Frente a Federer, la sexta final en Roma para Djokovic

Roma, EFE
Novak Djokovic, líder supremo del tenis mundial, se planta en su sexta final del Masters 1.000 del Foro Itálico (Internacionales de Italia) al batir a David Ferrer... por novena vez consecutiva: fue 6-4, 6-4 en 95 minutos, en la primera semifinal del torneo, en el Campo Centrale del Foro Itálico romano. Djokovic se quejó en repetidas ocasiones del estado de los fondos de pista, cuyo arreglo demandó agriamente. Eso le llevó a un enfrentamiento abierto con los operarios de pista y con el árbitro, el argentino Damián Steiner.


En esta final de Roma (sobre las 16:00, a continuación de la femenina), Djokovic, (campeón en 2008, 2011 y 2014), jugará su partido número 39 con Roger Federer, que destruyó en la segunda semifinal a su compatriota suizo Stan Wawrinka por 6-4 y 6-2 en sólo 55 minutos. Federer y Wawrinka no se veían las caras en la pista desde la polémica semifinal de la Masters Cup en 2014. Se trata de un nuevo choque directo entre los dos primeros jugadores de la ATP. Hasta hoy Federer manda por 20-18 en el cara a cara con Djokovic. En todo caso, el desafío se extrema porque Roger Federer jamás ha sido campeón en el Foro Itálico. Al perder en semifinales, Ferrer (octavo en la ATP) se queda sin opciones para rebasar a Nadal en el séptimo puesto de la Lista de la ATP. Al sorteo de Roland Garros, el viernes próximo en París, Nadal, vigente campeón del evento parisino de Grand Slam, llegará ya con toda seguridad en ese número siete.

La victoria número 15 de Djokovic sobre Ferrer a lo largo de sus 20 cruces (el último triunfo de Ferrer se registró hace ya casi cuatro años) se revistió con aire de Inevitabilidad. El imponente sistema de juego del número uno (solo dos derrotas en 2015, ya en serie de 21 victorias seguidas) no funcionó como en sus mejores días... pero sí le permitió vadear con éxito cualquier sombra de apuro: el excepcional resto de Djokovic solo permitió a Ferrer ganar el 35% de segundos saques. Con su propio servicio (67% de puntos ganados con primeros saques y 66% con segundos), Novak no admitió ningún 'break' y anuló las tres opciones de rotura que manejó un Ferrer siempre exigido al límite. Parece que si Federer quiere soñar siquiera con coronarse en el Foro Itálico, se verá obligado a lo que ya se antoja una misión casi tan imposible como detener a un carro blindado con pelotas de goma: se trata de romper de algún modo el implacable método del número uno, Novak Djokovic.

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