Detectado el barra de Boca sospechoso de causar el incidente
Gustavo Grabia - ggrabia@ole.com.ar
La Policía le apunta a un barra apodado Panadero como quién tiró el líquido. La pericia judicial plantea que el químico se arrojó desde afuera de la manga.
El día después del escándalo más impactante del fútbol argentino en décadas, empezó a arrojar certezas. La primera es que tras la pericia judicial se determinó que el químico que afectó a los jugadores de River fue arrojado desde la tribuna y no desde adentro del túnel, como lo demuestran las fotos que acompañan la edición. Así la Justicia desvirtuó la versión que corrió durante buena parte del día de que habría sido un oficial de policía el que había tirado el líquido contaminante, hecho que podría haber aliviado la situación de Boca a la hora de hacer su descargo. La pericia determinó que el compuesto encontrado en las camisetas de los players es la capsaicina, principio activo que se encuentra en el gas pimienta (ver página 8).
Pero lo clave que aún la Justicia no pudo comprobar es quién fue el barra que arrojó el compuesto. Si indagan en las entrañas del club y de la barra, probablemente la incógnita la resuelvan rápido: en La Doce apuntan a que esa persona es el Panadero, socio activo de Boca perteneciente a una agrupación opositora al oficialismo y que tuvo una pelea con Mancuso, un barra que pisa fuerte en la oficial, cuando el Xeneize jugó en Montevideo contra Wanderers.
Sumado a esto, la Policía amplió la hipótesis adelantada en exclusiva ayer por Olé sobre las distintas facciones de la barra que habrían participado de este hecho y de la movida del drone. Sobre el primer tema apuntan a una alianza entre la bandita del Pelado que para siempre en socios Norte, con un grupo de la propia Doce oficial que cobija a gente de Virreyes, San Justo y la zona Centro-Sur de Capital que quedó fuera del negocio de reventa de entradas, ya que su porción de la torta fue a parar a manos del grupo de Lomas de Zamora, que había prometido guerra si no veía beneficios en contante y sonante. Los de Lomas también se quedaron con el negocio de los trapitos en el campo que da a Casa Amarilla y con los puestos de chori de ese sector. La acción fue un mensaje contundente: hay para todos, o no hay para nadie. ¿Cuánto sabían los líderes de la barra sobre esto, teniendo en cuenta que nada ocurre en ese sector sin que ellos se enteren? Por ahora la Policía los ha desligado del hecho, que además afecta severamente la posibilidad de que les saquen el derecho de admisión. Por otro lado, la Federal también analiza qué responsabilidad le cupo a un grupo del barrio de La Boca, dado que es el que tiene la relación más cercana con Carlos Lucione, el jefe de seguridad del club. A tal punto que el hermano del Enano Ezequiel, dos de Adrián Silva, líder de esta facción, trabaja codo a codo con Lucione. A este último, comisario retirado de la Federal con causa por enriquecimiento ilícito donde tiene falta de mérito, se lo vio siempre muy cercano a la barra. Hasta anduvo de shopping con Rafael Di Zeo y Mauro Martín en Barinas, cuando Boca jugó contra Zamora. ¿Cómo llegó al club? Por recomendación del número tres de la Federal, Guillermo Calviño, hombre de Sergio Berni en la fuerza. En la causa por asociación ilícita sobre La Doce había una investigación sobre su papel y también sobre el de otro policía retirado, en este caso bonaerense: Carlos Martínez, custodio de Daniel Angelici, quien tiene diálogos comprometedores con la cúpula violenta. Como se ve, no hay distinción política a la hora de pactar con las barras.
Sobre el drone, hay una escucha donde Hernán Cantón, sobrino de Santiago Lancry, referente histórico del grupo de La Boca, organiza la movida con el dueño del aparato, de nombre Cristian, quien ya está identificado y deberá explicar lo sucedido en la Justicia. Mientras, claro, el fútbol se sigue muriendo.
La Policía le apunta a un barra apodado Panadero como quién tiró el líquido. La pericia judicial plantea que el químico se arrojó desde afuera de la manga.
El día después del escándalo más impactante del fútbol argentino en décadas, empezó a arrojar certezas. La primera es que tras la pericia judicial se determinó que el químico que afectó a los jugadores de River fue arrojado desde la tribuna y no desde adentro del túnel, como lo demuestran las fotos que acompañan la edición. Así la Justicia desvirtuó la versión que corrió durante buena parte del día de que habría sido un oficial de policía el que había tirado el líquido contaminante, hecho que podría haber aliviado la situación de Boca a la hora de hacer su descargo. La pericia determinó que el compuesto encontrado en las camisetas de los players es la capsaicina, principio activo que se encuentra en el gas pimienta (ver página 8).
Pero lo clave que aún la Justicia no pudo comprobar es quién fue el barra que arrojó el compuesto. Si indagan en las entrañas del club y de la barra, probablemente la incógnita la resuelvan rápido: en La Doce apuntan a que esa persona es el Panadero, socio activo de Boca perteneciente a una agrupación opositora al oficialismo y que tuvo una pelea con Mancuso, un barra que pisa fuerte en la oficial, cuando el Xeneize jugó en Montevideo contra Wanderers.
Sumado a esto, la Policía amplió la hipótesis adelantada en exclusiva ayer por Olé sobre las distintas facciones de la barra que habrían participado de este hecho y de la movida del drone. Sobre el primer tema apuntan a una alianza entre la bandita del Pelado que para siempre en socios Norte, con un grupo de la propia Doce oficial que cobija a gente de Virreyes, San Justo y la zona Centro-Sur de Capital que quedó fuera del negocio de reventa de entradas, ya que su porción de la torta fue a parar a manos del grupo de Lomas de Zamora, que había prometido guerra si no veía beneficios en contante y sonante. Los de Lomas también se quedaron con el negocio de los trapitos en el campo que da a Casa Amarilla y con los puestos de chori de ese sector. La acción fue un mensaje contundente: hay para todos, o no hay para nadie. ¿Cuánto sabían los líderes de la barra sobre esto, teniendo en cuenta que nada ocurre en ese sector sin que ellos se enteren? Por ahora la Policía los ha desligado del hecho, que además afecta severamente la posibilidad de que les saquen el derecho de admisión. Por otro lado, la Federal también analiza qué responsabilidad le cupo a un grupo del barrio de La Boca, dado que es el que tiene la relación más cercana con Carlos Lucione, el jefe de seguridad del club. A tal punto que el hermano del Enano Ezequiel, dos de Adrián Silva, líder de esta facción, trabaja codo a codo con Lucione. A este último, comisario retirado de la Federal con causa por enriquecimiento ilícito donde tiene falta de mérito, se lo vio siempre muy cercano a la barra. Hasta anduvo de shopping con Rafael Di Zeo y Mauro Martín en Barinas, cuando Boca jugó contra Zamora. ¿Cómo llegó al club? Por recomendación del número tres de la Federal, Guillermo Calviño, hombre de Sergio Berni en la fuerza. En la causa por asociación ilícita sobre La Doce había una investigación sobre su papel y también sobre el de otro policía retirado, en este caso bonaerense: Carlos Martínez, custodio de Daniel Angelici, quien tiene diálogos comprometedores con la cúpula violenta. Como se ve, no hay distinción política a la hora de pactar con las barras.
Sobre el drone, hay una escucha donde Hernán Cantón, sobrino de Santiago Lancry, referente histórico del grupo de La Boca, organiza la movida con el dueño del aparato, de nombre Cristian, quien ya está identificado y deberá explicar lo sucedido en la Justicia. Mientras, claro, el fútbol se sigue muriendo.