Andrés Pastrana: “En Venezuela gobierna una dictadura”
Maduro impide por segunda vez en cuatro meses que dos expresidentes latinoamericanos visiten al líder opositor López
Alfredo Meza
Caracas, El País
El habitualmente conciliador expresidente de Colombia, Andrés Pastrana, se ha referido en duros términos al gobierno de Nicolás Maduro en el epílogo de su visita a Venezuela. Su paciencia parece haberse agotado después de que por segunda vez en poco más de cuatro meses el régimen le impidiera entrar a la cárcel militar de Ramo Verde, en las afueras montañosas de Caracas, donde está preso desde hace quince meses el líder opositor Leopoldo López.
“Queda claro que en Venezuela gobierna una dictadura”, dijo el exmandatario colombiano una vez que comprendió que habían fracasado las gestiones ante las autoridades militares encargadas del penal. En un esfuerzo postrero habló por teléfono con el oficial encargado, quien le transmitió la negativa del gobierno. “Nicolás Maduro nos llama vagos porque no sabe qué es trabajar ni qué es democracia”, dijo. A diferencia de su anterior visita, cuando lo intentó con el exmandatario Sebastián Piñera, esta vez lo acompañaba el exgobernante de Bolivia Jorge Quiroga, quien también se ha expresado en similares términos. “Aquí está instalada cualquier cosa menos una democracia. No nos han dejado ver a López porque aquí la vida vale menos que un teléfono celular. Leopoldo es el hombre más valiente del mundo”.
Quiroga se refiere a la razón por la cual el dirigente opositor, que se declaró en huelga de hambre hace cinco días, no puede recibir visitas. Hace una semana, durante una requisa, las autoridades del penal incautaron un teléfono celular entre sus pertenencias. Al revisarlo encontraron un video, de 3:40 minutos de duración, en el que López convocaba a los venezolanos a manifestar el sábado 30 de mayo, y afirmaba que no ingeriría alimentos hasta tanto se fijara la fecha definitiva de las elecciones parlamentarias, se garantizara la presencia de observadores internacionales no controlados por el régimen venezolano y se liberara a los presos políticos.
En ese lance de la huelga de hambre lo acompañaría su compañero de prisión el exalcalde de San Cristóbal Daniel Ceballos, quien, después de la requisa, fue trasladado a un centro de procesados en el caluroso estado Guárico, en el centro de Venezuela, donde le raparon el cabello y le colocaron el mameluco de los presos comunes. También Pastrana y Quiroga trataron, sin éxito, de visitarlo durante la mañana del viernes. Las autoridades del penal sí permitieron la entrada a su esposa Patricia. “Daniel está muy delgado con seis o siete kilos menos y está viviendo en condiciones infrahumanas en la cárcel modelo del sistema penitenciario. No ha querido tomar suero, sino agua y se le está acabando el envase donde la almacena. Y es mentira, como afirma el gobierno, que un equipo médico está pendiente de su saludo. Solo dos personas que le miden la tensión y luego se retiran”, denunció cuando la prensa le pidió que describiera el estado de salud de su marido. A Pastrana le pareció un despropósito que la Cruz Roja no esté acompañándolos en el trance y exigió la presencia de un equipo médico.
Ceballos cumplió este viernes una semana sin ingerir comida y, según su esposa, está dispuesto a acentuar su inmolación si se conoce de una nueva víctima de la represión o hay un nuevo ataque a la prensa. “Lo he visto muy fuerte y muy convencido del paso que está dando”, agregó Patricia de Ceballos con la voz quebrada y arropada en todo momento por Lilian Tintori, esposa de López, y el propio Quiroga.
Pastrana y Quiroga sí pudieron visitar la noche del jueves a otro de los presos políticos venezolanos más relevantes, el alcalde mayor de Caracas Antonio Ledezma, quien convalece de una operación en su domicilio y enfrenta cargos de conspiración y asociación para delinquir.
El exalcalde de Bogotá ha decidido no acompañar la manifestación de la oposición y se ha marchado del país el mismo viernes. Quiroga, en cambio, ha sugerido que está preparado para caminar junto a los familiares de López. “Lilian me ha dado instrucciones. Ya tengo mi camisa blanca”, afirmó el opositor boliviano, en referencia al atuendo que llevarán los convocados este sábado a pedido de la mujer de López. La protesta no cuenta con el aval de toda la oposición. Existen serias diferencias entre la facción más propensa al cese inmediato de Maduro y aquella más ganada a aprovechar el descalabro del gobierno en las encuestas para consolidar la ventaja en las próximas elecciones.
Alfredo Meza
Caracas, El País
El habitualmente conciliador expresidente de Colombia, Andrés Pastrana, se ha referido en duros términos al gobierno de Nicolás Maduro en el epílogo de su visita a Venezuela. Su paciencia parece haberse agotado después de que por segunda vez en poco más de cuatro meses el régimen le impidiera entrar a la cárcel militar de Ramo Verde, en las afueras montañosas de Caracas, donde está preso desde hace quince meses el líder opositor Leopoldo López.
“Queda claro que en Venezuela gobierna una dictadura”, dijo el exmandatario colombiano una vez que comprendió que habían fracasado las gestiones ante las autoridades militares encargadas del penal. En un esfuerzo postrero habló por teléfono con el oficial encargado, quien le transmitió la negativa del gobierno. “Nicolás Maduro nos llama vagos porque no sabe qué es trabajar ni qué es democracia”, dijo. A diferencia de su anterior visita, cuando lo intentó con el exmandatario Sebastián Piñera, esta vez lo acompañaba el exgobernante de Bolivia Jorge Quiroga, quien también se ha expresado en similares términos. “Aquí está instalada cualquier cosa menos una democracia. No nos han dejado ver a López porque aquí la vida vale menos que un teléfono celular. Leopoldo es el hombre más valiente del mundo”.
Quiroga se refiere a la razón por la cual el dirigente opositor, que se declaró en huelga de hambre hace cinco días, no puede recibir visitas. Hace una semana, durante una requisa, las autoridades del penal incautaron un teléfono celular entre sus pertenencias. Al revisarlo encontraron un video, de 3:40 minutos de duración, en el que López convocaba a los venezolanos a manifestar el sábado 30 de mayo, y afirmaba que no ingeriría alimentos hasta tanto se fijara la fecha definitiva de las elecciones parlamentarias, se garantizara la presencia de observadores internacionales no controlados por el régimen venezolano y se liberara a los presos políticos.
En ese lance de la huelga de hambre lo acompañaría su compañero de prisión el exalcalde de San Cristóbal Daniel Ceballos, quien, después de la requisa, fue trasladado a un centro de procesados en el caluroso estado Guárico, en el centro de Venezuela, donde le raparon el cabello y le colocaron el mameluco de los presos comunes. También Pastrana y Quiroga trataron, sin éxito, de visitarlo durante la mañana del viernes. Las autoridades del penal sí permitieron la entrada a su esposa Patricia. “Daniel está muy delgado con seis o siete kilos menos y está viviendo en condiciones infrahumanas en la cárcel modelo del sistema penitenciario. No ha querido tomar suero, sino agua y se le está acabando el envase donde la almacena. Y es mentira, como afirma el gobierno, que un equipo médico está pendiente de su saludo. Solo dos personas que le miden la tensión y luego se retiran”, denunció cuando la prensa le pidió que describiera el estado de salud de su marido. A Pastrana le pareció un despropósito que la Cruz Roja no esté acompañándolos en el trance y exigió la presencia de un equipo médico.
Ceballos cumplió este viernes una semana sin ingerir comida y, según su esposa, está dispuesto a acentuar su inmolación si se conoce de una nueva víctima de la represión o hay un nuevo ataque a la prensa. “Lo he visto muy fuerte y muy convencido del paso que está dando”, agregó Patricia de Ceballos con la voz quebrada y arropada en todo momento por Lilian Tintori, esposa de López, y el propio Quiroga.
Pastrana y Quiroga sí pudieron visitar la noche del jueves a otro de los presos políticos venezolanos más relevantes, el alcalde mayor de Caracas Antonio Ledezma, quien convalece de una operación en su domicilio y enfrenta cargos de conspiración y asociación para delinquir.
El exalcalde de Bogotá ha decidido no acompañar la manifestación de la oposición y se ha marchado del país el mismo viernes. Quiroga, en cambio, ha sugerido que está preparado para caminar junto a los familiares de López. “Lilian me ha dado instrucciones. Ya tengo mi camisa blanca”, afirmó el opositor boliviano, en referencia al atuendo que llevarán los convocados este sábado a pedido de la mujer de López. La protesta no cuenta con el aval de toda la oposición. Existen serias diferencias entre la facción más propensa al cese inmediato de Maduro y aquella más ganada a aprovechar el descalabro del gobierno en las encuestas para consolidar la ventaja en las próximas elecciones.