Candidato independiente representa hartazgo en Mexico
México, AP
El disgusto de los mexicanos con los políticos corruptos y de vida acaudalada tiene un representante: se llama Jaime Rodríguez, "El Bronco". Este hombre de botas y hablar franco le hace justicia a su apodo.
Como alcalde de un suburbio en la norteña ciudad industrial de Monterrey sobrevivió a dos intentos de homicidio que dejaron su auto lleno de agujeros de bala, con lo que desafió, dice, al sangriento cártel de Los Zetas. Ahora Rodríguez trata de lograr lo que parece improbable, al postularse como candidato a gobernador de Nuevo León, un acaudalado estado fronterizo con Texas.
En las elecciones del 7 de junio competirán candidatos independientes por primera vez en la historia de México gracias a una reforma electoral del año pasado. Pero por ley los candidatos como El Bronco sólo tienen una fracción del presupuesto que reciben los partidos políticos.
Aunque compite en unas elecciones estatales, Rodríguez ha capturado la atención nacional con su forma de ser poco convencional y su manera directa de hablar.
El Bronco dice que su apodo y su estilo poco refinado muestran "que soy igual que ellos; yo no soy diferente de nadie... soy una persona más, que quiere que las cosas cambien, y que las cosas mejoren".
Muchos consideran las elecciones intermedias, en las que serán elegidos 500 miembros del Congreso, 17 legislaturas estatales, nueve gobernadores y más de 300 alcaldes, como una especie de referendo sobre la actuación del presidente a la mitad de su periodo.
Pero en 2015 parecen más bien una consulta sobre los partidos. En un sondeo realizado por la Cámara de Diputados este año, 75% de las personas consultadas dijeron tener poca o ninguna confianza en los partidos. El margen de error fue de 3,9 puntos porcentuales.
"Puede ser aire fresco, puede generar una sacudida al sistema de los partidos que han gobernado allí, y puede ser un ejemplo a nivel nacional a que se recompongan", dijo a medios locales Luis Carlos Ugalde, ex consejero general del extinto Instituto Federal Electoral (transformado en Instituto Nacional Electoral en 2014), con relación al candidato independiente de Nuevo León.
Los críticos señalan que Rodríguez pasó 33 años en el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y que renunció hace ocho meses para aprovechar la nueva ley.
Pero los electores lo consideran una alternativa en un sistema político plagado de amiguismo y corrupción. El actual gobernador de Nuevo León, Rodrigo Medina, ha recurrido a anuncios de páginas enteras en los periódicos para negar las acusaciones de corrupción en su contra, señalamientos que según Rodríguez tratará de llevar ante la ley si es electo.
"Creo que en Nuevo León se está viendo la primera Primavera Mexicana", dijo Rodríguez a The Associated Press, comparando su lucha por la gubernatura con los movimientos prodemocráticos de la Primavera Árabe de 2010 y la Primavera de Praga de 1968.
Quizá eso sea una exageración, pero el apoyo a Rodríguez hace recordar lo ocurrido en el 2000, cuando otro hacendado con botas y hablar franco, Vicente Fox, logró terminar con 71 años del PRI en el poder y ganar la presidencia para el opositor Partido Acción Nacional.
Fox supo aprovechar la ola de descontento ante el gobierno corrupto y autoritario del PRI. Pero los últimos 15 años han convencido a muchos votantes de que el PAN y los otros partidos de oposición se comportan igual que el PRI en términos de corrupción y enriquecimiento ilícito.
En esta ocasión parece que los mexicanos repudian a todos los partidos. La gente está tan harta que estas agrupaciones tienen problemas para regalar plumas y camisetas en las calles, y grupos de jóvenes se han organizado en internet con el fin de retirar afiches de los candidatos de los postes de luz y árboles en algunos barrios de la Ciudad de México por considerar que dicha publicidad electoral es "basura".
La semana pasada Fernando Elizondo del Partido Movimiento Ciudadano abandonó su campaña y otorgó su apoyo a Rodríguez. Un día después una encuesta del periódico Reforma mostraba a Rodríguez con 31% de las preferencias, cinco puntos por encima de su oponente más fuerte, Ivonne Álvarez del PRI. La encuesta tenía un margen de error de 1,8 puntos porcentuales.
El estilo de Rodríguez es totalmente ranchero, con videos de campaña en los que aparece montando a caballo o describe cómo llovían las balas sobre su camioneta en uno de los intentos de asesinato que sufrió.
Cuando el expresidente Felipe Calderón comparó al carismático Rodríguez con el expresidente venezolano Hugo Chávez, El Bronco reviró diciendo que Calderón estaba borracho.
El apoyo de El Bronco a las llamadas autodefensas de Michoacán, civiles que se armaron en comunidades rurales para tratar de combatir el narcotráfico en 2013, llevó a Álvarez a divulgar un anuncio con un grupo de hombres armados que portan fusiles y un bebé con una voz que dice: "No hay nada más valioso que nuestros hijos. ¿Quién quieres que los cuide?"
En lo que parece una contraofensiva del PRI, documentos oficiales filtrados citan a personas que afirman, sin pruebas, que Rodríguez tiene vínculos con los Zetas, el cártel contra el que luchó como alcalde. Rodríguez niega estas acusaciones.
El Bronco dice que quiere un cambio pacífico, pero también le dice a la gente en Nuevo León, un estado azotado por la violencia del narco, que siente su dolor. Su propio hijo de 22 años fue asesinado en 2009 en lo que en un principio parecía un accidente, pero que podría haberse tratado de un secuestro.
Como candidato independiente, está excluido de las enormes cantidades de dinero que le da el gobierno a los partidos políticos, así que ha realizado su campaña principalmente en las redes sociales y suele pedir dinero en sus mítines.
Los partidos políticos reciben prácticamente todo su dinero de los contribuyentes, y se les critica por sus presupuestos inflados para autos, viajes, escoltas, asesores, oficinas y alimentos, lo que ha enfurecido a la población de un país donde el salario mínimo es de menos de 5 dólares al día (70 pesos en Nuevo León).
Rodríguez dice que quiere cambiar todo eso. Y a pesar de las reglas de financiamiento actuales logró conseguir las más de 100.000 firmas que le pedían para ser candidato independiente.
"Tengo dos emociones que me mueven", afirmó. "Una, mi familia, merece quien los proteja, y la otra es que este país necesita alguien que piensa hacer las cosas diferente".
El disgusto de los mexicanos con los políticos corruptos y de vida acaudalada tiene un representante: se llama Jaime Rodríguez, "El Bronco". Este hombre de botas y hablar franco le hace justicia a su apodo.
Como alcalde de un suburbio en la norteña ciudad industrial de Monterrey sobrevivió a dos intentos de homicidio que dejaron su auto lleno de agujeros de bala, con lo que desafió, dice, al sangriento cártel de Los Zetas. Ahora Rodríguez trata de lograr lo que parece improbable, al postularse como candidato a gobernador de Nuevo León, un acaudalado estado fronterizo con Texas.
En las elecciones del 7 de junio competirán candidatos independientes por primera vez en la historia de México gracias a una reforma electoral del año pasado. Pero por ley los candidatos como El Bronco sólo tienen una fracción del presupuesto que reciben los partidos políticos.
Aunque compite en unas elecciones estatales, Rodríguez ha capturado la atención nacional con su forma de ser poco convencional y su manera directa de hablar.
El Bronco dice que su apodo y su estilo poco refinado muestran "que soy igual que ellos; yo no soy diferente de nadie... soy una persona más, que quiere que las cosas cambien, y que las cosas mejoren".
Muchos consideran las elecciones intermedias, en las que serán elegidos 500 miembros del Congreso, 17 legislaturas estatales, nueve gobernadores y más de 300 alcaldes, como una especie de referendo sobre la actuación del presidente a la mitad de su periodo.
Pero en 2015 parecen más bien una consulta sobre los partidos. En un sondeo realizado por la Cámara de Diputados este año, 75% de las personas consultadas dijeron tener poca o ninguna confianza en los partidos. El margen de error fue de 3,9 puntos porcentuales.
"Puede ser aire fresco, puede generar una sacudida al sistema de los partidos que han gobernado allí, y puede ser un ejemplo a nivel nacional a que se recompongan", dijo a medios locales Luis Carlos Ugalde, ex consejero general del extinto Instituto Federal Electoral (transformado en Instituto Nacional Electoral en 2014), con relación al candidato independiente de Nuevo León.
Los críticos señalan que Rodríguez pasó 33 años en el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y que renunció hace ocho meses para aprovechar la nueva ley.
Pero los electores lo consideran una alternativa en un sistema político plagado de amiguismo y corrupción. El actual gobernador de Nuevo León, Rodrigo Medina, ha recurrido a anuncios de páginas enteras en los periódicos para negar las acusaciones de corrupción en su contra, señalamientos que según Rodríguez tratará de llevar ante la ley si es electo.
"Creo que en Nuevo León se está viendo la primera Primavera Mexicana", dijo Rodríguez a The Associated Press, comparando su lucha por la gubernatura con los movimientos prodemocráticos de la Primavera Árabe de 2010 y la Primavera de Praga de 1968.
Quizá eso sea una exageración, pero el apoyo a Rodríguez hace recordar lo ocurrido en el 2000, cuando otro hacendado con botas y hablar franco, Vicente Fox, logró terminar con 71 años del PRI en el poder y ganar la presidencia para el opositor Partido Acción Nacional.
Fox supo aprovechar la ola de descontento ante el gobierno corrupto y autoritario del PRI. Pero los últimos 15 años han convencido a muchos votantes de que el PAN y los otros partidos de oposición se comportan igual que el PRI en términos de corrupción y enriquecimiento ilícito.
En esta ocasión parece que los mexicanos repudian a todos los partidos. La gente está tan harta que estas agrupaciones tienen problemas para regalar plumas y camisetas en las calles, y grupos de jóvenes se han organizado en internet con el fin de retirar afiches de los candidatos de los postes de luz y árboles en algunos barrios de la Ciudad de México por considerar que dicha publicidad electoral es "basura".
La semana pasada Fernando Elizondo del Partido Movimiento Ciudadano abandonó su campaña y otorgó su apoyo a Rodríguez. Un día después una encuesta del periódico Reforma mostraba a Rodríguez con 31% de las preferencias, cinco puntos por encima de su oponente más fuerte, Ivonne Álvarez del PRI. La encuesta tenía un margen de error de 1,8 puntos porcentuales.
El estilo de Rodríguez es totalmente ranchero, con videos de campaña en los que aparece montando a caballo o describe cómo llovían las balas sobre su camioneta en uno de los intentos de asesinato que sufrió.
Cuando el expresidente Felipe Calderón comparó al carismático Rodríguez con el expresidente venezolano Hugo Chávez, El Bronco reviró diciendo que Calderón estaba borracho.
El apoyo de El Bronco a las llamadas autodefensas de Michoacán, civiles que se armaron en comunidades rurales para tratar de combatir el narcotráfico en 2013, llevó a Álvarez a divulgar un anuncio con un grupo de hombres armados que portan fusiles y un bebé con una voz que dice: "No hay nada más valioso que nuestros hijos. ¿Quién quieres que los cuide?"
En lo que parece una contraofensiva del PRI, documentos oficiales filtrados citan a personas que afirman, sin pruebas, que Rodríguez tiene vínculos con los Zetas, el cártel contra el que luchó como alcalde. Rodríguez niega estas acusaciones.
El Bronco dice que quiere un cambio pacífico, pero también le dice a la gente en Nuevo León, un estado azotado por la violencia del narco, que siente su dolor. Su propio hijo de 22 años fue asesinado en 2009 en lo que en un principio parecía un accidente, pero que podría haberse tratado de un secuestro.
Como candidato independiente, está excluido de las enormes cantidades de dinero que le da el gobierno a los partidos políticos, así que ha realizado su campaña principalmente en las redes sociales y suele pedir dinero en sus mítines.
Los partidos políticos reciben prácticamente todo su dinero de los contribuyentes, y se les critica por sus presupuestos inflados para autos, viajes, escoltas, asesores, oficinas y alimentos, lo que ha enfurecido a la población de un país donde el salario mínimo es de menos de 5 dólares al día (70 pesos en Nuevo León).
Rodríguez dice que quiere cambiar todo eso. Y a pesar de las reglas de financiamiento actuales logró conseguir las más de 100.000 firmas que le pedían para ser candidato independiente.
"Tengo dos emociones que me mueven", afirmó. "Una, mi familia, merece quien los proteja, y la otra es que este país necesita alguien que piensa hacer las cosas diferente".