Delegación del gobierno colombiano se remanga los pantalones para decir: “No una mina más”

La Habana, AFP
Los diálogos de paz para Colombia fueron reanudados este jueves en La Habana con un homenaje de los delegados del gobierno a una niña indígena muerta en la víspera por la explosión de una mina, mientras se prepara el inicio de un programa de desminado.
“Desde La Habana enviamos un mensaje de solidaridad a la familia de la niña Ingrid Guejía Guecio, de 7 años, fallecida por el impacto de una mina”, declaró a la prensa el jefe negociador del gobierno, Humberto de la Calle, quien pidió a la guerrilla comunista de las FARC que deje de sembrar estos explosivos.
“Llegó la hora de que las FARC asuman el compromiso de no sembrar una mina más. Es una paradoja que cuando comienza el programa piloto (de desminado) ocurra este hecho que conmueve a los colombianos y que merece la condena más vehemente”, añadió.


De la Calle y los otros tres delegados “plenipotenciarios” del gobierno que lo acompañaban -Sergio Jaramillo, Jorge Mora y María Paulina Riveros- se remangaron los pantalones al ingresar a dialogar con los representantes de las FARC en señal de solidaridad con la niña fallecida, un gesto tradicional en Colombia hacia las víctimas de minas sembradas durante el conflicto armado de medio siglo.

“Esta es una verdadera tragedia humanitaria. Tenemos que limpiar el territorio colombiano. Como se sabe, el Estado colombiano eliminó la utilización de minas desde hace décadas”, dijo De la Calle.

Ambas partes sellaron el 7 de marzo un histórico acuerdo para limpiar las minas presentes en más de la mitad de los municipios colombianos y un plan piloto de desminado será puesto en marcha en breve, a cargo de una agencia especializada noruega.

La niña murió el miércoles al pisar una mina cerca de su escuela. Desde 1990 las minas han dejado en Colombia 11.000 víctimas, entre muertos y heridos, según el gobierno.
FARC: “nuevos gestos de desescalamiento”

Las FARC, que negocian el fin del conflicto con el gobierno desde noviembre de 2012, no aceptaron preguntas de la prensa, pero su delegada Victoria Sandino dijo que esa guerrilla procura darle “dinamismo” al desminado.

“Nuestra disposición se mantiene inmodificable para avanzar conjuntamente con el gobierno colombiano en la producción de nuevos gestos de desescalamiento del conflicto, que le impriman dinamismo al compromiso conjunto de descontaminación del territorio de artefactos explosivos“, indicó.

Dos comandantes de las FARC que participan en las negociaciones, Carlos Antonio Lozada y Pastor Alape, acaban de regresar a Cuba de Colombia, adonde viajaron a explicar los detalles del desminado a las fuerzas rebeldes, dijo una fuente de la guerrilla a la AFP.

Sandino divulgó además tres propuestas para acelerar las conversaciones de paz, una aspiración del presidente Juan Manuel Santos, entre ellas que los negociadores inicien de inmediato el “análisis del informe de la Comisión Histórica del Conflicto”, preparado hace meses por 12 académicos.

Las otras propuestas son conformar una comisión de “esclarecimiento del fenómeno del paramilitarismo” y otra comisión “de la verdad y no repetición” de los hechos de violencia.

Las FARC afirman que los paramilitares de derecha siguen operando, aunque formalmente se desmovilizaron en el gobierno de Alvaro Uribe (2002-2010).

El gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la mayor guerrilla de ese país, han consensuado hasta ahora tres de los seis puntos de la agenda, además del desminado.

El conflicto colombiano ha dejado 220.000 muertos y unos seis millones de desplazados, según cifras oficiales.

En esta ronda de 11 días de pláticas, la trigésima séptima, las partes seguirán debatiendo sobre reparación de las víctimas del conflicto.

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