Higuaín vuelve a fallar y el Nápoles dice adiós a su sueño
El equipo ucraniano venció por la mínima con un gol de Seleznyov en la segunda parte. El equipo de Benítez lo intentó sin suerte y se quedó a las puertas de la final.
Kiev, As
El Nápoles dijo adiós al sueño de lograr la segunda final europea en su historia: en Kiev el Dnipro venció 1-0 gracias a otro tanto de Seleznyov, que marcó en el partido de ida en clara posición de fuera de juego y esta vez decidió el choque con otro tanto probablemente ilegal. Los de Benítez pagaron carísima la falta de puntería de Higuaín, que volvió a fallar tras los errores del San Paolo.
Los ucranianos empezaron presionando a sus rivales, que sufrían grandes dificultades para hacer su juego también para las condiciones del césped, perjudicado por las fuertes lluvias. A pesar de eso, las mejores ocasiones fueron de los partenopei: tras solo 8 minutos Inler puso a Higuaín solo ante Boyko, pero el argentino volvió a hacerse hipnotizar por el portero rival como ya pasó varias veces en la ida. El Pipita lo intentó poco después, con un cabezazo esta vez perfecto, pero neutralizado por el meta.
En la reanudación el Nápoles aumentó su presión y mereció abrir la lata, pero Konoplyanka transformó un balón que parecía muerto en una asistencia para Seleznyov, cuyo cabezazo batió a Andújar, aunque cometiendo falta sobre Britos. A partir de aquel momento los de Benítez asaltaron a sus rivales, pero faltaron otra vez puntería y suerte. El Dnipro, que pudo meter el segundo en el 92' con un testarazo que golpeó el travesaño de Matheus, al final pudo celebrar su primera final europea con sus hinchas, que invadieron el campo tras el pitido final. Para el Nápoles una decepción inmensa e inmerecida, aunque desperdiciar tantas ocasiones en una semifinal acabó pasando factura.
Kiev, As
El Nápoles dijo adiós al sueño de lograr la segunda final europea en su historia: en Kiev el Dnipro venció 1-0 gracias a otro tanto de Seleznyov, que marcó en el partido de ida en clara posición de fuera de juego y esta vez decidió el choque con otro tanto probablemente ilegal. Los de Benítez pagaron carísima la falta de puntería de Higuaín, que volvió a fallar tras los errores del San Paolo.
Los ucranianos empezaron presionando a sus rivales, que sufrían grandes dificultades para hacer su juego también para las condiciones del césped, perjudicado por las fuertes lluvias. A pesar de eso, las mejores ocasiones fueron de los partenopei: tras solo 8 minutos Inler puso a Higuaín solo ante Boyko, pero el argentino volvió a hacerse hipnotizar por el portero rival como ya pasó varias veces en la ida. El Pipita lo intentó poco después, con un cabezazo esta vez perfecto, pero neutralizado por el meta.
En la reanudación el Nápoles aumentó su presión y mereció abrir la lata, pero Konoplyanka transformó un balón que parecía muerto en una asistencia para Seleznyov, cuyo cabezazo batió a Andújar, aunque cometiendo falta sobre Britos. A partir de aquel momento los de Benítez asaltaron a sus rivales, pero faltaron otra vez puntería y suerte. El Dnipro, que pudo meter el segundo en el 92' con un testarazo que golpeó el travesaño de Matheus, al final pudo celebrar su primera final europea con sus hinchas, que invadieron el campo tras el pitido final. Para el Nápoles una decepción inmensa e inmerecida, aunque desperdiciar tantas ocasiones en una semifinal acabó pasando factura.