sao Paulo 24 horas antes de que diera el comienzo del Mundial de Brasil, fue histórico no solo porque Joseph Blatter, contra lo que había difundido, anunciara que se presentaba a su quinta reelección. Entre bambalinas, pero con mucho ruido de fondo, las voces de algunos de los patrocinadores más potentes de FIFA se hicieron notar. Las imágenes de Brasilia, con indígenas disparando flechas en un acto de la bebida refrescante más universal del planeta, generó una corriente de protestas a Blatter de los grandes mecenas que sustentan el negocio del fútbol mundial. Algunos advirtieron que no estaban dispuestos a que sus marcas de referencia fueran asociadas a un organismo o a un evento en el que la corrupción estaba al día y las muertes de trabajadores en las obras de construcción de los estadios focalizaban la actualidad. La advertencia era ya un golpe en la línea de financiación de la FIFA.
Terminado el Mundial las amenazas de algunas de las multinacionales que desembolsaban cantidades astronómicas se han concretado porque entendían que estaban ante un patrocinio tóxico para sus intereses. La petrolera Castrol, la farmacéutica y cosmética Jonhson & Jhonson y la empresa líder de producción mundial de neumáticos Continental fueron los últimos en no renovar sus contratos. Meses antes el gigante audiovisual Sony y la gran línea aérea emergente Emirates se habían bajado del carro.
Los ingresos por patrocinios estimados por la FIFA para el último Mundial equivalía a un 10% más de los obtenidos en Sudáfrica 2010, y provenían de tres categorías de patrocinio: socios, patrocinadores internacionales y patrocinadores nacionales.
En Sudáfrica 2010, la FIFA ingresó unos 3,790 millones de dólares por derechos de televisión y patrocinadores y cifró gastos en 1,348. En Brasil 2014, esperaba facturar 4,169 millones de dólares.
Adidas, Coca-Cola, Hyundai, Emirates, Sony y Visa estaban en el primer grupo; en los patrocinadores internacionales se encontraban Budweiser Castrol, McDonald’s, Continental, Johnson & Johnson, Oi, Moypark y Yinglisolar, y en el tercero figuranab las firmas nacionales ApexBrasil, Centauro, Garoto, Itaú, Liberty Seguros, WiseUp, Fifa.com y Football for Hope.
“Como patrocinador, esperamos que FIFA tome medidas efectivas e inmediatas para resolver los problemas dentro de su organización”, advirtió Visa. “Esto comienza con la reconstrucción de una cultura con prácticas éticas fuertes para poder restaurar la reputación del deporte para los aficionados en todo el mundo”.
Coca Cola también dijo haber expresado repetidamente su preocupación sobre los alegatos y espera que FIFA le entre de lleno a los problemas, mientras que Adidas pidió a la FIFA “cumplir con los estándares de transparencia en todo lo que hagan”.