Iker Casillas sigue decidido a quedarse en el Real Madrid
Madrid, Marca
Ni para Iker Casillas ni para sus compañeros es una situación fácil. Los pitos del Bernabéu, esos mismos que el portero llegó a reclamar en su día para él para evitar tensiones con el resto del equipo, llevaron al capitán a hacer un gesto de desconsideración a la grada de manera poco reflexiva y que le deja señalado.
Decir que Casillas está tranquilo sería desvirtuar una realidad que en la tarde del sábado le jugó una mala pasada. Sabe que su gesto no fue adecuado y que sobra en su historial, pero por el momento todo lo sucedido ante el Valencia no le lleva a cambiar de idea.
Iker sigue firme en su propósito de cumplir contrato. Ya sea como titular o como suplente. Salvo que el presidente le llame, tal y como sucedió la temporada pasada, y le ponga sobre la mesa una posible resolución del contrato, su postura seguirá siendo la misma. "Me quedo hasta 2017", ha comentado en repetidas ocasiones.
Parte de su entorno profesional le aconseja abrir la puerta, buscar una solución que ponga fin a una tensión que ya no son sólo rumores y silbidos esporádicos, sino un ambiente irrespirable que se corta con un cuchillo. El portero cree que las protestas no son de todos los seguidores y sí de ese grupo nacido a partir de sus diferencias con Mourinho.
Florentino Pérez y sus directivos están a la espera. No ocultan que buscan portero e incluso algunos dicen que dos , porque Keylor Navas no convence a todo el mundo dentro del madridismo. David de Gea es la primera alternativa, por 40 millones de euros. Casillas sabe de las negociaciones y de la intención de fichar al menos un portero. No le preocupan lo más mínimo.
El presidente no se ha pronunciado. Busca tiempo, dilatar una solución a la espera de que termine la temporada y esta se pueda salvar con la presencia blanca en la final de Berlín. Sabe que hay un problema y que debe poner fin a una complicada situación que ya convive con la realidad blanca desde hace un año.
Mientras, Ancelotti sigue confiando en su capitán. No ha dado muestra alguna de dejar de contar con él como titular en el partido del miércoles.
Ni para Iker Casillas ni para sus compañeros es una situación fácil. Los pitos del Bernabéu, esos mismos que el portero llegó a reclamar en su día para él para evitar tensiones con el resto del equipo, llevaron al capitán a hacer un gesto de desconsideración a la grada de manera poco reflexiva y que le deja señalado.
Decir que Casillas está tranquilo sería desvirtuar una realidad que en la tarde del sábado le jugó una mala pasada. Sabe que su gesto no fue adecuado y que sobra en su historial, pero por el momento todo lo sucedido ante el Valencia no le lleva a cambiar de idea.
Iker sigue firme en su propósito de cumplir contrato. Ya sea como titular o como suplente. Salvo que el presidente le llame, tal y como sucedió la temporada pasada, y le ponga sobre la mesa una posible resolución del contrato, su postura seguirá siendo la misma. "Me quedo hasta 2017", ha comentado en repetidas ocasiones.
Parte de su entorno profesional le aconseja abrir la puerta, buscar una solución que ponga fin a una tensión que ya no son sólo rumores y silbidos esporádicos, sino un ambiente irrespirable que se corta con un cuchillo. El portero cree que las protestas no son de todos los seguidores y sí de ese grupo nacido a partir de sus diferencias con Mourinho.
Florentino Pérez y sus directivos están a la espera. No ocultan que buscan portero e incluso algunos dicen que dos , porque Keylor Navas no convence a todo el mundo dentro del madridismo. David de Gea es la primera alternativa, por 40 millones de euros. Casillas sabe de las negociaciones y de la intención de fichar al menos un portero. No le preocupan lo más mínimo.
El presidente no se ha pronunciado. Busca tiempo, dilatar una solución a la espera de que termine la temporada y esta se pueda salvar con la presencia blanca en la final de Berlín. Sabe que hay un problema y que debe poner fin a una complicada situación que ya convive con la realidad blanca desde hace un año.
Mientras, Ancelotti sigue confiando en su capitán. No ha dado muestra alguna de dejar de contar con él como titular en el partido del miércoles.