Ancelotti fue ovacionado y división de opiniones con Iker

Madrid, As
Era un día de despedidas no oficiales en el Bernabéu. Un día para pronunciarse. Para conocer los gustos del madridismo. Y Ancelotti fue el triunfador cuando sonó su nombre por megafonía. Los 40.000 que estaban en el Bernabéu (hasta la grada de animación estaba por debajo de la mitad de su aforo) ovacionaron al técnico italiano y le mostraron su apoyo.


Otro de los nombres propios era el de Casillas. Cuando saltó a calentar hubo aplausos y algún tímido silbido, pero el Bernabéu estaba vacío aún. Fue cuando la megafonía anunció su nombre cuando se comprobó que no hay unanimidad con el capitán. Mayoría de aplausos, sí, pero también algunos pitos. El resto del equipo fue aplaudido con normalidad cuando el speaker invitaba a decir sus nombres. Sólo el capitán soportó unos tímidos silbidos con los que ya vive durante toda la temporada.

Cuando ya se inició el partido, Casillas encajó dos goles y continuó la división de opiniones. Tras el primer gol hubo algunos pitos y parte del Bernabéu aplaudió. Cuando volvió a tocar el balón hubo tímidos pitos. Con el segundo tanto llegaron más silbidos pero entonces la Grada Joven coreó su nombre con fuerza por primera vez: "¡Iker, Iker!". A los cinco minutos este mismo sector del Bernabéu también comenzó a corear el nombre de Ancelotti.

Al final, ya con el partido resuelto, el público del Bernabéu aplaudió de forma unánime a Casillas cada vez que éste intervino en el juego. Sobre todo tras un paradón en el minuto 44.

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