Cameron busca acelerar la agenda con Bruselas de cara al referéndum
Reino Unido advierte de que sus pretensiones incluyen cambiar tratados
Se niega a entrar en los planes de la Comisión de repartir por cuotas a los refugiados
Pablo Guimón
Londres, El País
David Cameron, reciente ganador con mayoría absoluta de las elecciones en Reino Unido, busca acelerar las negociaciones con Bruselas para poder adelantar la fecha del referéndum sobre la permanencia del país en la Unión Europea, según fuentes del nuevo Gobierno citadas por The Guardian y Reuters. La intención sería celebrarlo en 2016, para evitar las consecuencias políticas de una coincidencia en el tiempo con las elecciones alemanas y francesas, ambas previstas para 2017. Adelantar la consulta, algo que pidieron asociaciones de empresarios durante la campaña, acortaría el peligroso periodo de incertidumbre para los mercados. Y hay voces que señalan que el precedente del referéndum escocés, en el que el sí fue ganando peso hacia el final de una campaña larga, invita a acortar los tiempos en esta ocasión.
El primer ministro prometió celebrar la consulta antes del final de 2017. Pero esa fecha, insisten ahora diversas fuentes, era solo un límite máximo. De hecho, el plazo de dos años pudo ponerse en previsión de que, con un Gobierno más débil, la Cámara de los Lores pudiera vetar la celebración de la consulta. Por ley, los lores solo podrían rechazarlo durante dos años, de ahí el plazo. Pero la inesperada mayoría absoluta hizo inútil esa prevención: la tradición parlamentaria impide a los lores vetar un compromiso del programa electoral de un Gobierno mayoritario. Ahora, se espera que Cameron incluya en su discurso de la reina del 27 de mayo el proyecto de ley para convocar el referéndum, lo cual le permitiría celebrarlo a mediados del año próximo.
George Osborne, canciller del Exchequer confirmado el viernes en su puesto, ha viajado el martes a Bruselas para reunirse con otros ministros de finanzas europeos. Allí ha advertido de que Reino Unido será “determinado y firme” en su propósito de recuperar poderes antes de la celebración del referéndum. “Venimos con un mandato claro de mejorar la relación de Reino Unido con el resto de socios y de reformar la UE”, añadió. “Nadie debería subestimar nuestra determinación de triunfar”.
Los líderes europeos se han mostrado abiertos a hablar con Cameron de reformas, pero la Comisión ha advertido de que no habrá renegociación de los tratados básicos. Sin embargo, un portavoz del gobierno confirmó el martes a Reuters que Cameron “quiere cambios en los tratados”. “Todos los consejos que ha recibido van en el sentido de que hace falta reformar los tratados", añadió, "por ejemplo para conseguir los cambios que pretende en las prestaciones sociales”.
Por otro lado, el Gobierno ha anunciado el martes que Reino Unido no participará en ningún plan europeo de repartir la acogida de refugiados mediante cuotas entre los países miembros. La Comisión había anunciado sus planes de legislar, antes del final del año, para asegurar que la carga de acoger a los migrantes sea compartida entre los países miembros, de acuerdo a cuotas basadas en criterios económicos o de población. Pero el nuevo Gobierno, a través de una nota del Ministerio del Interior, anunció que ejercería su derecho de no sumarse a la iniciativa, y que prefiere centrar sus esfuerzos en combatir el tráfico de personas.
Se niega a entrar en los planes de la Comisión de repartir por cuotas a los refugiados
Pablo Guimón
Londres, El País
David Cameron, reciente ganador con mayoría absoluta de las elecciones en Reino Unido, busca acelerar las negociaciones con Bruselas para poder adelantar la fecha del referéndum sobre la permanencia del país en la Unión Europea, según fuentes del nuevo Gobierno citadas por The Guardian y Reuters. La intención sería celebrarlo en 2016, para evitar las consecuencias políticas de una coincidencia en el tiempo con las elecciones alemanas y francesas, ambas previstas para 2017. Adelantar la consulta, algo que pidieron asociaciones de empresarios durante la campaña, acortaría el peligroso periodo de incertidumbre para los mercados. Y hay voces que señalan que el precedente del referéndum escocés, en el que el sí fue ganando peso hacia el final de una campaña larga, invita a acortar los tiempos en esta ocasión.
El primer ministro prometió celebrar la consulta antes del final de 2017. Pero esa fecha, insisten ahora diversas fuentes, era solo un límite máximo. De hecho, el plazo de dos años pudo ponerse en previsión de que, con un Gobierno más débil, la Cámara de los Lores pudiera vetar la celebración de la consulta. Por ley, los lores solo podrían rechazarlo durante dos años, de ahí el plazo. Pero la inesperada mayoría absoluta hizo inútil esa prevención: la tradición parlamentaria impide a los lores vetar un compromiso del programa electoral de un Gobierno mayoritario. Ahora, se espera que Cameron incluya en su discurso de la reina del 27 de mayo el proyecto de ley para convocar el referéndum, lo cual le permitiría celebrarlo a mediados del año próximo.
George Osborne, canciller del Exchequer confirmado el viernes en su puesto, ha viajado el martes a Bruselas para reunirse con otros ministros de finanzas europeos. Allí ha advertido de que Reino Unido será “determinado y firme” en su propósito de recuperar poderes antes de la celebración del referéndum. “Venimos con un mandato claro de mejorar la relación de Reino Unido con el resto de socios y de reformar la UE”, añadió. “Nadie debería subestimar nuestra determinación de triunfar”.
Los líderes europeos se han mostrado abiertos a hablar con Cameron de reformas, pero la Comisión ha advertido de que no habrá renegociación de los tratados básicos. Sin embargo, un portavoz del gobierno confirmó el martes a Reuters que Cameron “quiere cambios en los tratados”. “Todos los consejos que ha recibido van en el sentido de que hace falta reformar los tratados", añadió, "por ejemplo para conseguir los cambios que pretende en las prestaciones sociales”.
Por otro lado, el Gobierno ha anunciado el martes que Reino Unido no participará en ningún plan europeo de repartir la acogida de refugiados mediante cuotas entre los países miembros. La Comisión había anunciado sus planes de legislar, antes del final del año, para asegurar que la carga de acoger a los migrantes sea compartida entre los países miembros, de acuerdo a cuotas basadas en criterios económicos o de población. Pero el nuevo Gobierno, a través de una nota del Ministerio del Interior, anunció que ejercería su derecho de no sumarse a la iniciativa, y que prefiere centrar sus esfuerzos en combatir el tráfico de personas.