El Pentágono envió por error ántrax vivo a laboratorios de nueve estados y Corea del Sur
Washington, lanacion.com
El Ejército de Estados Unidos envió por error bacterias de ántrax vivas a laboratorios de nueve estados del país y a una base aérea estadounidense en Corea del Sur, luego de que aparentemente no pudo neutralizar adecuadamente a los bacilos el año pasado, admitieron ayer funcionarios locales.
Un laboratorio del departamento de Defensa en Utah transfirió "inadvertidamente" la muestra de ántrax a un laboratorio comercial y las autoridades gubernamentales de salud continúan examinando las muestras que han sido enviadas a laboratorios en nueve estados y a un laboratorio militar situado en la base aérea de Osan, en Corea del Sur.
La muestra activa de ántrax fue descubierta por el laboratorio comercial el 22 de mayo y otros laboratorios fueron entonces informados, señalaron funcionarios del Departamento de Defensa.
En Estados Unidos, cuatro empleados de empresas diferentes "que trabajaron con el bacilo activo" recibieron un tratamiento preventivo por precaución.
Las cuatro personas enfrentan riesgos "mínimos", dijo Jason McDonald, portavoz de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), que ha iniciado una investigación sobre el incidente. Los cuatro "realizaban procedimientos que liberaron el agente en el aire", agregó.
"No se conoce de ningún riesgo para el público en general, y no hay sospechosos o casos confirmados de infección por ántrax entre los trabajadores potencialmente expuestos en laboratorio", subrayó en un comunicado el coronel Steven Warren, portavoz del Pentágono.
La muestra enviada a la base de Osan (al sur de Seúl) se destruyó de inmediato tras revelarse que no contenía ántrax inerte tal y como se creía sino la bacteria viva de esta enfermedad, indicaron las Fuerzas de Estados Unidos en Corea del Sur (USFK, por sus siglas en inglés) en un comunicado.
Las fuerzas estadounidenses en Corea del Sur también aseguraron que "no existe riesgo para las personas", como horas antes ya aseguró el Pentágono al salir a la luz este inusual caso. Las USFK añadieron que algunos efectivos militares podrían haber tenido algún tipo de contacto con la sustancia el pasado día 22 durante un ejercicio de formación, pero ninguno de ellos ha mostrado hasta ahora síntomas que pudieran relacionarse con una exposición a la bacteria del ántrax.
Las muestras, que en principio debían contener ántrax muerto o inactivo, fueron remitidas entre marzo de 2014 y marzo de 2015.
Todas ellas fueron enviadas desde un laboratorio del Ejército en Utah como parte de un programa para desarrollar un test en las bases que permita identificar amenazas ante posibles ataques biológicos.
El Pentágono colabora con el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus cifras en inglés), que investiga el incidente, "para desarrollar una prueba en el campo e identificar las amenazas biológicas en el medioambiente", indicó Warren.
Los riesgos
Cuando el ántrax es transportado por el aire, puede provocar una enfermedad letal llamada ántrax por inhalación. Eso ocurrió en el 2001, cuando se enviaron bacterias de ántrax mediante el correo de Estados Unidos a objetivos en el Gobierno y los medios de comunicación que provocaron la muerte de cinco personas.
El Departamento de Defensa, agregó su portavoz, "ha dejado de enviar material de este tipo desde sus laboratorios mientras dura la investigación".
La dirección de los CDC comunicó haber enviado a agentes a los laboratorios que podrían poseer muestras activas para proceder a una "consulta epidemiológica" y verificar las "medidas de seguridad tomadas con los asalariados" y "la gestión de los desechos".
En julio de ese año, el director de los CDC, Tom Frieden, admitió ante el Congreso que incurrieron en numerosos casos de incumplimiento de los protocolos de seguridad en sus propios laboratorios. Reconoció entre esos incidentes, que no generaron contaminación, el envío a tres laboratorios de muestras de ántrax no desactivadas, cuando estos establecimientos no estaban preparados para manipularlas y su personal no estaba equipado de elementos de protección.
El Ejército de Estados Unidos envió por error bacterias de ántrax vivas a laboratorios de nueve estados del país y a una base aérea estadounidense en Corea del Sur, luego de que aparentemente no pudo neutralizar adecuadamente a los bacilos el año pasado, admitieron ayer funcionarios locales.
Un laboratorio del departamento de Defensa en Utah transfirió "inadvertidamente" la muestra de ántrax a un laboratorio comercial y las autoridades gubernamentales de salud continúan examinando las muestras que han sido enviadas a laboratorios en nueve estados y a un laboratorio militar situado en la base aérea de Osan, en Corea del Sur.
La muestra activa de ántrax fue descubierta por el laboratorio comercial el 22 de mayo y otros laboratorios fueron entonces informados, señalaron funcionarios del Departamento de Defensa.
En Estados Unidos, cuatro empleados de empresas diferentes "que trabajaron con el bacilo activo" recibieron un tratamiento preventivo por precaución.
Las cuatro personas enfrentan riesgos "mínimos", dijo Jason McDonald, portavoz de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), que ha iniciado una investigación sobre el incidente. Los cuatro "realizaban procedimientos que liberaron el agente en el aire", agregó.
"No se conoce de ningún riesgo para el público en general, y no hay sospechosos o casos confirmados de infección por ántrax entre los trabajadores potencialmente expuestos en laboratorio", subrayó en un comunicado el coronel Steven Warren, portavoz del Pentágono.
La muestra enviada a la base de Osan (al sur de Seúl) se destruyó de inmediato tras revelarse que no contenía ántrax inerte tal y como se creía sino la bacteria viva de esta enfermedad, indicaron las Fuerzas de Estados Unidos en Corea del Sur (USFK, por sus siglas en inglés) en un comunicado.
Las fuerzas estadounidenses en Corea del Sur también aseguraron que "no existe riesgo para las personas", como horas antes ya aseguró el Pentágono al salir a la luz este inusual caso. Las USFK añadieron que algunos efectivos militares podrían haber tenido algún tipo de contacto con la sustancia el pasado día 22 durante un ejercicio de formación, pero ninguno de ellos ha mostrado hasta ahora síntomas que pudieran relacionarse con una exposición a la bacteria del ántrax.
Las muestras, que en principio debían contener ántrax muerto o inactivo, fueron remitidas entre marzo de 2014 y marzo de 2015.
Todas ellas fueron enviadas desde un laboratorio del Ejército en Utah como parte de un programa para desarrollar un test en las bases que permita identificar amenazas ante posibles ataques biológicos.
El Pentágono colabora con el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus cifras en inglés), que investiga el incidente, "para desarrollar una prueba en el campo e identificar las amenazas biológicas en el medioambiente", indicó Warren.
Los riesgos
Cuando el ántrax es transportado por el aire, puede provocar una enfermedad letal llamada ántrax por inhalación. Eso ocurrió en el 2001, cuando se enviaron bacterias de ántrax mediante el correo de Estados Unidos a objetivos en el Gobierno y los medios de comunicación que provocaron la muerte de cinco personas.
El Departamento de Defensa, agregó su portavoz, "ha dejado de enviar material de este tipo desde sus laboratorios mientras dura la investigación".
La dirección de los CDC comunicó haber enviado a agentes a los laboratorios que podrían poseer muestras activas para proceder a una "consulta epidemiológica" y verificar las "medidas de seguridad tomadas con los asalariados" y "la gestión de los desechos".
En julio de ese año, el director de los CDC, Tom Frieden, admitió ante el Congreso que incurrieron en numerosos casos de incumplimiento de los protocolos de seguridad en sus propios laboratorios. Reconoció entre esos incidentes, que no generaron contaminación, el envío a tres laboratorios de muestras de ántrax no desactivadas, cuando estos establecimientos no estaban preparados para manipularlas y su personal no estaba equipado de elementos de protección.