Iker Casillas y Bale dicen basta

Madrid, Sport
Iker Casillas y Gareth Bale están señalados. El capitán, por ese grupúsculo de aficionados que la tiene tomada con él y no para de silbarle, y el galés, por sentirse marginado del juego del equipo en el que apenas participa. Ambos están viviendo una temporada agridulce por culpa de alternar actuaciones correctas, discretas y malas o muy malas. Ninguno ha ofrecido su verdadero nivel y eso tiene mayor repercusión en un equipo como el Madrid donde la competencia es grande. Además, la afición no está contenta con su rendimiento y les dedica su atención negativa cada vez que cometen errores o creen que no están a la altura de defender una camiseta como la del Madrid. Una situación complicada que está haciendo mella en la moral de los dos futbolistas que han dicho basta al sentirse tratados injustamente.


Casillas explotó el sábado contra los seguidores que volvieron a pitarle después de recibir el 0-1 del Valencia. “¡Ya está bien! ¡Qué pesados, a tomar por culo!”, farfulló balanceando el brazo incómodo tras sacar de portería en la primera intervención después del gol encajado. Íker explotó enfadado ante el permanente juicio al que se expone cada vez que actúa en el Bernabéu y ante el que se expondrá este miércoles ante la Juventus. Una situación complicada para él, para su equipo y Ancelotti, porque los pitos hacia su capitán transmiten inquietud y provocan nerviosismo si las cosas no van bien. De hecho, el técnico italiano ha intentado suavizar esa relación poniendo a Keylor Navas en tres ocasiones y todas en el Bernabéu ante el Levante, Éibar y Almería.

Bale, por su parte, sigue desconectado del equipo, haciendo la guerra por su parte y sin aparecer lo más mínimo. Una situación que empieza a desesperarle y de la que culpa a sus compañeros como dejó entrever su representante Jonathan Barnett al señalar a los jugadores blancos como los grandes causantes de los males del galés: “Sus compañeros del Madrid tienen que trabajar más con él y pasarle el balón para que pueda demostrar de lo que es capaz. Cuando eso ocurra va a ser el mejor jugador del Madrid”. Barnett no apeló a que juegue en una posición que no es la suya, o a que acaba salir de una lesión o a que no le están saliendo bien las cosas. No. Ha atacado a los jugadores para justificar el pobre rendimiento de su representado y encima carga contra quienes le enjuician: “Estoy muy preocupado de que los profesionales no se den cuenta de lo que pasa. En vez de criticar, deberían observar esto más de cerca porque se ve claro cuando miras los partidos”. Una visión demasiado interesada como para tenerla en cuenta, máxime cuando lleva más de un mes sin marcar un gol y siendo el jugador invisible como dicen en Inglaterra, donde también aseguran que los blancos juegan con uno menos cuando Bale está en el campo.

El futuro


Habría que preguntarse si ambos se ven en el Madrid la próxima temporada. El club busca un portero que sustituya al capitán, aunque desde la planta noble del Bernabéu se empieza a asumir que siga pero como suplente y así ahorrarse una fortísima cantidad, unos 50 millones de euros. Casillas ha expresado su intención de continuar y cumplir los dos años que le quedan, aunque podría cambiar de opinión ante la animadversión que despierta por ese sector del público que no le traga.

El caso de Bale es diametralmente diferente. Es una apuesta personal de Florentino, una apuesta comercial y deportiva. Le defiende visceralmente -él y sus confidentes-, y ni el presidente ni su agente se plantea que se vaya, aunque las palabras de Barnett puedan revolucionar al vestuario contra el galés.

Entradas populares