Aníbal Fernández: "No creo que haya habido una mano negra contra Angelici”
Buenos Aires, Clarín
El jefe de Gabinete y presidente de Quilmes, Aníbal Fernández, desestimó la posibilidad de que los incidentes ocurridos el jueves en la Bombonera y que obligaron a suspender el partido que estaban disputando Boca y River, por los octavos de final de la Copa Libertadores, hayan sido provocados con la intención de perjudicar al titular de la institución local, Daniel Angelici, a quien desvinculó también de los hechos, aunque hizo hincapié en la responsabilidad que le cabe al club como organizador.
"No creo que haya habido una mano negra contra Angelici ni que él haya participado en esto. ¿Cuál es el beneficio de realizar un hecho de estas características? No se puede encontrar uno", sostuvo Fernández, en declaraciones realizadas en Radio Continental, aunque cuestionó la inacción del presidente de Boca durante los 70 minutos en que el partido estuvo en suspenso. "Debió haber ingresado a la cancha a ordenar a sus jugadores. Ser directivo no es solo figurar en los papeles del club", resaltó.
En cuanto a la seguridad durante el encuentro, Fernández argumentó que "dentro del estadio, las responsabilidades, en líneas generales, son del club, que tiene que observar las reglamentaciones" y agregó que la Policía solo "puede participar en algunas cosas, como no permitir que haya violencia". "Pero no se le puede echar la culpa sin saber cómo era el operativo. Yo no puedo saber si fue exitoso porque no conozco cómo fue", afirmó.
El funcionario del Gobierno nacional defendió la intervención de Rodolfo D'Onofrio, presidente de River, quien ingresó a la cancha con la intención de que el partido no continuara. "Yo hubiese sacado a mis jugadores, no hubiese puesto en riesgo sus vidas. Lo de D'Onofrio no fue una actuación ni un gesto descomedido", remarcó.
Muy distinta fue su apreciación respecto a la conducta de los futbolistas de Boca, a la que calificó de "horrible". "Uno debe ser solidario con sus compañeros", consideró Fernández, quien rescató que "algunos tuvieron gestos mínimos de acercamiento".
Sobre los pasos a seguir para evitar situaciones similares en el futuro, el presidente de Quilmes fue claro: "Al responsable hay que filmarlo, ubicarlo y echarlo. Es la posición que funcionó en el mundo. Los ingleses resolvieron el problema con los hooligans echando a los responsables de los hechos de violencia".
El jefe de Gabinete y presidente de Quilmes, Aníbal Fernández, desestimó la posibilidad de que los incidentes ocurridos el jueves en la Bombonera y que obligaron a suspender el partido que estaban disputando Boca y River, por los octavos de final de la Copa Libertadores, hayan sido provocados con la intención de perjudicar al titular de la institución local, Daniel Angelici, a quien desvinculó también de los hechos, aunque hizo hincapié en la responsabilidad que le cabe al club como organizador.
"No creo que haya habido una mano negra contra Angelici ni que él haya participado en esto. ¿Cuál es el beneficio de realizar un hecho de estas características? No se puede encontrar uno", sostuvo Fernández, en declaraciones realizadas en Radio Continental, aunque cuestionó la inacción del presidente de Boca durante los 70 minutos en que el partido estuvo en suspenso. "Debió haber ingresado a la cancha a ordenar a sus jugadores. Ser directivo no es solo figurar en los papeles del club", resaltó.
En cuanto a la seguridad durante el encuentro, Fernández argumentó que "dentro del estadio, las responsabilidades, en líneas generales, son del club, que tiene que observar las reglamentaciones" y agregó que la Policía solo "puede participar en algunas cosas, como no permitir que haya violencia". "Pero no se le puede echar la culpa sin saber cómo era el operativo. Yo no puedo saber si fue exitoso porque no conozco cómo fue", afirmó.
El funcionario del Gobierno nacional defendió la intervención de Rodolfo D'Onofrio, presidente de River, quien ingresó a la cancha con la intención de que el partido no continuara. "Yo hubiese sacado a mis jugadores, no hubiese puesto en riesgo sus vidas. Lo de D'Onofrio no fue una actuación ni un gesto descomedido", remarcó.
Muy distinta fue su apreciación respecto a la conducta de los futbolistas de Boca, a la que calificó de "horrible". "Uno debe ser solidario con sus compañeros", consideró Fernández, quien rescató que "algunos tuvieron gestos mínimos de acercamiento".
Sobre los pasos a seguir para evitar situaciones similares en el futuro, el presidente de Quilmes fue claro: "Al responsable hay que filmarlo, ubicarlo y echarlo. Es la posición que funcionó en el mundo. Los ingleses resolvieron el problema con los hooligans echando a los responsables de los hechos de violencia".